Elia Barceló: «Un libro es mucho más que letras sobre páginas en blanco»

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La escritora eldense confiesa que se encuentra en el «mejor» momento de su carrera profesional después de casi 30 años en el mundo de la literatura

Este miércoles en Elda y este jueves en Casa Mediterráneo de Alicante presenta la reedición de ‘Las largas sombras’

La vida no deja nunca de sorprender y si no que se lo digan a la eldense Elia Barceló. Acaba de dejar su carrera en el mundo de la docencia y después de 30 años en el de la literatura triunfa con su última novela El color del silencio. Además, este miércoles en el Teatro Castelar de Elda y este jueves en Alicante presenta la reedición, después de casi 10 años, de Las largas sombras. «Estoy muy agradecida y gratamente sorprendida porque hace muchos años que vivo fuera, sigo haciéndolo aunque ahora estoy más tiempo por aquí, pero en la provincia me conocían como se suele decir cuatro gatos de mi pueblo y poco más. Hasta ahora no había hechos cosas más importantes a nivel provincial y por eso estoy muy contenta porque puedo mostrarme más a mis conciudadanos [risas]», señala encantada.

En Casa Mediterráneo participa en el ciclo ‘Escritores y el Mediterráneo’, ¿Cuál es la relación que ha tenido a lo largo de su carrera con él?

Mi relación con el mediterráneo es la de una persona que ha nacido aquí y necesita la luz y el mar para ser feliz. Llevo 36 años viviendo en Austria, y a pesar de no tener mar, me sigo definiendo a mí misma como una europea mediterránea. Aunque suene cursi es muy importante la primera luz que ves, la luz de tu infancia, y yo soy muy buena recordando luces. Por eso en mis novelas casi siempre se nota qué tipo de luz hay en cada escena importante. El mar es una cosa fantástica, es algo que te abre el alma.

De este tipo de encuentros con su público, ¿Qué es lo mejor que se lleva de la gente?

Durante mucho tiempo pensé que lo de ser escritor era algo tremendamente solitario y lo acepté con mucha alegría porque soy una persona que no le importa estar horas en casa sin hablar ni ver a nadie. Pero con el tiempo me di cuenta que cuando de verdad tienes ocasión de conocer a la gente que ha leído tus obras, que tiene sus opiniones y que te quiere contar su reacción, no es solo fenomenal, sino que de pronto se cierra de verdad el círculo. Yo pongo el texto, pongo la mitad, pero el lector pone su experiencia y la otra mitad. Entonces cuando el libro llega a un lector adquiere vida, se convierte en algo más que letras sobre páginas en blanco. Ellos te cuentan cosas que ni se te habían ocurrido. Es una experiencia muy bonita y enriquecedora.

¿Vive ahora su mejor momento?

Soy un ser optimista y como me decía mi abuela: ‘Siempre como ahora y mejor cuando Dios quiera’. Entonces me he pasado la vida pensando que estaba en un excelente momento pero siempre he ido mejorando un poco. Profesionalmente estoy en un buen momento, por fin me puedo dedicar solo a la literatura, mis hijos son mayores e independientes, y ya soy libre para hacer lo que verdaderamente me gusta. Es muy reconfortante, es lo mejor para mí ser y para mi alma.

Escribe sobre varios géneros literarios, aun así muchos la encasillan como autora de ciencia ficción, ¿no cree que a la sociedad actual le gusta demasiado las etiquetas?

Sí, a la gente le gusta mucho etiquetar y colocar las cosas en cajoncitos. Lo comprendo en una biblioteca o en una librería ya que tienen que saber dónde poder encontrar un libro, pero es un poco excesivo para el resto de la gente. Todo el mundo cuando te pregunta si estás trabajando en un novela lo siguiente es ‘de qué género’ [risas]. Y no sé que contestar porque no todo relato donde aparece un crimen es novela negra. Simplemente hago literatura, ficción, cuento historias inventadas, que están basadas en la vida y en la realidad, incluso las que tienen cosas muy raras.

¿Por qué son menos visibles las mujeres en el mundo de la ciencia ficción?

Durante mucho tiempo las mujeres pensaban que la ciencia ficción era un género que solo le interesaba a los hombres y además tenías que saber mucha ciencia. Se hacía ahí una especie de nudo en el que las mujeres no entraban porque pensaban que no era lo suyo. Pero poco a poco se dieron cuenta de que hay muchas cosas que no son verdad, una no debe tener una formación científica para escribir ciencia ficción. En los últimos 10 años han salido muchas chicas jóvenes que escriben ciencia ficción y lo están haciendo muy bien. Hay una nueva generación y cada vez en ese sentido las cosas van a mejor aunque aún hay que luchar mucho en pleno siglo XXI. Tenemos que seguir luchado para que nos vean y nos tomen en serio, parece mentira pero se tiene que hacer.

En una entrevista la escritora María Dueñas comentó que cierto sector masculino de la literatura quiere apartarla por ser mujer, vender mucho y tener un público mayoritariamente femenino. ¿Piensa lo mismo?

Sí. Es evidente que los hombres desde siempre intentan hacer eso y hasta ahora lo han conseguido bastante bien. Por ejemplo, cuando les preguntan a los críticos, varones casi todos ellos, cuáles han sido los 10 mejores libros del año, si te fijas, eligen a nueve hombres y a una rusa muerta, normalmente poeta. Eso es una cosa que la sociedad tenemos que cambiar, porque también pasa cuando les preguntas a ellas ya que el primer impulso es hacer una lista con novelistas masculinos, pero tienes que darte cuenta que también has leído novelas en tu vida que te han gustado y estaban escritas por mujeres. Hay un automatismo de que la alta literatura la hacen los hombres. Eso de que lo que a un hombre le importa y le preocupa es literatura universal y lo que le importa y preocupa a una mujer es literatura de mujeres es una barbaridad. Eso no se puede consentir, tenemos que luchar las mujeres y apoyarnos entre nosotras. Es muy importante.

¿Puede adelantar algo sobre lo que está trabajando ahora?

Estoy con una novela que está ya muy avanzada, está en el último tercio, siempre es el momento de mayor tensión porque es cuando tienes que empezar a cerrar y a asegurarte de no dejar cabos sueltos. Va a estar en la misma línea que El color del silencio o Las largas sombras con realismo, secretos, misterios, y la historia también estará ambientada en la provincia de Alicante. Tiene su luz mediterránea.

Ver más en: El Mundo

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