Danza colectiva desde Nueva York

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La bailarina originaria de Guadalajara, Marisol Morales, lleva sus talleres impartidos en la “Gran Manzana”, junto a la organización “Dances For A Variable Population”, al mundo virtual

Darle mantenimiento y vitalidad al cuerpo a través de la danza es una opción para Marisol Morales, bailarina y docente tapatía radicada en Nueva York, quien a pesar de las restricciones para llevar el ritmo a las calles por la contingencia sanitaria ante el COVID-19, no ha parado de bailar ni de motivar a los internautas a través de las redes sociales.

Marisol llegó a Nueva York en 2013 y aunque su formación la ha llevado a compartir tarima y aprendizaje junto a referentes de este arte como Merce Cunningham, enfocarse a los adultos mayores ha sido una de sus prioridades en el último año, en el que se ha convertido en el elemento clave para la comunidad hispanohablante en la “Gran Manzana”, donde lleva su ruta de baile con la organización “Dances For A Variable Population”.

“Desarrollamos diferentes programas de baile y de movimiento creativo con un enfoque hacia las personas de la tercera edad. Damos clases, shows y presentaciones al público cuando vamos de gira en diferentes espacios de Nueva York ofreciendo también talleres interactivos”, detalla Morales en entrevista.

Ante la suspensión de actividades masivas y presenciales, y siendo Nueva York la ciudad más afectada en Estados Unidos por el coronavirus, Marisol y el equipo de “Dances For A Variable Population” comenzaron a estructurar clases virtuales de baile para explorar el movimiento desde casa.

“Estamos en la séptima semana de aislamiento, todo pasó muy rápido, nadie se esperaba este cambio tan drástico que teníamos que hacer. Cuando cerraron todos los establecimientos en los que presentamos nuestro programa, nos pusimos a trabajar arduamente para poder transformar nuestro contenido al formato digital con la finalidad de seguir conectados con todos nuestros estudiantes”.

Motivación colectiva

Las clases de Marisol llegan poco a poco a más ciudades fuera de Nueva York, por lo que asegura que ya buscan más opciones para compartir estas clases gratuitas más allá de las fronteras estadounidenses.

“Ha sido un reto muy grande el adaptarnos y tratar de enseñar a estas personas, porque hay gente que no tiene conocimiento en tecnología o no sabe cómo usarla para integrarse a este tipo de dinámicas. Ha sido un reto, pero también es gratificante porque hemos tenido una fantástica respuesta. Seguimos dando nuestras clases de baile y movimiento creativo”.

Marisol comparte que además de lograr una respuesta positiva sobre las personas que han decidido sumarse a las actividades de “Dances For A Variable Population” contabilizando a cientos de bailarines en cada clase virtual, cada vez se fortalece la importancia de estructurar iniciativas que inciten al movimiento, especialmente, cuando se trata de grupos de riesgo o mayor vulnerabilidad.

“Esta organización trata de tener un gran acercamiento, especialmente con las personas de bajos recursos. El programa de clases que ofrecemos todo el año es Movement Speaks, tiene gran distinción y lo llevamos a más de 12 sitios en toda la ciudad con clases diario, son cientos las personas que asisten, que participan, y ahora es un gran impacto el parar nuestras actividades”.

Leer: https://www.informador.mx/cultura/Danza-colectiva-desde-Nueva-York-20200504-0019.html

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