Van Gogh: de vender solo un cuadro en vida a agotar sus zapatillas

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El museo del pintor en Ámsterdam se queda sin existencias de la colección de ropa y calzado decorados con motivos de sus cuadros

Las colecciones de moda suelen llevar el nombre del diseñador y, a veces, también la de la casa para la que este trabaja. Vans para el Museo Van Gogh es el nombre elegido por la dirección del centro dedicado al pintor en Ámsterdam y la compañía textil estadounidense para sacar a la calle, literalmente, su obra. Compuesta de sudaderas, camisetas, gorras, mochilas y zapatos con estampados de sus cuadros y cartas, se agotó a los dos días de su lanzamiento mundial, el pasado 3 de agosto. El museo espera una nueva remesa de unas piezas pensadas para que Van Gogh llegue a todas partes.

¿Corre Van Gogh el peligro de convertirse en una marca que le oscurezca como creador? «En absoluto. Es uno de los artistas más famosos del mundo y cuidamos mucho nuestras colaboraciones comerciales», señala Axel Rüger, director del museo, que explica el doble efecto buscado con esta colección. «No tratamos de hacerle más grande, sino más accesible, y deseamos mostrar asimismo su influencia y relevancia en el arte y el diseño contemporáneo. Vans es una firma que ha sabido entenderlo y se ha comprometido con nuestros valores», añade. El museo cerró 2017 con una cifra récord de visitantes: 2.260.000, y Rüger dijo entonces que el atormentado creador, que solo vendió un cuadro en vida y pintaba sobre trapos de cocina cuando necesitaba dinero, «sigue inspirando a tanta gente en el mundo entero». Un estudio publicado ese mismo año por la Universidad Erasmus, de Róterdam sobre la reputación de 18 museos internacionales, señaló que el Van Gogh era “el preferido de los visitantes europeos, seguido de cerca por el Louvre”.¿Corre Van Gogh el peligro de convertirse en una marca que le oscurezca como creador? «En absoluto. Es uno de los artistas más famosos del mundo y cuidamos mucho nuestras colaboraciones comerciales», señala Axel Rüger, director del museo, que explica el doble efecto buscado con esta colección. «No tratamos de hacerle más grande, sino más accesible, y deseamos mostrar asimismo su influencia y relevancia en el arte y el diseño contemporáneo. Vans es una firma que ha sabido entenderlo y se ha comprometido con nuestros valores», añade. El museo cerró 2017 con una cifra récord de visitantes: 2.260.000, y Rüger dijo entonces que el atormentado creador, que solo vendió un cuadro en vida y pintaba sobre trapos de cocina cuando necesitaba dinero, «sigue inspirando a tanta gente en el mundo entero». Un estudio publicado ese mismo año por la Universidad Erasmus, de Róterdam sobre la reputación de 18 museos internacionales, señaló que el Van Gogh era “el preferido de los visitantes europeos, seguido de cerca por el Louvre”.

“Nuestro museo obtiene el 87% de su presupuesto con la venta de entradas y de los objetos de la tienda, además del comercio digital, a través de nuestra web, de todo lo relacionado con el pintor [el resto llega del Estado, patrocinadores o donaciones, entre otros]. Licencias como la de Vans o las que hicimos en 2016 con la marca de relojes Jaeger-LeCoultre y la de maletas Samsonite, pretenden obtener ingresos, desde luego. Pero tratamos siempre de llamar la atención sobre la vida y la obra de Van Gogh. Piense que todo lo que ganamos revierte en el museo, la conservación de la colección y los programas culturales”, sigue el director, en conversación telefónica.

El precio de los zapatos de Vans oscila entre los 80 y 100 euros y una cazadora son 150 euros. «Lo mejor es que han sabido trascender sus clásicos populares de una obra de pincelada reconocible. Han elegido sus Girasoles, un Autorretrato, una Calavera y el Almendro en flor. «Pero también las cartas a su hermano, Theo, que ilustraba con los cuadros que pensaba ejecutar, y son mis favoritas. Han entendido que la parte comercial debe incluir un compromiso con la obra completa, no solo lo que sabemos que atrae seguro». Teniendo en cuenta que el promedio de edad del visitante es de 34 años, el uso de las redes sociales es indispensable. “Me han dicho que hay clientes de Vans que han comprado estos zapatos y luego han buceado en su vida y obra. Ese el verdadero éxito”, asegura Rüger.

Zapatillas de la marca Vans inspiradas en el óleo 'Calavera', de Van Gogh.
Zapatillas de la marca Vans inspiradas en el óleo ‘Calavera’, de Van Gogh. Aimerito Photography

La fama del artista tiene más facetas. Según datos de la sala, sus dos páginas de Facebook (museo y pintor) tienen juntas 4,5 millones de seguidores. La cuenta de Twitter, suma 1,6 millones, y en Instagram tienen otros 783.000. En términos de aprovechamiento de las redes sociales, el Van Gogh compone un quinteto ganador junto con el Museum of Modern Art (Nueva York), Louvre (París), Metropolitan Museum of Art (Nueva York) y la Galería Saatchi (Londres).

El director no menciona la cifra de ventas de una colección efímera por mor de su éxito, y tanto la web de la sala, como la de Vans piden comprensión. La compañía aconseja «dirigirse a concesionarios fiables para ver qué queda». El museo se disculpa «por las molestias» e indica que «aguarda la llegada de una pequeña partida en breve; permanezcan atentos». Van Gogh está por encima de las marcas, según su director. El pintor firmaba con su nombre, Vincent, a la manera de su ídolo, Rembrandt. Pero el tirón de su apellido parece imbatible.

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