Ocho libros para acercarse a la literatura ‘latinx’

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Durante la mayor parte de mi vida no tuve papeles, por lo tanto, construí mi idea de Latinoamérica —incluso de República Dominicana, donde nací— a partir de libros e historias. Las imágenes del realismo mágico en Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, Como agua para chocolate de Laura Esquivel y La casa de los espíritus de Isabel Allende me ayudaron a imaginar (y, seamos honestos, a idealizar) cómo era la vida en mi país de origen: mujeres flotantes, etéreas y clarividentes; comida que literalmente te hace llorar; fantasmas que merodean por los pasillos. Estos libros fueron parte de una tradición latinoamericana que mezcló el misticismo con el comentario político, una crítica seria escondida entre líneas.

Cien años de soledad se publicó en 1967 y le siguió un derroche de memorias e historias de ficción realista que abordaban temas como la migración y la vida de los latinos en Estados Unidos: Soñar en cubanode Cristina García, De cómo las muchachas García perdieron el acentode Julia Álvarez, La casa en Mango Street de Sandra Cisneros, Cuando era puertorriqueña de Esmeralda Santiago. Estos libros se convirtieron en clásicos de este movimiento literario, que se enfocaba en las identidades duales de sus personajes. Eran elementos necesarios dentro de una colección limitada de títulos para las comunidades latinas en Estados Unidos que anhelaban conocerse a sí mismas.

El siglo XXI nos ha traído novelas que van más allá de la identidad. Estas experimentan con el estilo y el contenido, combinan géneros e incluyen personajes cuyas etnicidades solo son parte del trasfondo, si es que acaso se mencionan. Aquí te presentamos ocho de esos libros, publicados en los últimos dieciocho años, que están dando nueva forma a la literatura latina y que tienen un lugar asegurado en el estante de los clásicos.

Distancia de rescate de Samanta Schweblin (2014)

Estructurada como una obra teatral, esta novela escrita por una joven novelista argentina se cuenta en gran medida por medio de diálogos. Amanda, acostada en una camilla de hospital, le relata la historia de su enfermedad a David, un joven que está sentado a su lado y la agobia con preguntas sobre unos “gusanos” misteriosos que parecen ser la clave tanto de la afección de Amanda como del extraño humor de David. “A partir de ahí la historia es un rápido descenso hacia la fantasmagoría”, escribió Jennifer Szalai en su reseña del libro para The New York Times.

De noche andamos en círculos de Daniel Alarcón (2013)

Nelson es un joven aspirante a actor que vive en un país sudamericano cuyo nombre no es revelado y que ha sido destrozado por la guerra, y que desea escapar de lo que él considera una vida mediocre. Su oportunidad llega cuando consigue un papel estelar en la gira de un nuevo montaje de la farsa El presidente idiota, en la que interpreta al hijo del dirigente y se adentra cada vez más en el papel. Es un “estudio provocativo de la manera en que la cultura bélica atrapa tanto a sus participantes como a sus testigos, la fascinación distorsionada de la violencia y las consecuencias deformantes de los papeles que interpretamos en público”, escribió nuestra crítica Ana Menéndez.

Su cuerpo y otras fiestas de Carmen María Machado (2017)

“Este libro es una cosa alocada cubierta de escamas y lentejuelas, esplendorosa con el brillo de la influencia de fabulistas como Angela Carter, Kelly Link y Helen Oyeyemi, y construida con elementos de ciencia ficción, teoría queer y terror”, escribió en su reseña nuestra crítica Parul Sehgal sobre el reciente volumen de cuentos cortos de esta autora cubana-estadounidense. Cada cuento juega con el género literario y el sexual. En uno de ellos, una mujer relata sus proezas sexuales mientras transcurre un aparente apocalipsis a su alrededor. En otro —la pieza central del libro— Machado reimagina casi trescientos episodios de Law & Order: Special Victims Unit, e introduce dobles de personajes y espíritus acechantes.

In the Distance de Hernán Díaz (2017)

Díaz era relativamente poco conocido cuando fue nombrado finalista para el Premio Pulitzer y el PEN/Faulkner el año pasado. Su novela, publicada por la editorial independiente Coffee House Press, cuenta la historia de un niño sueco que intenta encontrarse con su hermano en Nueva York pero termina en San Francisco luego de abordar el barco equivocado. El niño, Håkan, debe regresar al este del país a pie y de camino se encuentra a contracorriente con la migración masiva de la fiebre del oro. “Pese a que muchos de sus elementos son familiares y usados hasta el punto del desgaste —tabernas y caravanas de carretas, indios y buscadores de oro—, la novela no es nada de eso”, escribió Lawrence Downes en una semblanza de Díaz para The New York Times.

El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vásquez (2013)

Esta “excelente novela nueva rechaza los colores brillantes y las transformaciones míticas de la obra maestra de su compatriota caribeño de mayor edad”, dijo nuestro crítico Edmund White, refiriéndose a la desviación estética que toma Vásquez de Cien años de soledad de García Márquez. En cambio, el autor retrata la “fría y amarga poesía de Bogotá y la silenciosa intensidad del joven amor conyugal”. La historia sigue a Antonio, un profesor joven que se hace amigo de un hombre mayor, Laverde, quien había estado en prisión durante dos décadas. Una noche, saliendo del billar donde se conocieron, dos hombres que pasaban a bordo de una motocicleta les disparan. Laverde muere y Antonio, que queda malherido, se obsesiona con saber más acerca de él.

Michiko Kakutani, quien trabajó como crítica para The New York Times, alguna vez escribió que esta novela ganadora del Premio Pulitzer es “tan original que solo puede describirse como Mario Vargas Llosa combinado con Viaje a las estrellas, con algo de David Foster Wallace y un toque de Kanye West”. La prosa de Díaz es intelectual y de barrio, se inspira en el folclore taíno y la historia dominicana para contar el relato de Óscar: un niño ñoño de segunda generación que vive en Nueva Jersey, cuya familia es perseguida por una maldición, un fukú, que los siguió desde Santo Domingo.

[Nota: Este año, la reputación de Díaz fue manchada debido a las acusaciones de abuso sexual que otra escritora, Zinzi Clemmons, hizo en su contra. Él desmintió las declaraciones y en general se ha mantenido alejado de la atención pública desde entonces. A principios de este mes, el consejo del Premio Pulitzer anunció que luego de una investigación de cinco meses, no “encontró suficiente evidencia para justificar la expulsión” de Díaz del consejo.

Entré en conflicto con respecto a incluir este libro. Sin embargo, negar la influencia del trabajo de Díaz o la importancia de la perspectiva desde la cual escribía me pareció deshonesto. Cuando leí La maravillosa vida breve de Óscar Wao por primera vez en el bachillerato, me puse pálida ante el machismo en sus páginas, pues fue un recordatorio intenso de una cultura de misoginia que dañó mi infancia de manera irreparable. No obstante, parte del valor que tiene la literatura es su habilidad para reflejar la vida real, y una cosa me queda clara: este tipo de sexismo sigue siendo profunda e innegablemente familiar].

La hija que no soñaste de Érika L. Sánchez (2017)

Julia Reyes, una adolescente mexicoestadounidense aspirante a escritora y de carácter imprudente, no se parece en nada a su hermana mayor, Olga, quien parece ser “perfecta” y se dedica por completo a sus padres tradicionalistas. Sin embargo, cuando Olga muere en un accidente de autobús, Julia descubre que su hermana quizá había estado viviendo una doble vida. “En parte una historia detectivesca y en parte un relato sobre el paso a la madurez, la novela de Sánchez no teme abordar temas polémicos”, se señala en nuestra reseña. “Julia vive en un mundo en el que los adolescentes conocen bien la pobreza, el abuso sexual, la violencia doméstica y el miedo a la deportación. Además, la relación de Julia con su madre, quien le dice que es una “huevona” y una “malcriada” (bono: los lectores también obtienen un curso intensivo de insultos en español) es una mezcla delicada de enojo, amor, culpa y resentimiento”.

The Poet X de Elizabeth Acevedo (2018)

Esta novela para jóvenes adultos, ganadora del Premio Nacional del Libro para la Literatura de los Jóvenes de este año, trata de una adolescente dominicana de 15 años llamada Xiomara que batalla con los problemas de la adolescencia: un cuerpo extraño que atrae silbidos y piropos de los chicos e insultos de las chicas, una mamá estricta que quiere que se comporte como una buena niña católica, y el chico que le gusta en su escuela,  pero de quien no puede hablar. Al principio, Xiomara sobrelleva la situación metiéndose en peleas y desahogando sus frustraciones en su poesía. Después, la invitan a ser parte de un club de competencia de poesía. En las palabras de nuestra crítica Julie Fogliano: “El poderoso verso libre de Acevedo logra permanecer contenido entre las cubiertas del libro. La fuerza e intensidad que conllevan sus palabras hacen que prácticamente salten de la página, lo cual da como resultado una novela en verso que se siente tanto como se escucha”.

Fuente: NY Times

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