Desde que se cerraron sus puertas por la declaración del estado de alarma, Ansorena galería de arte ha apostado por una serie de exposiciones online que giran en torno a temas relacionados con el confinamiento. Arrancaron con Desde mi ventana, con obras de Carlos Morago, Carlos Marcote y Juan Luque; a la que siguieron, Puertas adentro, de José María Cuasante, Carlos Tárdez y Carlos Vega Faúndez; Si cerca de tu biblioteca tienes un jardín, lo tienes todo, de Joaquín Ureña y Gary Bukovnik, y, la última, una muestra monográfica de Michele del Campo (hasta el 7 de mayo)
El pasado 30 de mayo, Ansorena galería de arte inauguraba la exposición Dos metros, con obras del pintor Michele del Campo. Un título que hace referencia a la distancia recomendada para todas las acciones interpersonales, la conocida como distancia social. Desde la irrupción del Covid-19 se acabaron abruptamente besos, abrazos, apretones de manos…, en definitiva, tocarnos.
Hasta que podamos interactuar entre nosotros en distancias más cercanas, este espacio expositivo muestra los lienzos de Michele del Campo (Sannicandro Garganico, Foggia, 1976), poblados de personajes que no mantienen la distancia física, pero, quizá a modo de premonición, mantienen una distancia emocional.
Bajo el apelativo de “daydreamers”, el pintor plasma a un joven ocioso y a la vez melancólico. Los personajes aparecen distantes e inmersos en un mundo interior no realizado, están atrapados entre la fantasía y la realidad, se encuentran ensimismados, ajenos a su entorno. A través de esta insatisfacción juvenil Michele del Campo es capaz de captar la esencia de toda una generación.
En definitiva, los lienzos de Michele del Campo reflexionan sobre la complejidad de los sentimientos del individuo y la dificultad en las relaciones, pero también del deseo de comunicarse. Son “extraños cercanos” anhelando, en el fondo, poder interactuar.
Pinta del natural, aunque también está presente la fotografía en su proceso creativo. Sus obras son mezclas cuidadosas de varias fotografías y bocetos donde combina modelos, objetos y espacios en diferentes tiempos y lugares, universalizando el palpitar de lo urbano. Pinta a menudo en formatos grandes, con la frescura y la sensualidad de una pincelada muy personal y la luz como una protagonista más en sus composiciones. Convierte al espectador de sus obras en un testigo baudeleriano de la acción, cuyas lecturas multiplica al imaginar todo aquello que se queda fuera del marco.
Desde mi ventana
Estas exposiciones online se inauguraron el 6 de abril con Desde mi ventana, una muestra en la que participan los artistas Carlos Morago, Carlos Marcote y Juan Luque y que está vertebrada a su vez en tres secciones que corresponden a la mirada de cada uno de ellos desde “su ventana”. En palabras de las galeristas, Cristina Mato y Lorena Pizarro, “pretendemos, a través de la pintura, multiplicar las vistas desde nuestras ventanas. Hoy, más que nunca, nuestras ventanas no solo nos dan la pulsión de aquello que transcurre a nuestro alrededor, también son el vehículo para elevar nuestras emociones”. En definitiva, “tres pintores que nos muestran en su obra su visión a través de la ventana, enriqueciéndonos así la visión a través de la nuestra”.
Carlos Morago
DESDE MI VENTANA VEO EL SILENCIO DE LAS CALLES. Con estos cuadros, Carlos Morago (Madrid, 1954) nos muestra un Madrid visto desde arriba y hacia el horizonte, es una instantánea del urbanismo cambiante de la ciudad. Un Madrid en silencio que transmite el mundo de su autor, pero donde a la vez el espectador se siente identificado. Son escenas delicadas, llenas de una serena belleza, acentuada por la matización del color y la riqueza de los empastes.
Carlos Marcote
DESDE MI VENTANA SIENTO EL SOL SOBRE LAS COLINAS. Carlos Marcote (Salvatierra, Álava, 1950) ve el paisaje del norte del España desde su ventana, escenas casi oníricas donde la elegante pincelada y la incidencia de la luz se convierten en sí mismos en elementos principales del cuadro. Colinas verdes, sugerentes y ensoñadoras que se muestran como una representación de “la piel del mundo”.
Juan Luque
DESDE MI VENTADA ESCUCHO EL MURMULLO DEL MAR. Los horizontes con mar de Juan Luque (Montilla, Córdoba, 1964) son la excusa que utiliza el artista para plasmar sus inquietudes técnicas, pero también emocionales. No busca el paisaje mirándolo directamente, sino a través de los ojos del otro, el cine o internet son sus fuentes, luego traslada esta mirada a la pintura. El faro, uno de sus protagonistas habituales, trasciende la recreación mimética y el alarde técnico, en favor de la pulsión emocional, se convierte en ese lugar seguro que es a la vez hogar y refugio.
Si cerca de tu biblioteca tienes un jardín, lo tienes todo
Esta cita de Cicerón es el hilo conductor de esta exposición en la que participan dos artistas icónicos de la galería: Joaquín Ureña y Gary Bukovnik, dos maestros de la acuarela con un mundo iconográfico muy particular que nos ayudan, llenando de libros y flores, a sobrellevar nuestro confinamiento.
Joaquín Ureña
Conocido como uno de los artistas renovadores de las técnicas al agua en nuestro país, además de ser un referente del realismo pictórico. Las obras, de gran formato, de Joaquín Ureña (Lérida, 1946) rompen los límites tradicionales de la acuarela, y tiene como protagonista su propio estudio, donde los estantes repletos de libros le acompañan, hoy más que nunca, en su día a día. Con la economía de sus pinceladas intenta que el espectador interprete las manchas de color y vea en ellas el título de algún libro. Su biblioteca también se convierte en la nuestra.
Gary Bukovnik
Gary Bukovnik (Cleveland, Ohio, 1947) es un artista de gran trayectoria internacional que ha roto las fronteras de la acuarela para mostrarnos una eterna primavera no carente de cierto descaro en sus composiciones. Las flores, han sido a lo largo de la historia del arte un tema recurrente para los artistas, el trabajo de Gary Bukovnik hereda esta tradición, al tiempo que forja su propia visión al respecto. Comparte con nosotros un jardín siempre en flor, lleno de frescura, color y optimismo.
Puertas adentro
Hoy el día a día de la inmensa mayoría se ha visto recluido al espacio que llamamos “casa”. Más que nunca este espacio doméstico es sinónimo de hogar y refugio. Nuestro entorno familiar, antes solo presente en algunos aspectos de nuestro devenir diario, se ha convertido en absoluto protagonista de toda nuestra actividad. Todo lo desarrollamos en el ámbito de lo privado, de nuestra intimidad.
Una de las características de la pintura realista contemporánea es representar una realidad trascendida, que es expresión de sentimientos profundos, donde la emoción es la protagonista. Para ello, muchos de estos artistas realistas tienen como objeto protagonista su propio medio social privado, sus allegados y los escenarios de su propia vida cotidiana. Sus obras se enmarcan en un ámbito de intimidad y emoción, que trascienden la realidad para evocar sentimientos.
Con esta exposición, “pretendemos profundizar en la visión de la vida cotidiana, tan presente en el realismo contemporáneo, a través de la visión de tres artistas, José María Cuasante, Carlos Tárdez y Carlos Vega Faúndez. Tres puntos de vista del realismo que se hace hoy en España, todos ellos usan su propia intimidad como objeto, una intimidad que comparten con el espectador para hablar de temas cercanos y a la vez universales. La pintura como vehículo para emocionar”, comentan las galeristas.
José María Cuasante
José María Cuasante (Fresno de Losa, Burgos, 1944) presenta una pequeña serie de interiores, tema recurrente en la iconografía del artista desde finales de los años ochenta. En estos temas, a través de una pincelada mucho más suelta, usa la luz y el color, con predominio del rojo, para crear atmósferas envolventes que hablan del concepto de hogar.
Carlos Tárdez
Carlos Tárdez (Madrid, 1976) usa a su propia familia como modelo, intenta expresar la idea de la forma más directa posible, su técnica pictórica y el realismo empleado son cuidados, generando composiciones sencillas y rotundas en las que el vacío cobra un sentido y en muchos casos lleva el peso conceptual en un tratamiento del espacio que bebe directamente de la pintura abstracta. Es una figuración simbólica. El título de cada una de las obras sugiere y refuerza los dobles sentidos y las reinterpretaciones de pasajes mitológicos, dejando siempre abierta la interpretación subjetiva del espectador.
Carlos Vega Faúndez
Carlos Vega Faúndez (Constitución, Chile, 1972) representa en sus lienzos bolsas que contienen catálogos de exposiciones, con su virtuosa pincelada nos muestra una visión renovada y personal del “cuadro dentro del cuadro” a través de las obras que aparecen en las portadas de dichos catálogos. Son esos catálogos y libros que nos esperaban en casa, y en estos momentos son aliados en nuestro confinamiento hasta que museos y galerías abran de nuevo sus puertas y podamos volver a disfrutar del arte presencialmente.
Leer más en: https://www.descubrirelarte.es/2020/05/04/a-dos-metros-de-distancia.html
