Benedicto XVI, Jules y Edmond de Goncourt, María Fernanda Ampuero y Julia Otxoa, entre los autores destacados
1. RATZINGER Y KÜNG: EL DOGMA Y LA DUDA.
«Joseph Ratzinger-Benedicto XVI (1927) y Hans Küng (1928) son dos teólogos que fueron colegas en la Universidad de Tubinga, se distanciaron y siguieron caminos diferentes en la Iglesia católica. Ratzinger fue nombrado arzobispo de Múnich y cardenal por Pablo VI en 1977, presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) por Juan Pablo II en 1981 y “elegido” papa en 2005. Hans Küng viene cultivando la teología ininterrumpidamente desde hace más de seis décadas, se le prohibió enseñar teología católica por su crítica al dogma de la infalibilidad en 1979 y ha elaborado un nuevo paradigma teológico: la teología de las religiones. Recientemente se han publicado dos libros en los que ambos exponen sus posiciones, con frecuencia en las antípodas: ‘Últimas conversaciones con Peter Seewald’, de Benedicto XVI, y ‘Siete papas. Experiencia personal y balance de la época’, de Hans Küng». Por JUAN JOSÉ TAMAYO
2. FERNANDO VII, DE CERCA.
«En 2002 el historiador Emilio La Parra fue finalista del Premio Comillas por ‘Manuel Godoy. La aventura del pode’r; en 2017 ha obtenido el galardón por ‘Fernando VII. Un rey deseado y detestado’. A lo largo de bastantes años ha indagado en una de las más cenagosas épocas de la historia de España y buena parte de su excelente trabajo se resume en estas biografías de los dos personajes más impopulares de la España moderna». Por JOSÉ-CARLOS MAINER
3. LA VIDA LITERARIA, AL DESNUDO.
«Días después de la muerte de Edmond de Goncourt, ocurrida el 16 de julio de 1896, a los 74 años, se leía su testamento, donde daba instrucciones sobre qué hacer con sus manuscritos y en particular con su ‘Diario’, un proyecto concebido inicialmente por su hermano Jules y que a su muerte él proseguiría hasta el final de su vida. En el testamento se dice: “Después de mi muerte, se encontrará en mi pequeño armario de marquetería, situado en mi gabinete de trabajo, una serie de cuadernos que llevan por título ‘Diario de la vida literaria’, empezado por mi hermano y yo el 2 de diciembre de 1851”. Edmond quería que aquellos cuadernos fueran recogidos inmediatamente, sellados y depositados en la notaría Duplan hasta pasados 20 años, después de los cuales debían enviarse al departamento de manuscritos de la Biblioteca Nacional, donde podrían ser consultados y publicados. Edmond donaba asimismo a la proyectada Academia de los Goncourt lo más valioso de su colección de arte y los aguafuertes de Jules al objeto de poder financiar en el futuro la publicación de sus obras, como a la larga así ocurrió. Pero aquel testamento fue impugnado al día siguiente por la familia, furiosa de verse desposeída de un importante legado que creía suyo». Por ANNA CABALLÉ
4. EL POLÍGRAFO COMO CRÍTICO LITERARIO.
«Hace más de dos siglos, el romántico Friedrich Schlegel afirmaba en su ‘Carta sobre la novela’ que las ‘Confesiones’ de Rousseau eran la mejor novela romántica, por encima de las más convencionales novelas del ginebrino. A la vez que reivindicaba la narración de la experiencia con una facultad de la imaginación, Schlegel aborrecía la novela en cuanto pretendía ser un género particular, porque esta había surgido, precisamente, como desmoronamiento de las jerarquías genéricas del clasicismo. Si durante el siglo XIX la novela se construyó como género cerrado, prefiriendo lo verosímil a lo veraz (siguiendo a Aristóteles), valiosos momentos de la vanguardia del siglo XX han vuelto a desjerarquizar la novela con herramientas de la autobiografía (Proust, Bernhard, Sarraute, Ginzburg, Naipaul, Coetzee…). Pero dos siglos después, la herida que separa verdad y ficción como conceptos antagónicos parece no querer cerrarse. Un ejemplo de ello es ‘La máscara o la vida. De la autoficción a la antificción’, del profesor Manuel Alberca; quizá, junto a Anna Caballé, quien más ha hecho en los últimos años por reivindicar el estatus de la autobiografía como gran obra literaria en España. Alberca comienza con las obras de nuestros modernistas y realiza un exhaustivo análisis de las grandes autobiografías españolas del XX y XXI: Francisco Umbral, Jesús Pardo, Manuel Vicent… hasta las últimas publicaciones de Marcos Giralt y Marta Sanz, entre otros». Por CARLOS PARDO
5. HORRORES GLOBALES.
«María Fernanda Ampuero es una escritora guayaquileña nacida en 1976. ‘Pelea de gallos’ es su primera colección de relatos; en ellos se traza una panorámica de algunas de las aceradas puntas del iceberg de la ideología invisible en el continente americano: violencia, clasismo, machismo, abuso de menores, hipocresía social, precariedad, insensibilidad ante el maltrato —físico, psíquico, humano, animal—, sexualidades reprimidas, tensión entre amo y esclavo, imposibilidad de limpieza o inocencia, supercherías e ignorancias, el peso de un sentimiento religioso que termina siendo más castrante que esperanzador…». Por MARTA SANZ
6. LA INFANCIA Y SUS BARRIOS.
«Estuve hace un tiempo en el ‘Hostal Parisién’ (El Aleph, 2011), aquella novela de Antonio Fontana que recreaba un escenario que no era exactamente París pero que estaba tan presente en las paredes de aquel lugar, con las fotografías de un padre joven delante de la torre Eiffel, frente al Molino Rojo o el Arco del Triunfo. Estuve allí en ese hostal y en otros lugares que se iban reconstruyendo a golpe de recuerdos y deseo. En ‘Sol poniente’, la nueva novela de Fontana (Málaga, 1964), la memoria asoma de nuevo poderosa y aparentemente más plácida porque refiere momentos de infancia y se ha estipulado que la niñez todo lo atenúa. Pero en esas esquirlas memorables de episodios discontinuos hay un aire de asombro no sólo por cómo se precipita el tiempo, sino porque el turbio azar puede irrumpir en cualquier momento y convertir al protagonista en cautivo del propio recuerdo. Y en ese decir transmitido a través de un breviario de acontecimientos que no sigue orden cronológico hay desconcierto, felicidad, humor negro y está el cine. También la textura de imágenes fotográficas donde se ve envejecer tanto a los tuyos en sepia, en blanco y negro y en color, como a los lugares que se habitan». Por MARÍA JOSÉ OBIOL
7. FULGURACIONES.
«Microrrelato, fábula breve, todo ello más cualquier otra pieza que relacione brevedad, fogonazo en algunos casos, con un discurso narrativo, es lo que es ‘Confesiones de una mosca’, de la escritora y poeta vasca Julia Otxoa. La mayoría de las piezas que componen este libro no pasan de la página y media. Otras no lo hacen de la media página. Incluso las hay que no llegan a las diez o cinco líneas. Por tanto tenemos un género o, si se quiere, una teoría compositiva con larga tradición en lengua castellana, a un lado y otro del Atlántico, eso sin contar la que aportaron en otras lenguas, como fue el caso de Franz Kafka con sus tempranísimas ‘Meditaciones». Por J. ERNESTO AYALA-DIP
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