Robert Warren hurgaba en el armario de su galería de arte cuando tropezó con una pintura vieja escondida detrás de una mesa.
Al principio, no se apreciaba mucho: un lúgubre panel de figuras mitológicas desnudas. Había sufrido daños por la humedad y estaba agrietado en algunas zonas.
«No pensé que fuera algo valioso», dice Warren, director ejecutivo del complejo artístico Hoyt Sherman Place en Des Moines, Iowa (Estados Unidos). «Ni estaba seguro de por qué habría estado en ese armario», confiesa.
Esto fue justo antes del fin de semana del Día de los Presidentes de 2016. La historia podría haber terminado allí, pero en la parte posterior de la pintura, Warren encontró lo que parecía una pegatina de subasta.
Y a partir de esa pista comenzó un largo viaje de investigación que acabó con la verdad de ese cuadro que en un inicio despreció: la pintura es obra del maestro holandés Otto van Veen (1556-1629), del siglo XVI, y probablemente valga más de 4 millones de dólares.
Un misterio resuelto
Lo que Warren pensó que era una pegatina de subasta resultó ser una etiqueta que indicaba que la pintura una vez estuvo colgada en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met).
Como pronto supo, la obra fue prestada al Met por un hombre llamado Nason Collins, quien se llevó la pintura a principios del siglo XX, cuando él y su familia se reubicaron en Des Moines. La nieta de Collins más tarde la donó junto a otras cuatro pinturas al Club de Mujeres de Des Moines, que estableció una galería de arte en Hoyt Sherman Place.
¿Pero quién era el artista? La etiqueta lo identificó como el pintor renacentista Federico Barocci, pero Warren consultó a los conservadores de arte y los eruditos que finalmente devolvieron la autoría del cuadro a Van Veen. Titulado «Apolo y Venus», se cree que fue creado entre 1595 y 1600.
La pintura representa las figuras mitológicas de Apolo y Venus, la diosa del amor, junto con un querubín que puede ser su hijo Cupido. Apolo tiene una lira y Venus está desnuda, pintando sobre un lienzo. Muy cerca se ubican una colección de joyas, una cesta de frutas y flores, una rama de rosas y un cuenco de ostras.
A pesar de su belleza, la pintura aparentemente nunca se expuso. Warren dijo que probablemente sea porque era demasiado sugerente para los habitantes de Iowa en la primera mitad del siglo XX.
«No había otros desnudos en ninguna otra pintura en la colección», dijo Warren. «Es una pintura muy sensual», agregó.
Llevó casi un año restaurar y enmarcar la pintura, confiesa el amante del arte.
El valor de la pintura no está del todo claro. No obstante, podría valer entre 4 y 11 millones de dólares, según las ventas de otras obras de Van Veen, dijo Warren. Eso sí, aseguró que no tiene planeado vender la obra.
Hoyt Sherman Place realizó una presentación privada de la obra el mes pasado. Ahora la galería está haciendo planes para exhibirla permanentemente.
«La gente quiere venir y verla», dijo Warren. «Pero tenemos que esperar hasta que se mejore la seguridad», advirtió.
Ver más en: