El ministro de Cultura Pedro Vergés calificó como un “error de percepción” las quejas surgidas entre algunos vendedores de libros, de que el público que asistió a la feria fue solo a recrearse y no a comprar.
“Quejarse de que mucha gente viene a la feria y no compra libros no es una queja válida, porque la gente no solo viene a la feria a comprar, la gente viene a escuchar las conferencias, a dialogar con otras personas y a otras tantas cosas”, afirmó Vergés.
Indicó que unas 700,000 personas asistieron a la feria por lo que resultaría imposible contar con esa cantidad de libros para suplir la demanda de todos los asistentes.
Aseguró que si la feria consistiera solo en la venta de libros “sería muy poca cosa”. Preciso que la feria es un punto de encuentro de una determinada sociedad en torno a una motivación cultural que viene dada por el libro.
El ministro ofreció las declaraciones en la rueda de presa de clausura de la XXI entrega de la Feria Internacional del Libro que este año tuvo como país invitado a Guatemala.
En la reunión celebrada en la Biblioteca Nacional, Vergés dijo que para contabilizar la asistencia de los visitantes a la Plaza de la Cultura se implementaron los pasímetros, que permitieron manejar las cifras de los visitantes.
Resaltó con satisfacción los resultados de la organización de la feria y felicitó al personal que colaboró con los preparativos.
De su lado, la directora de la Feria Internacional del Libro, Ruth Herrera, afirmó que esta entrega cumplió con su objetivo y misión a cabalidad.
Explicó que como novedades en esta edición, hubo la participación por primera vez del Pabellón de la República Digital, en el cual permitió ver e interactuar con las nuevas tecnologías.
En sus palabras evaluativas, Herrera expresó su satisfacción por el desempeño del Pabellón Infantil, del que refirió que tuvo una gran acogida.
“Lo único que lamentamos fue que el espacio no fuera más grande, para poder tener más niños participando ahí adentro, pero se llevaron a cabo una cantidad de talleres, algunas obras ”, dijo.
“Aparte de eso, abrimos el Pabellón Libro Cocina, el cual fue muy bien acogido por el público”, agregó.
Los detalles. La vigésimo primera edición de la Feria estuvo dedicada al escritor y poeta Lupo Hernández Rueda y se rindió homenaje al decimero Juan Antonio Alix con la participación de 30 escritores extranjeros.
En esta ocasión participaron 93 librerías, editoras y distribuidoras nacionales con títulos nuevos y usados. También expusieron 45 librerías-editoras internacionales, además de 13 asociaciones culturales y artísticas.
Cinco universidades instalaron sitios en los cuales desarrollaron programas académicos y de orientación. Un total de 210 casetas fueron instaladas en esta entrega de la feria.
Se realizaron un promedio de 40 actividades al día. El Espacio Joven realizó cinco actividades diarias y el Pabellón Infantil presentó 16 talleres diarios.
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