La exposición «Hello World» exhibe las obras de Frida Kahlo, Leonora Carrington, Carlos Mérida, Tina Modotti, Johann Moritz Rugendas y José María Velasco, entre otros, así como piezas precolombinas traídas de museos de México.
«Existencias entreveradas. Arte Popular, Surrealismo y Arquitectura Emocional» es el título del capítulo que gira en torno a México en la exposición «Hola Mundo» («Hello World»), que abrió sus puertas en el Museo Hamburger Bahnhof en Berlín.
En los 10 mil metros cuadrados de superficie que tiene el recinto se expusieron en 13 capítulos las obras de arte propiedad del Estado alemán que usualmente se exhiben en la Nueva Galería Nacional (Neue Nationalgalerie) y en la Antigua Galería Nacional (Alte Nationalgalerie), en el Museo Berggruen y en la Colección Scharf-Gerstenberg.
Se suman a ellas las que fueron traídas de todas partes del mundo y de numerosas colecciones privadas para esta muestra.
El objetivo es poco común: la exposición trata de alterar la forma como el público entiende el arte occidental, que es fundamentalmente reseñado e interpretado desde una visión eurocentrista en los museos alemanes.
La interrogante que recorre la exposición es: ¿cómo se entenderían estas obras si desde el principio se hubieran interpretado con una visión abierta al mundo?
De ahí que por lo menos la mitad de los 13 capítulos de «Hello World» intercalan obras de arte desde finales del siglo XVIII, XIX y XX, con obras procedentes de otras latitudes y épocas para hacer visible los vínculos que las unen.
Algunos de los títulos de las otras secciones son «Inventar un Paraíso. Los lugares anhelados por Paul Gauguin hasta Tita Salina», «Llegada, Incisión. El Modernismo Indio como un sinuoso sendero» y «Plataformas de Vanguardia. La Tormenta (Der Sturm) en Berlín y Mavo en Tokio».
Otros capítulos de la exposición llevan títulos como «Comunicación como un Acontecimiento Global. El Arte en acción, Conceptualización del Arte y Arte con Medios de Masas», «Interludios» y «Los Derechos Humanos del Ojo». Cada capítulo tiene su propio curador.
En el capítulo que protagoniza México, «Existencias entreveradas. Arte Popular, Surrealismo y Arquitectura Emocional», las obras de arte elegidas plasman un diálogo de influencias e inspiraciones. Este capítulo fue conceptualizado por la curadora Melanie Roumiguiere.
De Mathias Goeritz, uno de los máximos exponentes de la Arquitectura Emocional, están las pinturas que perfilan las Torres de Satélite. Ahí mismo en una mesa con tapa de vidrio se exhibe el ejemplar del semanario alemán Der Spiegel, que lleva en su portada Las Torres de Satélite.
Fue la forma como Spiegel quiso proyectar el México moderno en su edición del 8 de enero de 1968. En la portada dice en alemán: «México. El país de las Olimpiadas». Coronando a las Torres de Satélite en esa portada hay un calendario azteca.
Mariana Castillo Deball, artista mexicana radicada en Berlín, es una de las creadoras contemporáneas cuyas obras forman parte de esa sección en el Museo Hamburger Bahnhof. Participó asimismo en la conceptualización del capítulo relacionado con el arte en México.
Manifestó que «generalmente se piensa que el arte occidental es el que tiene las piezas paradigmáticas de la Historia del Arte, como es el caso de la ‘Mona Lisa’ en el Louvre».
En este proyecto se trata de encontrar otros puntos de referencia. Entonces México se toma como caso para ver desde el siglo XIX y hasta la fecha, pasando por el modernismo, el surrealismo, lo que hicieron muchos artistas europeos al tener contacto con México, y lo que crearon artistas mexicanos influidos por corrientes artísticas europeas.
«Fueron en un momento dado a México, tuvieron un vínculo con los artistas locales, la artesanía, la cultura, y a partir de eso generaron sus propias propuestas», mencionó Castillo Deball.
«También hubo artistas mexicanos que viajaron a otros lugares, recibieron influencias y generaron asimismo sus propias narrativas. Se trata un poco de alterar la perspectiva y ver cómo se generaron esas narrativas (a ambos lados del Atlántico), como una cosa fue llevando a la otra, y un poco destruir la idea del artista que no está contaminado», dijo.
«En esta exposición se ve que todos estamos influenciados tanto por personas como por los conocimientos en distintas partes del mundo». Las obras expuestas por Mariana Castillo Deball están inspiradas por las diosas Coyolxauhqui y Coatlicue, así como por leyendas indígenas.
En «Existencias Entreveradas», un elemento muy importante es el papel del arte popular, al que se suele llamar artesanía. Generalmente es un arte generado por personas anónimas, artesanos cuyos nombres no se conocen y que fueron los artistas que produjeron esas piezas.
En esta exposición se trata de darles autoría a los artistas populares y a la idea de arte popular, y cómo éste se convirtió en un símbolo para representar a un país. Pero también hay otro nivel: el de poder observar la influencia mexicana en la obra de artistas connotados de origen europeo.
Castillo Deball dijo que «lo interesante para el público en esta exposición es venir, tomarse su tiempo y disfrutar las conexiones tanto visuales como discursivas que tiene la exposición» .
Muchas de las piezas están en colecciones en Berlín, son parte también de los museos nacionales alemanes, pero muchas otras piezas vienen de México, España, otros países y continentes. Es un momento especial en el que tal vez estas piezas no van a volver a estar juntas de nuevo.
Entre las obras que se exhiben en el capítulo mexicano figuran de Frida Kahlo, Leonora Carrington, Max Ernst, Carlos Mérida, de Anni y Josef Albers, Gunther Gerszo, Tina Modotti, Johann Moritz Rugendas, José María Velasco, entre otros, así como piezas precolombinas traídas de museos de ese país.
El otro artista mexicano contemporáneo que exhibe una pieza es Mario García Torres, de 45 años. Es un video en super 8 de seis minutos de duración con paneos por la Barranca de Oblatos, un paisaje que fue pintado por el Dr. Atl (Gerardo Murillo).
García Torres expresó que desde su perspectiva, la motivación del artista es repensar los usos y vicios de utilizar un mismo paisaje, de usar una misma imagen para muy diferentes funciones y agendas.
Sus obras giran en torno a repensar las estructuras del arte, repensar que es lo que sucede en un museo cuando uno entra, cuáles son las herramientas que usan los museos de cara al espectador, cuáles son las verdades que los museos pretenden decir, y cuáles son las técnicas y las narrativas que utilizan para hacer eso.
La exposición «Hello World» estará abierta al público hasta el 26 de agosto próximo. A partir de ese momento, las piezas iniciarán de regreso el camino que recorrieron desde otros museos y países para ser albergadas durante cuatro meses en Hamburger Bahnhof de Berlín.
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