El periodista y escritor estadounidense Tom Wolfe murió el lunes 14 de mayo en Manhattan, Nueva York, a los 87 años, según informó el diario New York Times. El fallecimiento fue confirmado por su agente, Lynn Nesbit, quien señaló que había ingresado en un hospital de la ciudad por una infección.
Nacido en 1931 en Richmond, Virginia, Thomas Kennezly Wolfe Jr. estudió literatura inglesa en Washington y, más tarde, en 1957, se doctoró en filosofía. Trabajó primero en el diario La Unión de Massachusetts, y en 1962 como reportero todo terreno para el Esquire, New York Herald Tribune y Washington Post.
Su tentativa de ensayo de nuevos formatos de periodismo le llevó a pilotar una actitud experimental en el suplemento del New York Herald Tribune. Fue en este tabloide donde se fraguaron las directrices de ese “nuevo periodismo”, con apoyo del director del diario, Clay Felker, quien pedía a sus reporteros que “fueran más allá del periodismo objetivo”.
Este nuevo estilo, que se consolidó en Estados Unidos a partir de 1973, consistía en relatar los hechos escena a escena en lugar de la narración histórica, insertando diálogos auténticos y “detalles de categoría social”, tales como descripciones sobre comportamientos o formas de hablar o vestir.
Entre sus múltiples publicaciones destacan títulos como El buen género, donde relata la personalidad humana de un astronauta con motivo del primer viaje a la Luna. Otras obras suyas son La banda de la casa de la bomba, La palabra pintada —en la que ironiza acerca del mundo del arte—, La gran caza del tiburón, El Nuevo Periodismo, El coqueto aerodinámico rocanrol color caramelo de ron, En nuestro tiempo, Los años del desmadre o Elegidos para la gloria.
Se convirtió en un famoso novelista con La hoguera de las vanidades, publicada por primera vez en 1987 mediante veintinueve entregas en la revista Rolling Stones, en Nueva York. En ella se relata el ascenso y la caída de un especulador de Wall Street en el ambiente neoyorquino de los años sesenta. La obra fue llevada al cine en 1990 por Brian De Palma con Tom Hanks, Bruce Willis y Melanie Griffith.
Su novela Todo un hombre, publicada en noviembre de 1998 y recibida como un acontecimiento literario, le convirtió por segunda vez en candidato al premio National Book Awards, uno de los más importantes de Estados Unidos, en la categoría de ficción, uno de los cuales ya había conseguido con anterioridad, y que finalmente no revalidó. En este libro describe la vida de los años 90 en el sureste de Estados Unidos, desde el mundo de los negocios hasta la política, el deporte o la universidad.
Para el escritor y periodista, había cuatro premisas básicas para hacer más vívido un relato realista: “Construir el texto escena a escena como en una novela; usar la mayor cantidad de diálogo posible; concentrarse en los detalles para definir a los personajes y adoptar un punto de vista para relatar la historia”.
Con 73 años, publicó en noviembre de 2004 su tercera novela, Yo soy Charlotte Simmons, en la que narra en primera persona como si fuera una joven que consigue una beca para asistir a la universidad.
Wolfe era casi tan conocido por su atuendo como su sátira, siempre ataviado con algún impecable traje de tres piezas. Una vez que se le pidió que describiera su vestimenta, respondió con un término improvisado: “Neo pretencioso”.
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