La obra del búlgaro Christo está en el lago Serpentine de la capital inglesa. Costó 4 millones de dólares, que pagó el artista.
The New York Times
Con un casco de protección y una campera cargo, el artista Christo estaba de pie sobre una plataforma que daba al lago Serpentine una mañana de abril y miraba cómo cobraba vida su más reciente creación. Mientras los patos se deslizaban por el agua, hombres con mamelucos naranja comenzaron a montar la instalación, al tiempo que una grúa se movía sobre sus cabezas.
La mastaba de Londres, la primera obra de Christo en exterior en Gran Bretaña, ahora flota (hasta el 23 de septiembre) en medio del lago de Hyde Park. Esta pirámide trapezoidal de 7.506 barriles pintados y apilados en forma horizontal tiene 20 metros de alto –la misma altura que la Esfinge de Egipto- y pesa 650 toneladas. Barriles de petróleo: imposible no pensar en una alusión al origen de la riqueza actual de tantos países árabes.
Bautizada con el nombre de una estructura de techo plano con muros laterales inclinados que se originó hace unos 6.000 años en la Mesopotamia (la palabra mastaba significa banco en árabe), esta es un ensayo para una mastaba una ocho veces más alta que Christo espera erigir en el desierto de Abu Dhabi.
Este proyecto es menos ambicioso que otros anteriores de Christo, que nació en Bulgaria y tiene 83 años, y su mujer Jeanne-Claude, que murió en 2009. Entre ellos se cuenta uno que consistió en extender una cerca de 46 kilómetros de largo a través del norte de California y otro con el que envolvió en tela el Pont Neuf de París y el edificio del Reichstag (el parlamento) de Berlín.
Sin embargo, instalar la escultura londinense no fue sencillo. Christo tuvo que financiar el proyecto con su propio dinero, a un costo de unos 4 millones de dólares. (Christo hace lo mismo para todos sus proyectos, a través de la venta de obras de arte.) Luego dedicó un año a obtener los permisos de las autoridades municipales y el organismo que administra Hyde Park y tuvo dos meses y medio para terminar todo.
“Cada obra nuestra es como una expedición, algo increíblemente estimulante”, dijo el artista en una entrevista. “Me encanta estar aquí con los trabajadores. Me gusta ese proceso. Ese viaje es increíble, inolvidable”
Los materiales de la escultura debieron ser transportados al parque por más de 70 camiones, a los que se les indicó que avanzaran a unos dos kilómetros por hora porque el parque está lleno de peatones.
La mastaba de Londres descansa sobre una plataforma flotante que está anclada al lecho del lago. Sobre ella hay un marco de andamios de acero al cual están atados los barriles. A fines de abril, los cubos flotantes sólo estaban extendidos sobre el lago. Dos semanas después, se colocó el marco de andamios y sólo se había instalado una fila de barriles pintados. Para principios de junio, la instalación parecía casi completa; una grúa verde bajaba hileras de barriles sobre una masa ya descomunal.
La mastaba es parte de un programa de verano de las Galerías Serpentine y está acompañada por una exposición de esculturas, dibujos y collages que se centran en la obra de Christo con barriles y con la forma de mastaba.
El director artístico de la Serpentine, Hans-Ulrich Obrist, dijo haber contactado a Christo después de ver su instalación de 2016 Muelles flotantes en el lago Iseo de Italia, para la cual se tendieron pasarelas de tela sobre la superficie del lago. “De algún modo, siempre existió la idea de que Christo estaba ausente en Londres”, dijo Obrist.
Se iniciaron las conversaciones y Christo llegó a Londres. Mientras caminaban por Hyde Park, “señaló el lugar exacto donde iba a estar la escultura”, contó Obrist, recordando la firme decisión del artista de montar una mastaba flotante, “forma que lo obsesiona desde hace mucho”.
Christo negó que sus proyectos faraónicos sean una señal de un ego desmedido. “Hay mucho humor allí”, dijo. “Son grandilocuentes, son muy simples” y “no algo intimidante”.
No ha sido tan sencillo, sin embargo, Cerca corredera –que estuvo expuesta durante dos semanas en 1976 y se levantaba en tierras privadas de 59 ganaderos californianos- requirió 42 meses de conversaciones, 18 audiencias públicas y tres sesiones del Tribunal Superior de California. Se necesitaron 186.000 metros cuadrados de una tela de nylon que fue suspendida de un cable de acero.
A algunos residentes les disgustó la cerca y las maquinarias de Christo fueron destruidas. También hubo amenazas de bomba contra la instalación. “Tuvimos que tener un avión en el aire” para impedir que la dañaran, recordó.
La envoltura del Pont Neuf estuvo a punto de fracasar cuando el alcalde de París trató de revocar el permiso que le había otorgado. Para el proyecto del Reichstag fue necesario hacer una prueba previa en un castillo y un hangar de aviones y ponerle guardaespaldas a Christo debido a las amenazas de muerte. También hubo una votación parlamentaria que pidió el principal enemigo del proyecto: el canciller alemán Helmut Kohl.
La mastaba de Londres no enfrentó ese tipo de obstáculos y el equipo de Christo dijo que la instalación se realizó sin tropiezos.
Ahora el próximo gran proyecto de Christo es la Mastaba del desierto. El artista no tiene idea si se concretará, señaló: “Pero estamos avanzando”.
“Soy como un jugador de ajedrez”, agregó. “Espero vivir hasta que el proyecto sea realidad”, dijo Christo. “Eso es lo más importante”.
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