Con dibujos oscuros como los cuentos del autor, el libro inquieta. Las ilustraciones tienen su propia búsqueda.
Si hacía falta agregar oscuridad a los textos de Horacio Quiroga, el dibujante Lucas Nine no se priva. Así, Quiroga. Tres historias de amor y de muerte, parte de tres cuentos estremecedores del célebre escritor y les da un lenguaje gráfico. Con éxito. Con guión de Lautaro Ortiz, las imágenes no ilustran lo que dicen las palabras sino que se apartan de ellas y hasta crean alguna sospecha.
Primero viene “El almohadón de pluma”: una mujer joven que languidece hasta la muerte sin motivo. Hay que ver las caras a veces borrosas de los personajes, los huecos negros de los ojos que traslucen malos augurios.
El segundo cuento es “Más allá”:una mujer cuenta su suicidio por amor. Aparece una nota del diario Crítica y sobre el epígrafe “El padre de la joven está siendo investigado”, una foto de… Quiroga. Finalmente, “El retrato”, un cuento de 1910 que tiene que ver con cómo la luz permite imprimir imágenes en material sensible: Nine trabaja, justamente, con fotos de época.
Una delicia. Y un susto también.
