El París de la posguerra, los primeros maestros modernos y la escultura de Jaume Plensa van a protagonizar una temporada en la que El Prado saldrá a la calle para celebrar su bicentenario
«Es una temporada única, no se cumplen 200 años todos los días. Es una oportunidad de sacar el museo a la calle y de que la calle entre en el museo», explica el nuevo director de Comunicación del Prado, Carlos Chaguaceda. El Museo del Prado cumple 200 años y las celebraciones se alargarán durante toda la temporada, como cuenta Chaguaceda, «el objetivo es que todos sintamos el Prado como propio, utilizarlo como plataforma de avance y cambio social, el museo tiene que jugar un papel».
El Reina Sofía iniciará la temporada con la mirada puesta en varias figuras individuales como Luis Camnitzer, Dorothea Tanning, Luigi Ghirri o el cineasta chino Wang Bing. Pero su gran exposición temática estará dedicada a París. La muestra «París pese a todo. Artistas extranjeros, 1944-1968» mostrará al público la compleja escena cultural de posguerra con una abundante producción, muchas veces olvidada, que firmaron artistas como Picasso, Kandinsky, Joan Mitchell y Ellsworth Kelly, entre otros. Manuel Borja-Villel, director del museo, cuenta que «todo surgió de la famosa frase de que Nueva York le robó la idea de arte moderno a París después de la Segunda Guerra Mundial.
Y aparentemente era así pero viendo dónde vivían, qué hacían los grandes autores de la época nos dimos cuenta de que muchos estaban en París. Lo interesante, además del valor histórico de la muestra, es que París se convierte en la gran capital cultural del momento no sólo por los franceses, sino especialmente, por los extranjeros que vivían en la ciudad. Una reflexión muy importante en un momento en el que parece que Europa no sabe qué hacer con las personas de otros países«. La otra gran apuesta del museo será la cultura y la contracultura en la transición democrática española. Con motivo de la celebración de los 40 años de la Constitución se han programado las exposiciones «Poéticas de la democracia: Imágenes y contraimágenes de la transición» y «El Poder del Arte», que podrá verse en el Congreso y el Senado.
La propuesta que ofrece el museo Guggenheim de Bilbao se plantea igual de variada que su público, un 75% de los visitantes son extranjeros y con perfiles muy diferentes, como explica Begoña Martínez, subdirectora de Comunicación. La temporada de otoño comenzará el próximo 21 de septiembre con la exposición «De Van Gogh a Picasso. El legado Thannhauser». «Es la primera vez que se podrán ver fuera de Nueva York las obras de la célebre colección Thannhauser, donada hace más de 50 años al Guggenheim, que reúne 50 joyas del Impresionismo, el Posimpresionismo y los primeros maestros modernos como Cézanne, Degas, Manet, Van Gogh y Picasso». El 19 de octubre se abrirá al público una retrospectiva de Alberto Giacometti, «con más de 200 pinturas, esculturas y dibujos de uno de los artistas más influyentes del siglo XX con una trayectoria de más de 40 años de producción artística».
Entre otras propuestas, en Barcelona el MACBA abrirá sus puertas el próximo 5 de octubre a los fondos de su propia colección con la exposición «Un siglo breve: Colección MACBA», un recorrido desde los años 30 hasta la actualidad, incluye obras con marcado contexto social y político que firman artistas como Chillida, Tàpies, Calder y Basquiat. Además, en noviembre dedicará una amplia retrospectiva al trabajo del escultor Jaume Plensa. La muestra está pensada para mostrar el
diálogo entre las obras que representan la figura humana y las obras abstractas. Y en Valencia, el próximo 14 de septiembre el IVAM presentará «España. Vanguardia artística y realidad social 1936-1976»,una exposición que rescata de sus fondos obras de la exposición que se preparó para la Bienal de Venecia del 76.
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