Desde Deutsche Welle les presentamos una lista con algunas de las obras de ficción y no ficción más destacadas del año.
Este año ha sido fructífero para la creación literaria y ensayística latinoamericana. El mundo sigue enormemente pendiente de quienes ponen por escrito lo que piensan y sienten las comunidades del continente.
Aquí una pequeña selección de destacadas obras que han visto la luz este 2018, que además ha traído una alegría a Uruguay, cuya poeta Ida Vitale recibió el premio Cervantes.
Casas vacías, de Brenda Navarro (Kaja Negra)
En un mundo que, por fin, empieza a tomarse en serio las injusticas que sufren las mujeres por el único hecho de ser mujeres, esta obra de la mexicana Navarro da voz al dolor de ellas ante la desaparición de un hijo, además de abordar la cuestión aún pendiente de la maternidad como imposición social.
38 estrellas, de Josefina Licitra (Seix Barral)
La mayor fuga de una cárcel de mujeres de la historia. La argentina Licitra, considerada una de las mejores plumas de la región, se zambulle en la documentación que rodea a este espectacular episodio que tuvo lugar en un penal de Montevideo el 30 de julio de 1971.
Los divinos, Laura Restrepo (Alfaguara)
Una ficción necesaria a partir de un crimen verídico. La escritora colombiana ha publicado una novela sobre el feminicidio de Yuliana Samboní, en 2016, uno de los casos de asesinatos machistas que más estremeció a su país.
Moronga, de Horacio Castellanos Mora (Literatura Random House)
Considerado «uno de los escritores más auténticos de Centroamérica”, el salvadoreño Castellanos Mora ha escrito bajo la forma de una novela policial una obra que habla con una voz política y trágica de países como El Salvador y Guatemala, y su relación con la violencia y la sombra de Estados Unidos.
Los caídos, de Carlos Manuel Álvarez (Sexto Piso)
Se trata de la primera novela del narrador cubano, pero ya lo ha situado en el mapa literario contemporáneo. Ambientada en la Cuba de nuestros días, esta obra aborda un microcosmos familiar que acaba contando una historia mucho más amplia, la de una sociedad de promesas eternamente postergadas, incumplidas, y de verdades discutidas.
Guerras del interior, de Joseph Zárate (Editorial Debate)
Zárate, ganador de la edición de este año del Premio García Márquez de Periodismo, ha dedicado este libro a intentar explicar América Latina a partir del oro, la madera y el petróleo. El resultado es un relato que aborda algunas de las formas de violencias más crudas presentes en el continente, que el ha llamado «guerras que, de manera oficial, nadie llama guerras”.
El vértigo horizontal. Una ciudad llamada México, de Juan Villoro (Editorial Almadía)
Un «must-read” para los amantes de la capital mexicana. Villoro trabajó ocho años en este compendió de crónicas que abarcan numerosos personajes, anécdotas y lugares de una ciudad que, pese a sus claroscuros, sigue fascinando a locales y visitantes.
Sumar, de Diamela Eltit (Seix Barral)
Alabada por la crítica internacional, la historia de la chilena Eltit pone el foco en las luchas de los trabajadores, de los excluidos. Un tema que parece más actual que nunca en un mundo en el que la globalización neoliberal ha tenido como resultado el incremento brutal de las desigualdades.
Mandíbula, de Mónica Ojeda (Candaya)
La ecuatoriana ya cosechó un enorme éxito con Nefando (2016) y esta vez cuenta una historia sobre el miedo y su relación con la familia, la sexualidad y la violencia. Internet, las sectas y el bullying son algunos de los ingredientes del último libro de Ojeda, considerada ya una de las más poderosas novelistas contemporáneas del continente.
Pistas falsas, de Néstor García Canclini (Sexto Piso)
Uno de los títulos de ficción de los que más se habló en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El escritor argentino ha apostado por una distopía ambientada en un hipotético 2029 y atravesada por una historia de amor que busca recuperar la humanidad perdida en una sociedad herida de hipermodernidad.
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