En 1955, María Callas y la compañía de La Scala visitaron Berlín (Alemania) para presentar Lucía di Lammermoor y el resultado fue lo que los alemanes llaman ‘sternstunde’, un momento resplandeciente y maravilloso. La ópera de Donizetti, inspirada en la novela de sir Walter Scott, ofreció a la famosa soprano de coloratura la oportunidad ideal para mostrar su alto nivel interpretativo y técnica vocal, cautivando a sus espectadores.
En Guayaquil, la soprano Viviana Rodríguez también está lista para brillar. La cantante asumirá ese icónico rol del bel canto en el escenario principal del Teatro Centro de Arte donde ofrecerá dos funciones, este sábado 17 y domingo 18 de agosto, bajo la dirección escénica de José Miguel Salem. La acompañarán la Orquesta Juvenil de la Prefectura del Guayas dirigida por el maestro Manuel Campos y el coro Napoli (40 integrantes).
Lucía di Lammermoor es la nueva apuesta escénica del grupo Ópera Napoli, quienes ya han presentado Don Pasquale (2016), La Traviata (2017) y Elixir de amor (2018).
Este año han decidido contar la historia de Lucía, una joven de alta posición social quien debe ocultar su amor por un joven al que su familia considera su enemigo político y personal. La oposición y manipulación de sus allegados para que acepte un matrimonio arreglado y por conveniencia la llevarán al límite de lo que su mente y corazón son capaces de soportar, desencadenando un desenlace fatal.
“Decimos que es inspirada en hechos reales porque si leemos el prefacio de la novela de Sir Walter Scott, el autor indica que es una obra basada en relatos que le fueron contados por su familia y que sucedieron durante la revolución gloriosa de Escocia, en 1690. Es algo real. Estos hechos se transmitieron por tradición oral dentro de su familia, como ocurría antes”.
Los otros personajes-solistas que acompañarán a Rodríguez sobre el escenario serán: los tenores Andrés Córdova (Edgardo) y Salvador Rivera (Normanno); el barítono Roy Espinoza (Enrrico); el bajo Fabián González (Raymondo) y la soprano Ana Hidalgo (Alisa, amiga de Lucía).
Narrativa musical
La relevancia de esta pieza dentro del repertorio operístico mundial recae especialmente en su intenso tercer acto y el denominado aria de la locura, que es interpretado por una Lucía completamente fuera de sí misma y que se refugia en su imaginación para calmar su dolor.
Este año han decidido contar la historia de Lucía, una joven de alta posición social quien debe ocultar su amor por un joven al que su familia considera su enemigo político y personal. La oposición y manipulación de sus allegados para que acepte un matrimonio arreglado y por conveniencia la llevarán al límite de lo que su mente y corazón son capaces de soportar, desencadenando un desenlace fatal.
“Decimos que es inspirada en hechos reales porque si leemos el prefacio de la novela de Sir Walter Scott, el autor indica que es una obra basada en relatos que le fueron contados por su familia y que sucedieron durante la revolución gloriosa de Escocia, en 1690. Es algo real. Estos hechos se transmitieron por tradición oral dentro de su familia, como ocurría antes”.
Los otros personajes-solistas que acompañarán a Rodríguez sobre el escenario serán: los tenores Andrés Córdova (Edgardo) y Salvador Rivera (Normanno); el barítono Roy Espinoza (Enrrico); el bajo Fabián González (Raymondo) y la soprano Ana Hidalgo (Alisa, amiga de Lucía).
Narrativa musical
La relevancia de esta pieza dentro del repertorio operístico mundial recae especialmente en su intenso tercer acto y el denominado aria de la locura, que es interpretado por una Lucía completamente fuera de sí misma y que se refugia en su imaginación para calmar su dolor.
Durante este segmento, Donizetti consideró apropiado incluir un instrumento que creara un clima perturbador y que acompañe impecablemente este episodio de demencia, así la flauta simula las voces que suenan en la cabeza de Lucía y que ella repite luego con su voz. “Esto crea en el espectador la ilusión de lo que ocurre en su mente”, explica Viviana. “Los pasajes rápidos de coloratura al final del aria potencian y representan de mejor manera la locura y, al mismo tiempo son una fórmula de lucimiento vocal para la soprano”, agrega.
“Asimismo, específicamente en el aria de Lucía, está el Aria doble, los recitativos, las escalas cromáticas y unísonos que son técnicas específicas de Donizetti para transmitir el carácter y las emociones del personaje”.
La obra refleja el genio musical de Donizetti que consistía en moldear la música al texto, para reflejar el estremecimiento interno del alma de Lucía. La música está constantemente vinculada a la inestabilidad expresiva de los sentimientos, alternando exaltación y abatimiento.
Alcanzar este nivel de emociones exige a su protagonista una mayor concentración y entrenamiento en diferentes áreas. “La preparación ha sido bastante fuerte. Hay que dominar el movimiento escénico, la psicología del personaje y no descuidar nunca el canto. Me siento emocionada y con la gran responsabilidad de interpretar dramáticamente y vocalmente a Lucía. Es un reto para cualquier soprano”.
Lucía di Lammermoor se presentará en su totalidad con subtítulos en español que aparecerán en una pantalla led durante las funciones en vivo.
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