- Escribir un libro no es tarea sencilla y en muchas ocasiones querrás abandonar.
- Te damos algunos consejos para abordar la apasionante tarea de escribir tu propia obra.
¿Quién no ha pensado alguna vez en escribir una novela histórica relatando grandes batallas y aventuras?, ¿o bien una novela de amor donde los protagonistas se enzarcen en un romance sin precedentes? Si te identificas con alguna de estas cuestiones, este artículo es para ti. Hay quien dice que en la vida hay que hacer tres cosas antes de morir: escribir un libro, plantar un árbol, y tener un hijo. Pues bien, hoy os daremos diez sencillos consejos para para abordar la primera de ellas.
Antes de nada, hay que tener claro que no será una tarea sencilla. Deberemos de disponer de tiempo para dedicarle, ya que escribir una obra requiere de mucho trabajo y planificación. Además, también hay que tener en cuenta las habilidades propias de cada uno, que harán que el escritor se vea con más soltura a la hora de narrar e imaginar los acontecimientos que quedarán reflejados en la historia final. Ahora sí, sin más dilación, comencemos con las recomendaciones.
Nunca desistas: Será duro, lo sabemos, pero jamás te des por vencido. Habrá momentos en los que no sepas por donde continuar, o que pienses que lo que estás escribiendo no tiene ninguna relevancia y nadie lo leerá. Deja a un lado esos pensamientos negativos y continúa escribiendo.
Busca apoyo: El escritor estadounidense Richard Ford comentó en una ocasión: “cásate con alguien que te ame y piense que es una buena idea que seas escritor”. Aunque pueda parecer cómica esta frase, tener un apoyo moral, ya sea familiar o de amistad, hará que trabajes mejor y que tu ilusión por la escritura se vea incrementada.
Continúa leyendo: El hecho de que comiences a escribir tu propio libro no es un impedimento para que continúes leyendo a tus autores favoritos. Además, mientras que lo haces mantendrás la mente ocupada y seguirás aprendiendo y desarrollando nuevas formas de expresarte y escribir.
Lleva papel y boli: Nunca se sabe cuándo te puede venir a la mente ese nombre que tanto buscabas o esa ubicación que no conseguías recordar. La importancia de llevar un boli y una agenda siempre que viajes o te muevas es vital. Puede suceder que mientras vayas en el transporte público, esperes en la cita del médico o hagas tiempo tomando un café, venga esa inspiración que tan bienvenida es.
Documéntate: Necesitarás estar al corriente sobre el tema del que vayas a hablar. Por ejemplo, si tu obra se va a situar en los felices años 20 del siglo XX, necesitarás desempolvar algún manual de historia contemporánea y repasar los acontecimientos más relevantes. Si por el contrario, tu obra tratase sobre las organizaciones criminales como la camorra italiana, te tocará estudiar la jerga utilizada en dicho contexto, así como todo lo relacionado con la mafia y el crimen.
Busca otras fuentes: No solo repares en libros para inspirarte, las películas y series pueden ser también una gran fuente de ayuda e inspiración. Hoy en día, disponemos de una gran variedad de películas, que pueden servir para encaminar esa idea que llevabas tiempo pensando pero a la que no conseguías darle forma.
Acude a charlas y conferencias: No hay nada mejor que poder escuchar personalmente las propias experiencias y vivencias de algunos escritores. Si dispones de tiempo, y nada te lo impide, acude a alguna charla o presentación de un libro de algún escritor. Siempre podrás escuchar consejos que te vengan muy bien y que seguramente, no habías ni reparado en ellos.
Despéjate: Mantener la mente sana y despejada es tan importante como trabajarla. Cuando sientas que ya no puedes concentrarte más, para, tómate un respiro, házte un té o un café, o sal a dar una vuelta y respirar aire fresco. Realizar ejercicio físico también te ayudará a tener la mente más despejada, además de ser muy beneficioso para la salud.
Ten tu propio espacio: También es muy importante cuidar y mantener aseado nuestro lugar de trabajo. Si sueles escribir siempre en un mismo lugar, ya sea un despacho o en una habitación, mantener el orden y la limpieza hará que te encuentres más cómodo y feliz a la hora de crear tu obra.
Déjate llevar: Por último, y no por ello menos importante, simplemente déjate llevar. No te preocupes por el futuro, si tu libro triunfará o no, qué tipo de lectores te leerán, o si acabará en la vitrina de una ilustre biblioteca. Todo ello está por venir, tú siéntete feliz y disfruta escribiendo la obra, que todo lo demás llegará.
Esperamos que estos 10 sencillos consejos te hayan ayudado, o por lo menos animado, en la idea de escribir tu primera obra. ¡Quién sabe si estamos ante un futuro premio nobel de literatura!
Autor: Elena Martínez
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