Siendo sinceros, adelantándome a los apriorismos que puedan aparecer si uno se fija en los subtextos de la cubierta y la contra cubierta, el posible lector podría pensar «ya estamos, otro libro de superación personal, etc.» Peroooooo, aquí estamos hablando de George Saunders, el que me deleitó con la magnífica obra «Lincoln en el Bardo», alguien que tiene un currículo trufado de cuentos que tratan sobre el consumismo y su absurdidad, la cultura de masas, y todo ello escrito con un estilo envuelto de una sátira mordaz y una evidente crítica sociológica. Así que, ¿podría un autor con este perfil escribir un libro de auto superación sin contenido interesante? La respuesta es evidente.
Poniéndonos en situación, este muy breve relato nace a partir del discurso que el autor impartió en una ceremonia de graduación en la universidad de Siracusa donde da cursos de escritura creativa. La transcripción del discurso fue publicada en The New York Times y obtuvo una tal acogida entre los lectores (siendo compartido en las redes más de un millón de veces) que llevó a los editores a querer publicarlo en formato libro.
En este discurso, Saunders recurre a su sentido del humor para explicar situaciones vividas en las que pudo sentir vergüenza o de las que se podría arrepentir. Y sí, son divertidas, anécdotas que arrancan una sonrisa, que en efecto seguro que hubiera deseado evitar, pero en las que la sonrisa se detiene de golpe cuando nos explica, de entre todas las situaciones, aquellas de las que realmente se arrepiente: «aquellos momentos en los que tenía delante otro ser humano que estaba sufriendo y reaccioné… con prudencia. Con reservas. Con moderación.»
Porque en este aspecto clave se centra el discurso, en intentar, como meta vital, algo tan sencillo como «ser más amables». Pero como eso sería un mensaje muy simple, aparentemente fácil de conseguir sin esfuerzo y en el que nadie debería ponerle pegas, el autor expone también el por qué nos cuesta ser más amables. Y la verdad es que, aunque hay muchas causas que apuntan a esa dificultad en ser más amables, estas se reducen básicamente a una: el egoísmo. Un egoísmo inherente al ser humano pero que, por suerte, con la edad va disminuyendo volviéndonos menos egocéntricos y más afectuosos. Porque la edad juega a favor de ello a través de sus circunstancias, pues hay quienes tienen hijos, otros pierden seres queridos, se establecen amistades y, con todo ello, modificamos el punto central en el que ubicamos nuestro universo, no sé si para desplazarlo, pero sí para ensancharlo, para incluir en él más personas y, con ello, diluir un ego que lo podría ocupar prácticamente todo.
El autor advierte que, a pesar de lo positivo que radica en querer ser mejores en todos los ámbitos, hay que tener en cuenta que «triunfar es difícil, y la necesidad de triunfar se renueva constantemente (el éxito es como una montaña que no para de crecer mientras vosotros escaláis)». Saunders se muestra contundente sobre los riesgos de intentar conseguir el éxito, pues a menudo desplaza o pospone otros aspectos de nuestra vida sin duda más importantes. Y afirma, sin tapujos, que «en todos nosotros hay una equivocación, que en realidad es una enfermedad: el egoísmo.»
Saunders escribe, en este discurso, un alegato sin paliativos a la amabilidad, a combatir el egoísmo inherente a cada uno de nosotros ahuyentándonos de aquello que lo alimenta, y centrarnos, de manera urgente y decidida, a aquello que nos haga mejores personas, alejándonos de trivialidades, y buscando ser nuestra mejor versión en los diferentes ámbitos para, de esta manera, ser más afectuosos y amables con los que nos rodean. De ahí el recomendable de mi valoración, aunque con matices evidentes: estamos hablando de un libro de sesenta y cuatro páginas impreso a simple cara que podrían ser incluso menos (hay páginas que son únicamente un párrafo) y que, aunque se vende a precio reducido, me parece un precio excesivo por un libro tan tan corto.
A pesar de este matiz, el libro es recomendable por el mensaje que transmite, creo que cada vez más necesario en la sociedad que entre todos estamos conformando. Y sí, ya sé que pensaréis que el libro puede sonar a autoayuda o a un compendio de mensajes sacados de Mr. Wonderful, pero este libro lo escribe alguien con el talento de Saunders y en él no se piden grandes cosas ni grandes sacrificios. Se pide, «tan sólo», ser más amable. Y creo, sinceramente, que es algo que no debería ser difícil de conseguir, que el beneficio es evidente, que pocas cosas nos tendrían que suponer menos sacrificio por nuestra parte si la consecuencia de tal acción es sentirnos mejor con nosotros mismos por ayudar a los demás. Así que, viendo lo que nos aporta, individual y colectivamente, ¿por qué no intentarlo?
Idioma original: inglés
Título original: Congratulations, by the way
Traducción: Javier Calvo
Año de publicación: 2014
Valoración: recomendable (con matices)
Autor: Marc Peig
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