Si eres amante de la ciencia ficción, te gusta el cine de ese género, y te digo que pienses en la pista número cuatro de la película Matrix ¿adivinarías cuál es? No me digas que no llegas a tanto ¡Venga, vamos, anímate a probar! En mi caso puedo pasar horas escribiendo, y escuchando de fondo, en bucle, la maravillosa música instrumental de Rod Dougan “Clubbed to death (Golpeando hasta la muerte)”. Y ahora es cuando te preguntas ¿Pero no íbamos a hablar de libros de ciencia ficción? Claro que sí, acompañadme que nos vamos de recorrido por los clásicos y a daros alguna idea de por dónde empezar a leer ciencia ficción.
¿Pero… esto de la ciencia ficción es de hace nada, verdad?
Pues va a ser que no.
Por el año 1700, ya había algún que otro escritor francés haciendo sus pinitos: Louis-Sébastien Merciercon “El año 2440”, o incluso el español Lorenzo Hervás y Panduro que escribió “Viaje estático al mundo planetario”.
Se dice que el primer relato de ciencia ficción es “Somnium” (1934) de Kepler. Trata de un aventurero que viaja a la luna gracias a un conjuro mágico de su madre.
Kepler solo estaba interesado en incluir sus datos astronómicos sobre la luna, así que… ¿No os suena más a fantasía?
Isaac Asimov dijo:
“Irónicamente, el “padre” de la Ciencia Ficción puede que haya sido una mujer de veinte años”
Quizá os sorprenda, pero la archiconocida novela de Mary Shelley “Frankenstein”, se publicó en 1818. Sí, ya lo sé, 202 años de edad, y sin embargo, leerla sigue siendo fascinante.
Como todo en esta vida, hasta que no etiquetan algo de forma oficial, no existe. Así que hubo que esperar hasta el año 1920 para que reconociesen el género ciencia ficción como tal.
Entonces, ¿Cuál es la casilla de salida? ¿Por dónde empezar a leer ciencia ficción?
En mi caso la culpa la tienen los clásicos como Julio Verne y sus viajes en globo, al centro de la tierra, a la luna, al fondo submarino, e incluso a la isla misteriosa.
¿Os suena “Robur el conquistador”? La publicó Verne, primero en el Journal des débats politiques et littéraires en 1886, y unos meses más tarde, ese mismo año, salió como libro.
La novela trata de un ingeniero estadounidense, Robur, que defiende el uso de aeronaves más pesadas que el aire, frente al uso de los globos aerostáticos.
¿Imagináis las caras de los lectores de aquella época?
El francés Julio Verne. Fue el escritor europeo de ciencia ficción más importante del siglo XIX. Llegó, triunfó, y afianzó para siempre este género literario.
Queda claro que el ranking lo encabeza Julio Verne. ¿Conocéis algún otro clásico de la ciencia ficción?
Esos maravillosos clásicos de la ciencia ficción
H.G. Wells ¿Habéis leído alguno de estos libros en los que aparte de ciencia ficción, introduce temas sociales, políticos e incluso existenciales?:
“La máquina del tiempo” (1895), “La isla del doctor Moureau” (1896), “El hombre invisible” (1897), “La guerra de los mundos” (1898)…
¿No os suena a las actuales distopías como “Los Juegos del Hambre”…?
Por otro lado tenemos “Humanoides” (1949) de Jack Williamson. Nos muestra un mundo en el que los robots quieren proteger a los humanos, se les va de las manos, y esa sobreprotección les convierte en sus carceleros.
Uff… solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta.
¿Sabíais que en “Humanoides” es la primera vez que se escribe acerca de los peligros de la tecnología, creando un antes y un después en las novelas de este género?
¿Y alguna otra sugerencia de por dónde empezar a leer ciencia ficción?
Por hoy finalizo con Ray Bradbury, y su maravilloso “Fahrenheit 451” (1953). Novela distópica donde las haya, en la que muestra una sociedad donde los libros están prohibidos y existen “bomberos” que queman cualquiera que encuentren.
Ahí queda eso.
¿Y dónde dejamos a Asimov, Aldous Huxley, Thea von Harbou, Karel Kapec, Arthur C. Clarke…?
Si os apetece echar un vistazo a la edad de oro de la ciencia ficción, os espero en la siguiente entrega.
“La ciencia, hijo mío, está llena de errores; pero de errores que conviene conocer…” Julio Verne en “Viaje al Centro de la Tierra”.
Autor: Anabel Lora Mingote
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