Habitar el espacio: la colección Per Amor a l’Art continúa mostrándose en Bombas Gens

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El pasado verano abrió sus puertas, en la antigua fábrica Bombas Gens de Valencia, un centro que la Fundació Per Amor a l’Art viene destinando desde entonces a las exposiciones centradas en su colección, a la actividad investigadora en el ámbito sanitario y a la social, favoreciendo el apoyo a jóvenes en riesgo de exclusión.

Desde entonces hemos podido ver allí en sucesivas muestras parte de los fondos de esta Fundació, atesorados por José Luis Soler con el asesoramiento de Vicente Todolí y centrados en la abstracción y la fotografía. Desde hoy podemos visitar otras dos: “El Pulso del Cuerpo. Usos y representaciones del espacio”, que nos invita a reflexionar sobre cómo nos relacionamos hoy con los espacios, los cotidianos y personales, los de negocio y los de ocio, a partir de fotografías de los Becher, Helen Levitt, Cartier-Bresson, Robert Frank, David Goldblatt, Luigi Ghirri, Victoria Civera, Elger Esser, Xavier Ribas, Francesca Woodman o Matt Mullican; y “Hacia la luz”, otra exhibición centrada en la fotografía: en las imágenes en color que Joel Meyerowitz, autor de geniales amaneceres y atardeceres en Cape Cod, realizó en nuestro país en los años sesenta.

La primera nos ofrece un recorrido por la fotografía del siglo pasado a través de algunas de sus grandes figuras, y posibilita que encontremos nexos en sus modos de mirar. Cartier-Bresson, Levitt, Frank, Goldblatt o Paul Graham, a quien este centro valenciano ya dedicó una exposición sobre la ceguera, exploraron la presencia de lo colectivo en las calles; Woodman u Óscar Muñoz enfocan el espacio desde perspectivas más intimistas, fundiendo a veces el cuerpo con él, e Yto Barrada, Ruscha o Ribas representaron los múltiples conflictos, entre lo privado y lo público, la actualidad y la memoria, que conviven en las ciudades modernas.

En la segunda exposición nos esperan imágenes de la cotidianeidad española superada la posguerra desde el punto de vista de un Meyerowitz que entonces viajaba por primera vez fuera de Estados Unidos y trabajaba, también estrenándose, en solitario. Él recuerda aún aquel ambiente y habla de una sociedad necesitada de estímulos: Viendo ahora las fotos me doy cuenta de que en aquellas calles no había alegría entonces, que la gente vivía atrapada en su cotidianidad. Parecían fotografías no tristes, sino, de algún modo, faltas de alegría. Tengo la impresión de que aquella fue la respuesta que desde mi juventud di a la atmósfera creada por la dictadura, que permeaba las vidas de todo el mundo.

La mayoría de las obras –se exhiben un centenar– se realizaron en Málaga en 1966 y 1967, etapa en la que el artista se alojó con una de las familias más populares de la ciudad: los Escalona. Solo hacía cuatro años que había abandonado su trabajo como editor para volcarse en la cámara, y ya había decidido tomar distancia tanto del instante decisivo de Cartier-Bresson como de la narratividad de Robert Frank. Aunque simultaneaba el blanco y negro y el color, le interesaba sobre todo el segundo por sus opciones de acercamiento a la pintura, y en un primer momento buscó captar la vivacidad y el orden en el caos de la vida en la calle.

Ambas exhibiciones permanecerán abiertas hasta el 20 de enero de 2019 y, junto a ellas, Bombas Gens presentó ayer un proyecto site specific de Cristina Iglesias que puede verse en su jardín y que está inspirado en el cauce del río Turia.

Se trata de la escultura A través, que se ha sumado a la colección Per Amor a l´ Art como tercera pieza en ella de esta artista. Consta de dos acequias que forman una curva; en su interior podemos apreciar varias capas de bajorrelieve fundido y patinado que, al superponerse, dan lugar a un interior que es abstracto pero que evoca también fondos de ríos. El contexto geográfico ha determinado la obra, como ha explicado Iglesias: Para la creación de esta pieza, he estudiado los cauces del río Turia y la inundación de 1957, así como trazados de regadíos. He querido explorar en esta obra la relación con el agua que durante siglos ha tenido la zona donde se ubica Bombas Gens.

Por otro lado, pero sin irnos del jardín, este centro nos invita a descubrir la que fue bodega de una alquería desaparecida, una habitación abovedada que se encontró completa durante las obras de rehabilitación del edificio donde se asienta Bombas Gens. Cuenta con 40 metros cuadrados y en su interior, al que se accede por una escalera de ladrillo, podemos hallar los elementos propios de estas construcciones: bancos corridos para colocar tinajas y toneles y una balsa para recoger el mosto que llegase desde las balsas de pisado de uva.

“Joel Meyerowitz. Hacia la luz (Colecció Per Amor a l´ Art)”

“El pulso del cuerpo. Usos y representaciones del espacio”

BOMBAS GENS CENTRE D´ ART

Avenida de Burjassot, 54-56

Valencia

Del 14 de marzo de 2018 al 20 de enero de 2019

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