Con dos frases tan potentes comienza La Torre Oscura, saga de Stephen King que el propio autor considera su obra maestra. El escritor de Maine, más conocido por novelas de terror como It, Carrie, o el Misterio de Salem’s Lot, vuelca en el monstruoso ejercicio literario que es La Torre Oscura (tanto en cuestión de volumen, unas 4.500 páginas en total, como de ambición artística) todas sus obsesiones, influencias, y aspiraciones.
Pero, ¿qué es La Torre Oscura? Unos dirán que son las peripecias de un vaquero de otro mundo. Otros, que es la versión de El Señor de los Anillos de King. E incluso habría quien diga que es una suerte de ejercicio metaliterario. Y lo cierto es que todos ellos se equivocan y a la vez tienen razón.
Muerte y locura aguardan en la senda del pistolero
El prosaico hecho de la existencia del universo frustra de por sí al pragmático y al romántico.
La Torre Oscura es una serie de ocho libros que nos ponen en la piel de Roland Deschain de Gilead, de la estirpe del Rey Arturo (se llega a sugerir que sus revólveres, que tienen propiedades mágicas, se forjaron a partir del acero de Excálibur). Roland es el último superviviente de una antigua orden de caballería, en un mundo con la división de clases de la Edad Media, pero con la tecnología de mediados del siglo XIX. Nunca queda demasiado claro si Mundo Medio, que así se llama, es parte de una dimensión paralela, de nuestro pasado remoto, o de un hipotético futuro donde la civilización ha colapsado tras una guerra atómica.
Durante su cruzada, el héroe debe atravesar amplios parajes (que parecen salidos de una vieja película del Oeste americano) para encontrar al hombre de negro, un misterioso hechicero que destruyó su vida y la de todos sus seres queridos, mientras ve cómo el mundo se va pudriendo a su alrededor. Sin embargo, el verdadero objetivo de Roland no es el hombre de negro, sino llegar hasta la Torre Oscura, el nexo de unión donde convergen todos los universos y realidades posibles. Y para alcanzar esta meta sacrificará todo y a todos los que encuentre en su camino.
No apunto con la mano; el que apunta con la mano ha olvidado el rostro de su padre. Apunto con el ojo.
No disparo con la mano; el que dispara con la mano ha olvidado el rostro de su padre. Disparo con la mente.
No mato con la pistola; el que mata con la pistola ha olvidado el rostro de su padre. Mato con el corazón
Esta búsqueda de la Torre por parte de Roland es tanto una aventura épica, como un viaje metafórico y espiritual. La propia descripción de la Torre, una colosal estructura negra que se alza hacia el infinito, y rodeada por Can’-Ka No Rey, el campo de rosas donde cada flor simboliza una de las realidades posibles del multiverso, es una visión de una desgarradora belleza poética.
Una epopeya moderna
—Esas historias se llaman “cuentos de hadas” —musitó Roland.
—Ajá —respondió Eddie.
—Pero en esta no salen hadas.
—No —admitió Eddie—. Se trata más bien de una categoría. En nuestro mundo hay relatos de misterio y suspense, de ciencia ficción, del Oeste, de hadas… ¿Sabes?
—Sí —contestó Roland—. ¿La gente de tu mundo prefiere saborear las historias de una en una? ¿Que no se mezclen con otros sabores en el paladar?
—Más bien sí —opinó Susannah.
—¿No os gustan los refritos? —preguntó Roland.
—A veces para cenar —respondió Eddie—, pero cuando se trata de entretenimiento tendemos a limitarnos a un solo sabor y no dejamos que unas cosas se mezclen con las otras en nuestro plato. Aunque suena un poco aburrido cuando se explica de esa manera.
La mejor palabra para describir los libros de La Torre Oscura sería eclécticos. Stephen King se inspiró en fuentes muy diversas para elaborarlos. Por una parte, el tronco del relato nace del poema Childe Roland a la Torre Oscura llegó de Robert Browning (1812-1889). Por otra, el carácter épico de la búsqueda, y la existencia de un grupo que acompaña al protagonista, beben directamente de la mitología de Tolkien y el Ciclo artúrico. Además, el personaje de Roland es un claro reflejo de las interpretaciones de Clint Eastwood en westerns como El bueno, el feo y el malo.
Los libros de la saga en orden cronológico son los siguientes:
- El pistolero (1982)
- La llegada de los tres (1987)
- Las Tierras Baldías (1991)
- Mago y Cristal (1997)
- El viento por la cerradura (2012)
- Lobos del Calla (2003)
- Canción de Susannah (2004)
- La Torre Oscura (2004)
La Torre Oscura también ha inspirado numerosas obras derivadas, como cómics, videojuegos, un largometraje, y canciones como Somewhere far Beyond del grupo Blind Guardian, que narra las peripecias de Roland durante su obsesiva búsqueda de la Torre.
Todos los caminos llevan a la Torre
Roland permaneció despierto y escuchó las voces de la noche mientras el viento secaba las lágrimas de sus mejillas.
¿Condenación? ¿Salvación? La Torre.
Llegaría a la Torre Oscura y allí cantaría sus nombres.
De los detalles más interesantes de La Torre Oscura es que guarda relación con absolutamente todos los demás libros de King. Por sus páginas desfilan personajes, localizaciones, y referencias a obras tan dispares como La milla verde, El resplandor o La niebla. Con tal maestría que al final estas historias acaban interrelacionadas, e incluso el propio autor aparece en uno de los volúmenes como un personaje más.
En resumidas cuentas, si te interesa leer algo diferente y fresco, recomiendo La Torre Oscura. Puede que en ocasiones tenga altibajos (algo comprensible teniendo en cuenta su extensión), pero en conjunto es una experiencia apasionante y original como pocas.
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