Perfección en el pincel de José Pedro Godoy
José Pedro Godoy (Santiago de Chile, 1985) presenta en la Fresh Gallery, “Animales salvajes” la muestra, que podrá verse hasta el 4 de mayo, evidencia cómo el autor es capaz de convertir el acto de mirar en el más placentero de los instantes.
Una treintena de obras con el cuerpo humano y la naturaleza como protagonistas conforman una exposición en la que muchos de sus lienzos rezuman color y parecen explotan de expresión. No menos vehementes y cargados de expresividad resultan sus lienzos en blanco y negro.
El color como fórmula para expresar emoción funciona, sin embargo, Godoy deja claro no necesitar ese recurso cuando crea piezas como la que da título a la exhibición.
Perfecta composición
Sus complejos escenarios en los que la naturaleza toma posiciones resultan detallistas hasta la saciedad, puedes perderte con y dentro de ellos, elaborar tu propia narrativa o simplemente dejarte llevar por la emoción que produce ese cierto abigarramiento perfectamente estudiado y compuesto.
Cada uno ve el mundo con su propia mirada, y rara vez ésta coincide con la del artista, por más realista que sea la pieza. Fundamentalmente porque lo que no convergen son las emociones, percepciones distintas en función, no ya de quien mire, sino del momento concreto en que se esté mirando.
Lo camp en la obra de Godoy
Sobre Animales salvajes, explica el escritor y crítico literario Óscar Contardo “José Pedro Godoy pone en escena un imaginario popular cultivado con esmero, tributario de telenovelas y series, alimentado con la estética del softporn y el porno gay. La exhibición es la de un artista que vio al mismo tiempo las pinturas de El Bosco y las fotografías de LaChapelle; con una educación sentimental fundada en el melodrama; el ojo de un creador que traza paisajes que evocan algunas de las carátulas diseñadas por Peter Saville -para Pulp, Roxy Music y Suede- y la paleta de colores que se mece entre el neón y la noche americana.
En sus pinturas hay opuestos entre lo vivo y lo muerto; lo plácido y lo iracundo; entre el detalle y el conjunto y lo frío frente a lo cálido. Una espléndida puesta en escena de un imaginario construido como un collage de pop. Una obra elaborada en un lenguaje propio, construida con un alfabeto plebeyo y adaptada a una técnica clásica. Un universo rendido a la exaltación de los sentidos, al erotismo como la persistente pulsión de la naturaleza como testigo de las pasiones humanas. Un paisaje de ensueño deliciosamente artificioso, ferozmente absurdo, dulcemente camp.”
Irónica belleza en cada lienzo
Si como dijera Susan Sontag “la esencia de lo camp es el amor a lo no natural: al artificio y la exageración” Godoy bien puede formar parte de lo camp. Con el humor y la ironía que le caracteriza Godoy presenta lienzos de cuerpos desnudos, provocadores, Piel contra piel, saturación de color y una visión ciertamente artificiosa tanto en sus “naturalezas vivas” como en en sus escenas llenas de eróticos personajes, transformando así la tela en pura seducción.
En la exposición vamos a encontrar cuadros en los que la belleza es realmente exquisita. Flores y pájaros conviven en un espacio donde el volumen y el movimiento adquieren un protagonismo inusitado. Y donde el color explosiona e implosiona a un tiempo.
Godoy desarrolla una imperiosa necesidad de plasmar la sensualidad y lo hace tanto a través de la naturaleza, donde lo recargado actúa como exquisita seducción, como de sus protagonistas que llevan el deseo en cada gesto.
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