Nunca es tarde si la dicha es buena y hoy, aunque con retraso, os cuento cómo fue mi ponencia el pasado 16 de marzo en Caixaforum Sevilla dentro de la edición 2018 del encuentro Ciencia en Redes. Una jornada dedicada a las últimas tendencias en redes sociales aplicadas a la ciencia pero en la que me colé y disfruté mucho. Sin duda, la ciencia y el arte se pueden aportan muchas cosas. ¡Empecemos!
Muchas veces parece que, cuando pensamos en acciones en social media, nos escudamos en que no tenemos partida presupuestaria. Aunque en numerosas ocasiones es un verdadero handicap, la campaña que hizo el Metropolitan de Nueva York con motivo de la exposición que dedicó al genio de la pintura italiana Miguel Ángel, nos habla justo de lo contrario: lo importante es la imaginación, no tanto la dotación económica para la creación y difusión de contenidos. Así, basta con hacer un parangón entre la alta cultura -Miguel Ángel- y la baja cultura o cultura más popular -la tortuga Miguel Ángel, mítica de los dibujos las tortugas Ninja- para dar un giro de 360º a nuestra comunicación, llegar a nuevas audiencias que de otra manera no hubiera sido posible y dar un tono muy fresco y 2.0 a nuestros canales sociales. Y es que no todos los días la tortuga Miguel Ángel visita en persona el Met y la obra de este artista renacentista de excepción. Amplio alcance, bajo presupuesto y fácil ejecución. ¿Se puede pedir algo más?
Otro ejemplo se trata de un festival que se desarrolla en redes sociales desde el año 2016 y que creó la New York Academy of Medicine Library. Se titula #ColorOurCollections y consiste en dar vida a las colecciones y al acervo artístico de una institución simplemente subiendo obras de arte a la red. En concreto, cada museo o centro hace su selección de sus hits y les quita el color, es decir, las deja en blanco y negro para que sean los usuarios, su comunidad, quienes las intervengan con su creatividad. Algo que hace que pasen al top of mind del público, que las hace suyas y permite de esta manera alargar la vida útil de muchas piezas que suelen estar guardadas en los almacenes. De nuevo, algo muy sencillo de llevar a cabo y que además crea sinergias en la red con otras instituciones afines.
Del caso que os voy a hablar ahora es, sin duda, el que yo denomino el museo social por excelencia. Me refiero al Rijksmuseum de Amsterdam. Un museo tradicional que conserva grandes obras de la historia del arte como, entre otros, la Ronda de Noche de Rembrandt. Un museo que ha digitalizado más de 200.000 obras y las ha puesto al servicio, uso y disfrute de todo el mundo. Pues bien, de ahí viene su grandeza. Que yo como museo posea fondos clásicos no significa que no pueda innovar a la hora de darlos a conocer a nuevas audiencias. Entre las muchas y exitosas campañas que han hecho, destaco dos. La primera de ellas la colaboración con Playmobil para llevar a los niños los cuadros fetiche del museo. El museo ya comenzó a colaborar con esta marca líder en juguetería con la famosa lechera de Rembrandt y lo último en común consiste en dar vida playmobil a dos de sus retratos más conocidos: Marten & Oopjen, también fruto de la mano del artista más conocido a buen seguro de los Países Bajos, Rembrandt.
La segunda campaña de la que os quiero hablar es el Rijksstudio Award. Se trata de un galardón, cuyos participantes son el público, que consiste en reinterpretar obras de la Colección del Rijksmuseum sin restricciones de copyright. Como decía Picasso, “los buenos artistas copian, los grandes roban” y esta frase le va como anillo al dedo a este Premio que en su última convocatoria recibió más de 2.600 propuestas de 9 países.
Proseguimos con este repaso sobre las últimas tendencias de museos en social media a nivel internacional con el conocidísimo Velaske yo soi guapa. Lo que más me gusta de esta deslenguada propuesta es que no es fruto de la comunicación de ningún museo sino de un usuario ajeno a él por completo. En concreto, es obra del ingenio de un creativo de Barcelona de la revista Playground que se ha atrevido a jugar con el sacralizado cuadro de Las meninas de Velázquez que custodia y conserva el Museo de Prado. Una lección de historia y sociología a ritmo de rap que consigue llegar al público milennial. Como Velaske yo soi guapa es un vídeo muy conocido que podéis consultar en Youtube, he preferido mostraros otro vídeo también del mismo creativo y con la misma fórmula que en este caso cuenta la noche de bodas de Carlos III a sus padres a ritmo de reggeaton. ¡Es total!
El próximo caso de éxito lo ocupa la iniciativa portentosa realizada por un community manager de un museo regional. La magia la hizo usando el hashtag #CuatroCaras y subiendo las cuatro caras icónicas de su museo a twitter mientras invitaba a otras instituciones a participar simplemente mencionándolas para que se sumaran a su reto. Si os digo que el museo en cuestión es el Museo de la ciudad de Antequera y que consiguió movilizar a museos de la talla del Museo del Prado, Louvre o Hermitage de San Petersburgo, ya podéis ver el enorme alcance de esta sencilla pero inteligente acción. Sin duda, hoy día en la sociedad digital el poder de la imagen es fundamental para comunicar y triunfar.
Por último y para terminar, mientras preparaba la ponencia que nos ocupa, he visto muchos museos que saben hacer suyo el dicho “la ocasión la pintan calva“. Porque está bien que participemos de los eventos en redes sociales de nuestro sección. En el caso del arte, son muy conocidos el #AskACurator, #MuseumWeek, #MuseumSelfie… pero, sin duda, lo que te va a hacer llegar a nuevos públicos es unirte a las tendencias globales del momento. Pongo el caso del museo LACMA Los Angeles County Museum (si buscáis ideas de qué hacer en redes, los museos norteamericanos son el lugar por el que empezar a inspirarse), un museo que conserva obras de todas las épocas (egipcia, asiria, griega y romana) y una de las colecciones más grandes de arte latinoamericano. Pues bien, con motivo de la Super Bowl, uno de los eventos deportivos con mayor número de espectadores en su retransmisión por televisión y un espacio donde todas las marcas quieren figurar, qué mejor que unirnos a su viralidad como mejor sabemos, con nuestros fondos de cerámica antigua. Al final, no es cuestión de crear grandes cosas sino de darles la vuelta a las que hay en nuestro beneficio.
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