Esther, Jana, Lily, Pecosa… las chicas del cómic de los 70 y 80

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  • Ruth Bernárdez reivindica los tebeos para niñas en Las chicas son guerreras

  • “No todo eran historias sositas de amor en tres páginas”, asegura

Sistemáticamente despreciado en los últimos años (salvo quizá la Esther de Purita Campos), el cómic femenino llegó a ser una de las principales fuentes de ingresos de los dibujantes españoles de los 70 y 80; y una de las primeras oportunidades de trabajo para las mujeres artistas. Ahora, Ruth Bernárdez realiza el estudio más exhaustivo del género en el libro Las chicas son guerreras (Dolmen), que analiza más de 1314 tebeos de chicas.

Las chicas son Guerreras –asegura Ruth- es un libro sobre las revistas de chicas desde 1970 hasta 1986: Lily, Christie, Gina, Esther, Chicas, Jana, Pecosa y todos sus especiales, extras y álbumes. Es una obra de catalogación de todos los personajes y todas las series e historietas que compusieron cada una de esas revistas. Un trabajo que nunca se había hecho en nuestro país, no ha habido un libro pormenorizado sobre las revistas y sus contenidos. Se ha escrito algo pero muy por encima o con datos incorrectos. Este libro nace tras un trabajo de más de tres años de investigación, recopilando todas las revistas, leyendo, catalogando, buscando autores y guionistas…”

Aunque ahora sean casi despreciados, Ruth defiende estos tebeos: “Más que reivindicarlos, defender que fueron unas publicaciones no tan insulsas como algunos piensan. El tebeo de niñas siempre ha estado denostado pero no todo eran historias sositas de amor en tres páginas. Hay una clara evolución hacia unas historias más complejas y fuera del apartado romántico. Las niñas también queríamos terror y misterio y de ello nos pudimos nutrir gracias a los autores españoles que trabajaron para revistas en UK principalmente, como Misty, Spellbound, Scream!… Eran otro tipo de historias. Y los seriales siempre nos engancharon”.

Muy pocas autoras

Como decimos, cuando se habla de este género siempre recordamos a la Esther de Purita Campos, pero, aunque pioneras y de gran calidad, no fueron muchas las autoras que se dedicaron a ello. “Hay pocas entre el gran número de autores –afirma Ruth-. Si no calculo mal, un porcentaje ínfimo, he contado unas 22 entre 179 hombres. Tened en cuenta que muchas se retiraban al casarse, otras lo hacían desde casa y más como un hobby que como un trabajo. Recientemente en la presentación en Barcelona, Marika Vila nos comentó que para ella era más un honor, pensar que le estaban dejando hacer lo que le gustaba y además se lo publicaban. Ya del tema salarial ni hablamos. Si hoy hay brecha, imaginad entonces…”

Purita Campos -continúa Ruth- consiguió una revolución en el cómic de chicas. A pesar de llegar casi 3 años más tarde de su fecha de publicación original de UK, nos trajo a una niña de su edad con unos padres permisivos, que podía salir en medio de la noche sola para ir a casa de sus amigos o que se cogía un tren y se plantaba en Londres, que se ganaba un dinero de bolsillo cuidando niños, repartiendo periódicos antes de ir a la escuela o podía trabajar en unos almacenes primero en sus vacaciones de verano y posteriormente, ya cuando es un poco mayor, de prácticas de auxiliar de enfermera. ¿Qué niña tenía un trabajito en una tienda de ropa o repartiendo periódicos en España con 13 años?

“Uno de los mayores logros de Purita -continúa Ruth- fue no solo hacerse un nombre en España, también en media Europa. Esther fue un bombazo no solo en Uk, también en los Países Bajos, Indonesia, Grecia, Alemania… Artísticamente contribuyó no solo en su estilo reconocible, también en el uso que dio –y sigue dando- a lo que más le gustaba: la moda. No se puede decir que ningún personaje de Pura vaya mal vestido”.

En cuanto a otras autoras destacables, Ruth menciona a: “Trini Tinturé (aun trabajando para Países Bajos), Ángeles Felices (todavía en activo pero volcada en la ilustración), María Barrera, Marika Vila, o Grazia Nidasio en Italia y autoras como Diane Gabbot, o Shirley Bellwood en UK. ¡Y me dejo muchas! ¿Por qué? Por la frescura de los movimientos de los personajes, las expresiones realistas de los rostros, el trato de las figuras. Y si miramos a María Barrera se puede decir que se especializó en historias de ballet y sus poses son simplemente perfectas”.

El libro

Ruth nos comenta cómo ha estructurado el libro: “El libro está ordenado por revista y dentro de la misma, por secciones. Por ejemplo, primero se habla de la historia de la revista, sus formatos, secciones, etc, y luego se desglosa su contenido, generalmente dividido en los personajes habituales, los seriales, etc. Así con cada revista. También nos ocupamos de lo que he dado en llamar “sus derivados”, como son los extras, almanaques, especiales, que una gran parte tuvieron y que eran revistas de más páginas y contenido. Este contenido también es desglosado”.

El libro también es una historia del cómic femenino español desde sus inicios. “Como tal -asegura Ruth- nace en 1920 de la mano de Joaquín Buigas, director del TBO. Se da cuenta del potencial del mercado porque hasta entonces no había habido ninguna publicación dedicada solo a las chicas. Esta nueva revista va dedicadas a las féminas “entre 3 y 20 años”, un tramo de edad considerable. Estas publicaciones se componían de diferentes secciones, historias en texto y algunas historietas. No estoy muy familiarizada con esas revistas de la primera época, pero posteriormente y ya bajo otras editoriales sí podemos encontrar personajes a destacar como Florita de Vicente Roso, Anita Diminuta, de Jesús Blasco o también personajes como Mary Noticias de Carmen Barbará”.

Niñas adelantadas a su tiempo y censuradas

En cuanto al cómic de los 70, del que trata este libro, Ruth nos comenta cómo fue modernizándose poco a poco: “Se puede ver una clara evolución en la revista Lily, por ejemplo. Empieza tímidamente, con historias reimpresas de la revista Sissi que ya en los setenta eran obsoletas. Hay muchas historietas de tres páginas de chica conoce a chico y al final de la última viñeta vivieron felices y comieron perdices. Pero entre estos hay una serie de personajes que comienzan a destacar por sí solos. Hay historietas de las que podemos llamar cómicas, como Fina el Terror del RemansoLa hermana del Guillermito y su voraz apetito que leían los chicos. Este es un personaje que nunca envejece”.

“Tendríamos también -continúa- a las niñas del internado de Landers School, Cristina y sus amigas, otra historia que comenzó en una publicación anterior y que supo conservar ese aire interesante –hoy tan de moda con series como El Internado o la Otra Mirada– de los internados para chicas. Según va progresando la década veremos series más atrevidas, aunque la censura siempre metió mano. Hay una serie, Nuestra Sonia, donde en los dibujos originales podemos ver un poco de destape. Sin embargo en España, primero se les cubrió de color y luego se les “añadió” ropa, escotes o simplemente se tapaba con una viñeta colocada estratégicamente”.

“Creo –añade Ruth- que este tipo de cómic influyó en las niñas de la época en cuanto a hacernos curiosas. Crecimos con series de empoderamiento ficticio, como Los Angeles de Charlie; ya no jugábamos tanto a cocinitas o a mamás. Las chicas querían ser detectives privados y no princesas atrapadas en una torre. Pero al final del día era puro entretenimiento y las niñas de nuestra generación, encontraron que había algo más ahí fuera”.

“Algunos de estos tebeos –concluye Ruth- han envejecido mejor que otros. Historietas como la anteriormente mencionada Fina, el Terror del Remanso, Susi Pelotilla, Esther y su Mundo, Emma es Encantadora, o incluso Cathy la chica gato La Familia Feliz han envejecido con mucha dignidad y tratan temas que –dentro de su fantasía- se podrían extrapolar al día de hoy. Cathy aún podría luchar contra los espías rusos o el ISIS y los problemas cotidianos de Esther y su Mundo siguen siendo los de miles de adolescentes”.

La llegada del cómic adulto de los 80

Estos cómics de los setenta y ochenta reflejaron los cambios sociales de una forma. “Refleja cambios sociales pero no en España –asegura Ruth-. Como comentaba antes, la mayoría de historias provenían de UK, aunque de autores españoles en su mayoría. Pero reflejaban una sociedad que queríamos vivir, unas niñas adolescentes o no tan adolescentes con unas libertades que no teníamos y unos armarios de infarto. Tampoco eran unas historietas con tramas políticas pero sí se ve por ejemplo a más chicas trabajando como enfermeras, doctoras, veterinarias, policías, etc… en contraste con las profesiones más frecuentes en las protagonistas femeninas de los cincuenta y sesenta: modistas, secretarias…”

Ya en los 80, con el boom del cómic adulto en España, aparecieron autoras que lograron ocuparse de otros géneros como Ana Miralles o Laura Pérez Vernetti. “Lograron abrirse camino -afirma Ruth-en un medio aún casi polarizado por los hombres, que no es poco! Y hacerse un nombre en una profesión que no es nada agradecida. Lograron que otras mujeres se interesasen no solo en el cómic sino en abrirse camino en ese mundo reservado a unas pocas”.

Las autoras actuales

En cuanto a las autoras actuales, Ruth nos comenta que: “Creo que cada vez van surgiendo más autoras, como Raquel Córcoles, Agustina Guerrero, Laura Pacheco, Raquel Riba Rossy, Cristina Durán, Idoia Iribirtegui, Montse Martín y las que me dejo… y espero que vayan surgiendo más, hay mucho talento pero ellas mismas reconocen que es difícil hacerse un hueco. Pero en ello estamos, ellas como autoras, nosotras como lectoras”.

Si queréis saber más sobre este tema, sólo tenéis que comprar el libro o visitar la página web que Esther tiene en internet sobre cómics: “Foroesther -nos comenta- es una revista dedicada no solo al cómic de chicas. Hay cabida para cualquier noticia relacionada con el cómic. Nació en el Foro de Esther y su Mundo como una necesidad de reunir ciertas noticias y acontecimientos que de otra manera quedaban perdidas entre las entradas y charlas del foro”.

“En un principio -continúa- la hicimos de carácter mensual y la hacíamos entre algunas componentes del mismo foro: teníamos secciones fijas de recetas, manualidades, recomendación de libros y artículos y entrevistas. Es una revista gratuita que puede encontrase online, pero obviamente la vida y el trabajo han llegado a limitarnos mucho, algunos colaboradores no han podido seguir, otros no encuentran en su entorno algo sobre lo que escribir y de momento nos hemos dado un descanso, porque yo no puedo escribir artículos y montar toda una revista sin ayuda. Pero estoy segura de que volveremos”.

“De momento no estoy segura de sí escribiré algo más sobre cómic –concluye Ruth-. Ahora mismo estoy en un proyecto que he ido retrasando, pero se pude decir que estoy en un “tiempo sabático” después de estos tres años volcada en este proyecto, y necesito ordenar ideas y decidir qué hacer”.

Ver más en:  RTVE

 

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