En un año en el que el Nobel de Literatura se suspende en 117 años de trayectoria, repasar la historia de uno de los premios más prestigiosos de las letras nos ha hecho rescatar a estos siguientes escritores que no ganaron el Nobel de Literatura. Autores que a pesar del éxito de crítica y público a lo largo de su trayectoria siempre fueron eternos candidatos de las quinielas.
Haruki Murakami
Aquellos escritores que nunca ganaron el Nobel de Literatura son conocidos como “los Nobel perdidos“. Un designio del que el japonés Haruki Murakami es el mayor representante. Candidato eterno al galardón de la Academia de Suecia y nombre que aparece todos los años en las quinielas, el autor de Tokio Blues y Kafka en la orilla se ha visto eclipsado por otros escritores de procedencia japonesa que sí han ganado el Nobel como Kazuo Ishiguro. Entre los motivos por los que se le ha negado el premio a Murakami, existen diversas teorías, entre ellas la condición de best-seller que han alcanzado sus obras y que tan poco gusta a la Academia, o el carácter de novela ligera señalado por diversos críticos en sus comienzos en referencia a su estilo sencillo. No obstante, confiamos en que el escritor japonés más famoso del mundo gane el premio algún día.
Ngũgĩ wa Thiong’o
Durante los últimos años, otro de los autores recurrentes en las quinielas al Nobel de Literatura ha sido Thiong’o, escritor de origen keniata quien defendió la cultura del pueblo kikuyu, sus artes escénica, su lengua y literatura frente a la opresión de las potencias colonizadoras. Autor de obras que ya forman parte de la historia contemporánea de África como Un grano de trigo o el recomendable ensayo Descolonizar la mente, este escritor exiliado de su país de origen debería convertirse en ganador del premio gracias a su ardua labor como defensor y voz del continente negro. Las razones aún son una incógnita.
Jorge Luis Borges
Si existe un autor latinoamericano que merecía el Nobel ese fue Jorge Luis Borges. Artífice de una prosa que cambiaría para siempre la trayectoria de la literatura del siglo XX, Borges sonó como candidato durante las dos décadas previas a su muerte en 1986 sin resultar nunca ganador. De hecho, el año en el que su nombre sonó con más fuerza fue en 1976, si bien su reunión con Pinochet aquel 22 de septiembre sirvió para descartarlo del todo. Un motivo más para pensar que, al igual que sucedió con el autor de El Aleph, otros autores no llegaron a recibir nunca el premio por cuestiones políticas.
Virginia Woolf
Miembro de la selecta escena literaria de Londres de los años 20 y una de las mujeres que ayudó a la integración del feminismo en varios ámbitos de la sociedad, Virginia Woolf debió abrirse paso en una época en la que el machismo lo invadía todo. De hecho, la incapacidad de una mujer para escribir en un mundo dominado por hombres fue el principal tema de su famoso ensayo Una habitación propia, obra que sería redescubierta en los años 70 durante el movimiento feminista. Autora de obras tan populares como La señora Dalloway o En el faro, Woolf fue obviada por la Academia en un tiempo en el que el mundo no parecía estar preparado para recompensar a una mujer escritora.
Franz Kafka
El autor de origen judío es uno de los más influyentes de la literatura del siglo XX al crear historias insólitas, totalmente alejadas de lo concebido hasta el momento. Escritor de las novelas El proceso, El castillo, El desaparecido y la afamada La metamorfosis, Kafka nunca llegó a ganar el Nobel de Literatura, según los expertos, por una visión literaria para la que la Academia aún no estaba preparada. Sin embargo, el tiempo ha dado la razón a un autor cuya influencia en las jergas y obras literarias actuales es totalmente palpable.
León Tolstói
Dicen que durante la celebración del primer Nobel de Literatura en 1901, el ruso León Tolstói sonó como principal candidato a hacerse con el premio. Sin embargo, éste recayó finalmente en el poeta francés Sully Prudhome. Años después, tras la publicación de un libro del académico sueco Kjell Espmarkse que explicaba los motivos que llevan a dar el premio, se supo que la Academia rechazó ofrecerle el premio al considerar su obra como una “inadversión contra la cultura” además de contra la Iglesia y el Estado. Un rechazo que el autor de Guerra y paz llegó a agradecer alegando que “prefería no recibir un dinero que estaba lleno de maldad”.
James Joyce
Según Gabriel García Márquez, James Joyce fue el escritor más influyente del siglo XX por muchos motivos. Pero el principal fue su habilidad para adaptar un clásico como era La Odisea de Homero al Dublín de la década de 1910 regalando una novela arrebatadora y quizás demasiado transgresora para su tiempo. De hecho, tal y como recoge el mencionado académico Kjell Espmark, “la Academia no estaba preparada para este nuevo tipo de literatura, apoyándose más en las letras tradicionalistas”. Mentor de una generación que aún sigue celebrando el famoso Bloomsday cada 16 de junio, Joyce es otro de los grandes olvidados por el comité del Premio Nobel.
Julio Cortázar
Más allá del propio fenómeno que supuso en los años 60 el conocido como “boom latinoamericano”, Julio Cortázar fue un autor que revolucionó el estilo y la forma de contar historias. Para ejemplo, queda su obra Rayuela, la cual supuso todo un desafío para los lectores de su tiempo (y los actuales). En su momento, se le llegó a preguntar al autor si le gustaría ganar el Nobel de Literatura, a lo que Cortázar contestó “Sí, me gustaría conseguirlo para utilizarlo como arma política contra aquellos escritores latinoamericanos que se vendieron al fascismo”. Las razones por las que nunca llegó a ganar el Nobel no están claras, pero intuimos que a la Academia nunca le gustaron los autores tan políticamente incorrectos como Cortázar.
Autor: Alberto Piernas
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