Normalmente al graffiti como muchas otras formas de arte urbano se les consideran vandalismo, al menos, de acuerdo a las leyes. Sin embargo, si se hace bien incluso puede revertir verdaderos actos vandálicos que tienen como fin principal dejar una marca negativa en el paisaje urbano.
El artista callejero italiano CIBO, desde hace algunos meses está una encrucijada para borrar los mensajes de odio, símbolos fascistas y nazis que cada vez aparecen más en su comunidad. Para lograrlo, los tapa pintando sobre ellos comida (ya que ‘comida’ en italiano se dice “cibo”, como su apodo).
“Es mi deber cívico, es un derecho. Honestamente me siento obligado a borrar estas cosas. Al hacerlo, me estoy ocupando de mi ciudad, es como si la ciudad fuera mi galería de arte. ¿le explicas una esvástica a un niño? ¿Cómo puedes? Es imposible. Es un mensaje racista, no es bueno ” ─Comenta.
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