La poeta uruguaya, que recibirá el galardón el próximo 24 de noviembre en la inauguración de la Feria de Guadalajara, es «una fuerza poética en el ámbito de la lengua española»
Dice el acta del jurado que ha concedido el premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) de Literatura en Lenguas Romances a Ida Vitale (Montevideo, 1923) que la uruguaya es «una fuerza poética en el ámbito de la lengua española». Y no les falta razón. Aunque se podría decir que la poeta uruguaya es, también, una fuerza de la naturaleza, como pudimos comprobar tras su última visita a Madrid, en junio de 2017. Entonces tenía 93 años. La FIL le premia con uno más (recibirá el galardón con 95, que cumple el 2 de noviembre). Y el Cervantes aún no la ha reconocido.
Fuerza, decimos, poética y de la naturaleza, que al fin y al cabo son la misma cosa. Según los miembros del jurado de la FIL, que el 24 de noviembre entregará el galardón –dotado con 150.000 dólares– a Vitale en la inauguración de la XXXII edición de la feria literaria más importante del mundo hispano, la uruguaya es «lúcida y atenta al acontecer humano en la palabra».
A partir de ese instrumento, la palabra, «su depurada voz poética, apegada al mundo natural, a las expresiones artística y al transcurrir del tiempo vivido, sabe renovar la tradición y afirmar su presencia en la modernidad». Muchos halagos, diría ella, en su infinita humildad. Nunca suficientes, decimos nosotros.
Nacida en Montevideo el 2 de noviembre de 1923, Vitale es poeta. A los versos ha dedicado su vida, aunque a lo largo de los años haya ejercido de periodista, traductora y crítica literaria. Había que comer, y la poesía, ya saben, perras da pocas. Integrante de la llamada Generación del 45, estudió humanidades y fue profesora hasta 1974, cuando la dictadura militar hizo que se exiliara en México durante diez años.
Entre sus numerosas obras destacan «La luz de esta memoria», «Procura de lo imposible», «Léxico de afinidades», «Sueños de la constancia» y «Cada uno en su noche». Y en su nómina de galardones, a la que desde ayer se suma el de la FIL y en la que aún falta, insistimos el Cervantes, destacan el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el García Lorca, el Octavio Paz, el Alfonso Reyes y el Max Jacob.
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