La 36ª edición de la feria internacional del libro que el miércoles se inaugura en Barcelona reunirá a 10.000 profesionales
Los más vendidos son los libros de religión y académicos, y también los de infantil y juvenil y sociales. Tampoco hay demasiados novelistas ni poetas porque ahí los que predominan son importadores, distribuidores, libreros y compradores de derechos. Aparentemente, parece un encuentro extraño, poco popular, pero en cambio, Liber, la Feria Internacional del Libro, es vital para el sector editorial español porque casi un tercio de la facturación de la exportación de libros de librerías (unos 100 millones de euros) se gestiona en los apenas tres días que dura el salón profesional más importante en lengua castellana. Y eso lo saben los más de 10.000 visitantes profesionales que se prevé acudan a su 36ª edición, que tendrá lugar del 3 al 5 de octubre en el Recinto Gran Vía de Fira de Barcelona.
El esfuerzo compensa: en 2017, las exportaciones de libros (incluidos los de texto) ascendieron a 589 millones de euros, un 2,9% más que en 2016. España es el tercer país del mundo que más libros envía allende fronteras, tras Gran Bretaña y EEUU.
Junto a la vertiente comercial, Liber va potenciando el peso de sus jornadas profesionales. “El objetivo es convertirnos en la gran feria de contenidos en español”, apunta el presidente de Liber y de la FGEE, Daniel Fernández, en la línea en la que está incidiendo a nivel mundial el gran referente del sector, la Feria del Libro de Fráncfort.
Así, ente las 114 actividades previstas entre conferencias, foros y presentaciones (que movilizarán a 216 ponentes y servirán para “reflexionar sobre retos y miedos”, dice Ávila), sobresalen las destinadas a conectar a editores con representantes de otras industrias culturales, especialmente productores y desarrolladores de videojuegos.
Pero también del mundo del cine, como el acuerdo con el Festival de Sitges para explorar las adaptaciones en ese campo. Otra faceta con gran peso específico será la destinada a las tendencias digitales y los audiolibros.
Estos últimos alcanzaron ya el año pasado en España los 4.000 títulos (33% más que en 2016) y son, para el sector, un potencial imán para incorporar nuevos lectores en un país donde el 34% de la población admite leer muy poco o nada.
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