La apertura de grandes exposiciones anima la semana de la Fiac
rtistas, coleccionistas y galeristas se reúnen en cónclave hasta hoy en París. La 45ª edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Fiac) arrancó el jueves en el Grand Palais de la capital francesa con casi 200 galerías invitadas y la esperanza de igualar la plusmarca del año pasado, cuando la cita congregó a más de 75.000 visitantes. Los museos de la ciudad han aprovechado esta semana para inaugurar sus grandes exposiciones para la temporada otoñal, en una demostración de fuerza con escasos precedentes, que parece destinada a recuperar posiciones en el sector frente a las turbulencias que anuncia el Brexit en Reino Unido.
Hasta ahora, Londres se ha visto beneficiado por una tasa sobre las importaciones de obras que sigue siendo la más baja de la Unión Europea (5%), pero la situación podría cambiar cuando abandone el mercado común.
“El comercio odia la incertidumbre y muchos marchantes, como los banqueros, planean trasladar sus hogares a Bruselas o París”, señaló Le Monde hace pocos días. “Desde que la situación ha cambiado en Gran Bretaña, muchos ingleses se marchan a Francia”, confirma también el galerista londinense Ben Brown. Sin embargo, otras voces opinan que Londres no se dejará ganar tan fácilmente. Y que todo dependerá de la política fiscal que ponga en marcha tras el Brexit. “Europa no tiene centros del mercado del arte que puedan competir con Londres”, descartó el galerista británico Brett Gorvy a The New York Times.“¿Puede París reconquistar el mundo del arte? No creo”.
Sin embargo, si en la Frieze de Londres reinaba cierta melancolía, en París triunfa el optimismo. “Hoy ya nadie piensa que en París no sucede nada”, resume la directora de la feria, Jennifer Flay, que asumió el cargo en 2003 junto a Martin Bethenod, actual director de los museos del multimillonario François Pinault en Venecia. Cuando se colocaron al frente de Fiac, esta se había convertido en una cita en declive, desterrada a un recinto ferial en la periferia de la ciudad y abandonada por las grandes galerías internacionales. Pero los peces gordos, que la desertaron durante años, vuelven a ocupar sus pasillos. Por ejemplo, las galerías suizas como Hauser & Wirth y Gmurzynska han regresado a esta edición. La primera, con un stand temático sobre la noción del deseo y la plana mayor de sus artistas, de Louise Bourgeois a Philip Guston, de quien el primer día se vendió un óleo valorado en 5,2 millones de euros. La segunda, con obras de Yves Klein puestas en escena por Alexandre de Betak, el diseñador de los grandes desfiles de moda.
Las cifras siguen siendo muy favorables a Londres, pero París piensa dar guerra. “Cada vez más coleccionistas estadounidenses tienden a preferir Fiac que Frieze”, explica el director de la galería británica White Cube, Sharis Alexandrian.
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