En el espacio de arte Azkuna Zentroa, en Bilbao (España), inaugura mañana una extensa muestra individual de Ángela de la Cruz (Coruña, 1965). Tomando su nombre de la obra Homeless (1996), la exposición hace un recorrido desde la producción de aquella obra hasta la actualidad (1996-2018), ilustrando, así, todo un periodo –caracterizado por una diversidad de estilos y temáticas- de la artista española, incluyendo obras nunca antes exhibidas.
En conjunto, las obras que constituyen Homeless, conforman una especie de dialecto creole que Ángela de la Cruz manipula a través de las formas para representar la presencia o ausencia humana.
Durante toda su carrera, la artista española ha explorado las distntas formas de delimitar los términos de la pintura como medio. Así, centrándose en la pintura como objeto y en lo que esta es capaz de representar. Caracterizada por elaborar un lenguaje específico que le permitió dotar sus obras con una estética multidisciplinaria –donde no hay límites entre los escultórico, lo pictórico. De esta forma, cada disciplina es utilizada por de la Cruz como un lenguaje específico que atiende a sus necesidades puntuales.
Haciendo referencia a algunas de sus obras, Ángela de la Cruz explicó: «Son escultura que usan el lenguaje de la pintura y viceversa. Entonces, son pinturas y esculturas simultáneamente”.
Un elemento que se repite en los trabajos de Ángela de la Cruz es la camilla. Gran parte de su trabajo giran en torno a esta figura. Centrada en la pintura minimalista, sus pinturas incorporan “amputaciones accidentales” ocupando lugares azarosos en los espacios de exposición, como una camilla que se quiebra y se deshace en partes. Su obra Homeless, la primera de sus Pinturas Cotidianas, es un ejemplo de estos trabajos: una gran pintura amarilla con su camilla rota que se eleva desde el suelo, como amenazando el espacio de exposición. Como su título lo indica, representa a las personas sin hogar, que llevan consigo sus pertenencias y recuerdos; individuos que son víctimas de las inmensas olas migratorias, producto de los conflictos polítco-económico que sufrimos a diario.
La muestra también aborda las pinturas de su serie Naturaleza Muerta. En esta serie, las obras se apropian –en sus representaciones- de objetos ornamentales cotidianos, por un lado; y la idea del reciclaje a partir de la utilización de obras que incorporan otras obras dentro de bolsas o contenedores.
Sin lugar a dudas, la muestra que se llevará a cabo a partir de mañana en el Azkuna Zentroa de Bilbao hasta el 20 de enero, es una oportunidad perfecta para conocer el trabajo de una de las artistas más influyentes en la escena contemporánea.
Ver más en: Es Arte al Día
