Los museos nacionales han criticado que la obra, que pertenecía a la princesa Cristina, tía del rey Guillermo, no les fuera ofrecida antes de la venta
La casa Sotheby´s ha subastado este miércoles en Nueva York un dibujo del pintor flamenco Rubens por siete millones de dólares (unos seis millones de euros). La obra estaba en manos de la princesa Cristina de Holanda, tía del rey Guillermo, y hermana pequeña de la anterior soberana, Beatriz. La venta ha estado rodeada de polémica porque la dueña, que la tuvo en su domicilio, no la ofreció primero a los museos nacionales. Aunque no figuraba en la lista del patrimonio nacional, una regla no escrita lleva a sondear tradicionalmente en estos casos a posibles compradores dentro del país antes de subastar fuera. El precio de salida estaba entre dos y tres millones de euros. El comprador permanece en el anonimato.
El dibujo muestra a un varón desnudo con los brazos en alto. Es un carboncillo para una de las figuras que Rubens pintó en un retablo de la catedral de Nuestra Señora de Amberes (Bélgica). De estilo gótico, está dedicado a la Virgen María y es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1999. En la pintura final, el personaje aparece vestido, a la izquierda del espectador, en una escena de La Elevación de la Cruz (1610). Sus piernas están en unos escalones de piedra y con las manos se afana en la crucifixión de Cristo. El boceto formaba parte de la colección de arte reunida por el rey Guillermo II de Holanda (1792-1849) y su esposa, Anna Paulowna, gran duquesa rusa.
“Como ya dijo Mark Rutte, primer ministro holandés, la venta es un asunto privado porque la dueña ha cumplido con todos los requisitos legales. No es frecuente tener entre manos dibujos importantes de Rubens”, dijo, poco antes de la subasta, Gregory Rubinstein, jefe del departamento de dibujos de Maestros Antiguos y director sénior de Sotheby´s. El mismo lote incluía, entre otros, una copia anónima de La Batalla de Anghiari (1505), un fresco perdido de Leonardo da Vinci, pintado en el Palazzo Vecchio, de Florencia. Se esperaba que alcanzara unos 30.000 euros pero ha sido adjudicada por 569.000.
Días antes de la puja, Sjarel Ex, director del museo Boymans van Beuningen, de Róterdam, que tiene la mayor colección holandesa de obras de Rubens, lamentó el comportamiento “poco regio” de un miembro de la familia real. Otro tanto hizo la Asociación Rembrandt, que apoya las adquisiciones por parte de las colecciones nacionales. Sin éxito en este caso. La princesa Cristina solo retiró un conjunto de cristal de Lalique cuando supo que había sido un presente de boda de los embajadores holandeses a sus padres. En este caso, se consideraba un regalo oficial y no podía salir del país.
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