Roxana Méndez se convirtió en una de las ganadoras del VI Premio Fundación Cuatrogatos, en Miami, para el que fueron considerados 1,500 títulos de 175 editoriales de 19 países.
La salvadoreña Roxana Méndez es una triunfadora. Su pasión por la fantasía y las letras la ha hecho recorrer con éxito lugares inimaginables. La más reciente de sus aventuras la llevó hacia la ciudad puerto estadounidense de Miami, Florida.
En esa región del sudeste de EE.UU., la autora supo brillar con su libro infantil Máquinas voladoras. La obra fue seleccionada como una de las 20 ganadoras del VI Premio Fundación Cuatrogatos 2019, de un total de 1,500 títulos en español, publicados por 175 editoriales de 19 países.
El jurado a cargo de la selección la describió el poemario de la siguiente manera: “Realidad y sueño dialogan en versos de excelente factura, realzados con sugestivas ilustraciones. Un libro para descubrir que la auténtica poesía, como las voces de las hadas viejas, es un misterio siempre en espera de ser revelado”.
En esta edición del reconocimiento, los ganadores son originarios de cinco países y de 18 editoriales, según se detalla en el sitio oficial.
Para la compatriota, este galardón se suma a otros que ha cosechado a lo largo de su periplo por la poesía. En 2012, obtuvo el Premio Alhambra de Poesía Americana para obra inédita en Granada, España. En El Salvador, ganó el premio Gran Maestre de Poesía en el 2003, y triunfó en certámenes nacionales de narrativa infantil en 2011 y 2018, poesía infantil en 2016 y cuento en el 2018.
Méndez es poeta y narradora, máster en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad de Barcelona y licenciada en Lengua Inglesa con especialización en Traducción.
¿Cuándo decidiste escribir Máquinas voladoras, en qué te inspiraste?
Máquinas voladoras es un libro de poesía infantil que está compuesto por 16 poemas, que fueron pensados como pequeñas historias contadas en verso, algunas de ellas eminentemente fantásticas y otras muy cotidianas pero dotadas de un componente mágico. Empecé a escribirlos hace unos dos años y el libro se publicó en la segunda mitad de 2018 (…) Con este libro, yo quería contar historias situadas tanto en lugares lejanos, como el polo norte, como en lugares inmediatos, como un mercado en un pequeño pueblo. De esta manera, personajes como gigantes, ballenas, hadas o príncipes guerreros de Izalco conviven en el mismo espacio con personajes cotidianos, como hermanos, abuelos o amigos.
¿Cómo llega tu libro hasta la Fundación Cuatrogatos?
Los libros no se envían a la Fundación, ellos examinan las publicaciones en español cada año (…) A mi libro Máquinas voladoras se le otorgó el premio a inicios de este año, entre los 20 libros altamente recomendados por sus valores literarios y plásticos que, a juicio de la fundación, merecen tener la mayor difusión.
La Fundación Cuatrogatos de Miami es una organización sin fines de lucro que se “dedica a la investigación y al estudio de la producción editorial en español dedicada a los lectores infantiles y juveniles. Cada año, después de leer, analizar y discutir una amplia y representativa muestra de libros para niños y jóvenes, publicados en español por pequeñas y grandes editoriales de Iberoamérica y Estados Unidos, un comité realiza la selección de los títulos ganadores del Premio”, según se detalla en su portal web.
¿Cómo describes tu aventura con la literatura infantil?
Empecé a escribir literatura infantil hace muchos años, tanto narrativa como poesía. Creo que la poesía, para cualquier edad, es una mirada a la realidad a través de la imaginación y es principalmente por esto y por su musicalidad que les atrae a los niños. Quizá una de las diferencias con la poesía de adultos es el componente fantástico, el mundo mágico que se crea a partir de una idea y eso es algo que siempre me gustó. Desde mi punto de vista, solo existe una delgada línea que separa la literatura de fantasía con la literatura infantil. El escritor J. R. R. Tolkien decía que “la fantasía es una forma superior del arte, la forma más pura, y que, cuando se logra, es la más potente”.
Roxana Méndez afirma que la literatura infantil le ha dado muchas gratificaciones, entre ellas el acercamiento a los niños en El Salvador y a niños latinoamericanos en Estados Unidos. “Además, tengo otras satisfacciones, como que mi libro Clara y Clarissa (ahora publicado en editorial Loqueleo) va por la séptima edición o que mi libro Máquinas voladoras haya recibido un premio tan prestigioso como el de la Fundación Cuatrogatos”.
La escritora acaba de terminar el primer libro de una novela de fantasía que tendrá tres partes, la cual se encuentra en el proceso de revisión.