Con la incorporación de la alcaldesa de Montreal y su par de Berlín a la tercera jornada, hoy termina en la Usina del arte la Cumbre Internacional de Ciudades Culturales que trajo a Buenos Aires a referentes de diferentes ciudades de los cinco continentes.
Compartir quiénes son y cuáles son los ejes de sus gestiones fue, en parte, la moneda corriente de este intercambio donde el impacto de las políticas culturales en la comunidad, los temas de género y las economías creativas sonaron fuerte en las voces de los panelistas, que también dieron participación a gestores y actores de la escena independiente, ONG’s y el ámbito privado.
Con el mismo interés por sostener a la Cultura como tema de esencial en las agendas de gobierno, ministros, secretarios, alcaldes y funcionarios con diferentes perfiles dieron el presente en este encuentro. Entre otros, Berry Vrbanovic, Alcalde de Kitchener, Canadá, gran partidario de la comunidad LGBTQ; Imanol Galdós, de Donostia Kultura, San Sebastián, concentrado en generar espacios de reflexión que ayuden a salir de la zona de confort para generar nuevas y mejores políticas culturales; Céline Chartier, concejala de Vaudreuil Dorion, Canadá, e impulsora de planes de cuidado del medioambiente en su ciudad; el vicealcalde de Roma Luca Bergamo, enfocado en romper con las barreras entre la institución de la cultura y los suburbios.
Sobre la acción central de su gestión, Iñaki López de Aguileta, Secretario de Cultura de Bilbao, destaca el rol de la cultura como motor del desarrollo económico y habla del «efecto Guggenheim», y Fiona Winders, coordinadora de centros culturales de la comunidad de Malmö, en Suecia, se refiere a iniciativas innovadoras para usar la cultura como herramienta de inclusión. En Lisboa, Catarina Vaz-Pinto, secretaria de Cultura, impulsó la programación de la biblioteca Marvila en un barrio vulnerable, y Andrés Zaratti, su par de La Paz, Bolivia, se enorgullece de que su municipio sea pionero en tener una Ley de Culturas. «La cultura como prioridad tiene que ver con una voluntad política; es el cuarto pilar del desarrollo», manifestó.
Anfitirón de esta tercera cumbre organizada en conjunto con el CGLU, el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro , se refirió a la cultura como «una caja de herramientas» y eligió dos marcas de su gestión que lleva casi un año y medio en Buenos Aires: la implementación del Pase Cultural y el programa Barrios Creativos.
