El actor y director de teatro falleció ayer por un edema pulmonar
Tenía un carácter fuerte, vehemente. Por eso, casi nadie se atrevía a llevarle la contraria, y es que para hacerlo debía contradecirse a un artista de convicciones irrevocables. Así era el actor y director de teatro Armando Gota, quien falleció este lunes 8 de abril en Caracas debido a un edema pulmonar. Tenía 79 años.
La noticia del fallecimiento de Gota fue dada a conocer, en un primer momento, por el investigador y crítico de teatro Leonardo Azparren, y por su exesposa, la escritora Mariela Romero, quien dedicó en su perfil de Facebook un espacio para expresar sus sentimientos por el padre de sus dos hijos. «Buen viaje, Armando Gota. Tus hijos y yo te amamos. Quedas en nuestro recuerdo y quedas en la historia del teatro venezolano, donde compartimos tantos éxitos. Descansa en paz. Adeu, cariño», escribió.
El también actor y director Héctor Manrique, tuvo presente desde sus inicios la figura de Gota, con quien trabajó en un par de oportunidades, siendo una de ellas cuando Manrique dirigía la Compañía Nacional de Teatro (CNT).
«Desde que comencé hacer teatro lo veía, me gustaba mucho su trabajo. Con él me divertía, cada vez que lo veía», comentó Manrique.
Nacido en Barcelona, España, en 1940, Gota adoptó a Venezuela como el país en el que gestaría su hacer como gran hombre del teatro y del cine. Su trabajo en El Nuevo Grupo, Rajatabla, la CNT y en tantos otras agrupaciones, hizo evidente que Gota estaba abierto a cualquier forma escénica, que le gustaba experimentar con el espacio y desarrollar al máximo las capacidades de los actores.
Imposible olvidar la lectura escénica que le dio a La revolución (Isaac Chocrón) o a El Americano Ilustrado (Cabrujas), por mencionar solo un par de sus puestas más recordadas. También queda su trabajo en cine, desde La oveja negra (Chalbaud) hasta La Ley ( Pablo de la Barra).
Ver más en: http://www.eluniversal.com/entretenimiento/37095/armando-gota-deja-un-legado-de-rigor-y-pasion-por-el-teatro