«Tengo el grato placer» de presentar esta redundancia
En la frase entrecomillada se transmite dos veces la misma idea, pues tanto el adjetivo «grato» como el nombre «placer» denotan que una acción produce satisfacción, agrado o complacencia.
Por lo tanto, para evitar la redundancia hay que decir o escribir, por ejemplo, «tengo el placer», «es un placer para mí», «me resulta grato», «es grato para mí», entre otras construcciones similares.
¿Se puede escribir «estimado señor», aunque no se tenga afecto por el receptor?
La expresión «estimado señor» es una fórmula de cortesía que se usa como vocativo o saludo en los textos epistolares, aunque no es exclusivo de ese campo. Su empleo no exige que se tenga algún grado de afectividad por el receptor.
Cuando está en línea independiente va con dos puntos (puntuación mixta o estándar) o sin ellos (puntuación abierta), pero nunca con coma (uso anglicado).
Correcto:
Estimado señor:
Es grato informarle…
Estimada señora
Por este medio, por favor, envíenos…
Incorrecto:
Estimado señor,
Su crédito fue aprobado…
Cuando se incorpora al párrafo, por su condición de elemento vocativo, va con coma. Este caso es usual en los correos electrónicos:
Estimada señora, gracias por el envío de sus documentos…
¿Está vigente la frase «muy señores míos»?
Es un trato de cortesía muy formal que aún suele emplearse en la correspondencia institucional. No obstante, en el ámbito de la redacción moderna está catalogado como obsoleto e, incluso, ilógico: los señores destinatarios no son de nuestra propiedad para referirnos a ellos con un florido «muy señores míos» o «muy señores nuestros».
En todo caso, el remitente puede elegir las frases que le resulten más apropiadas, pero debe tener presente que algunas fórmulas de cortesía podrían resultar ambiguas o extrañas en otras esferas. (F)
Autor: Piedad Villavicencio Bellolio