Los libros de la competencia que a los editores les habría gustado publicar

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Los responsables de los principales sellos confiesan qué título habrían llevado a la 78 edición de la Feria del Libro de Madrid

Ensayo, novela negra, clásicos, narrativa contemporánea… Tomen nota, porque tienen mucho y muy bueno donde elegir

PILAR ÁLVAREZ SIERRA (Alfaguara):

«Los asquerosos» (Blackie Books), de Santiago Lorenzo, que tiene todas las posibilidades de convertirse en nuestro «La conjura de los necios» patrio. Tengo debilidad por esos libros escritos en estado de gracia, y que consagran a un escritor de trayectoria ya larga pero que no había encontrado su momento (y aquí menciono el caso de «Ordesa», de Manuel Vilas). Me encantaría ver «Los asquerosos» en mi catálogo, pero me alegra que sea de Blackie Books. Todo lo que rodea a este libro sube el ánimo y es una alegría, como pasa también con la feria de Madrid.

MIGUEL AGUILAR (Debate, Taurus y Literatura Random House):

G. H. Hardy
G. H. Hardy

Capitán Swing ha recuperado hace poco «Apología de un matemático», de G. H. Hardy. Es un libro extraordinario sobre el Oxford de los años 30 y 40, sobre la amistad creativa que le unió al genio indio Ramanujan, sobre la belleza de las matemáticas, sobre la inocencia de la ciencia pura en la era de las armas atómicas, sobre los arcanos del cricket. Una joya que no envejece y que me hubiera encantado publicar a mí.

IRENE ANTÓN (Errata Naturae):

«El ángel del olvido» (Periférica), de Maja Haderlap. Tenía muchas ganas de leer este libro tras oír hablar de él por todas partes y leer algunas críticas apabullantes en la prensa extranjera. Después de hacerlo, no me ha quedado ninguna duda: es un libro importante, justo, bello, y con unos personajes inolvidables. La historia de toda Europa concentrada en la de una familia de Carintia, en Austria.

BELÉN BERMEJO (Espasa):

Elegiría cualquiera de las dos novelas de Edurne Portela, ambas editadas por Galaxia Gutenberg: «Mejor la ausencia» y «Formas de estar lejos». La prosa elegante y sutil de Portela narrando dos historias de opresión y violencia convierten estas novelas en lecturas singulares. Sus personajes abundan en claroscuros y están completamente alejados de maniqueísmos y clichés. Edurne Portela me parece una de las voces más interesantes de la narrativa actual.

JUAN CASAMAYOR (Páginas de Espuma):

«Olinka» (Seix Barral), de Antonio Ortuño. Desde que publiqué «El jardín japonés», la obra literaria de Ortuño me tiene atrapado y cada libro que la construye es un acontecimiento. Los libros de Antonio Ortuño invitan a tirar la puerta abajo, a abrir los ojos. «Olinka», que se lee del tirón, radiografía las cloacas de nuestra sociedad para entender los suburbios del reino del dinero.

JUAN CEREZO (Tusquets):

«El arte de llevar gabardina» (Anagrama), de Sergi Pàmies, que leí en catalán el año pasado, y que me parece un libro muy recomendable, donde brillan las mejores cualidades de un escritor como él: la gravedad de los conflictos de la madurez, la relación con los padres, la crisis de pareja, contado con el toque exacto de humor y melancolía, de tragedia y elegancia, de distancia y sinceridad, en definitiva, de gran sabiduría.

MARÍA FASCE (Lumen):

«La muerte del comendador» (Tusquets), de Haruki Murakami. Espero cada libro de Murakami como los niños a Harry Potter. Murakami es el gran mago de la ficción contemporánea, y ha vuelto a operar su magia con «La muerte del comendador»: sólo él puede atraparte desde la primera página y al mismo tiempo conmoverte, crear personajes inolvidables que parecen más reales que mucha gente que conoces en la vida, una trama que sería irrisoria en otras manos, y hechizarte con ese estilo aparentemente sin esfuerzo que tiene una precisión y un ritmo únicos. Es el escritor que más arriesga con cada libro (¿quién si no él haría hablar al personaje de un cuadro?), y muy muy pocas veces no triunfa. En este libro, como en la primera entrega de «1Q84», ha triunfado.

OFELIA GRANDE (Siruela):

Uno de los libros que me habría encantado tener en nuestra caseta es el que me regaló en Sant Jordi mi amigo Luis Solano, editor de Libros del Asteroide, «Los sueños de Einstein», de Alan Lightman. ¿No pasa a veces que uno tiene la intuición de una idea, pero nunca la ha elaborado y cuando la lee piensa: «Eso era justo lo que yo pensaba»? Pues eso me ha pasado con este libro, desde esa primera frase que te conmociona: «La mayoría de la gente no sabe que vivirá sus vidas de nuevo». Me ha pasado con la forma en la que divide a las personas en los Luego y los Ahora y te hace elegir de cuál de los dos equipos quieres ser, con la forma en la que te hace pensar sobre el tiempo, sobre qué haces con tu vida y con tu tiempo y darte cuenta del altísimo precio que tenemos que pagar por ser inmortales.

SIGRID KRAUS (Salamandra):

«Sapiens. De animales a dioses» (Debate), de Yuval Noah Harari. Ha cambiado mi manera de entender de dónde venimos y también hacia dónde vamos. Está escrito de forma amena, pero sin dejar de ser riguroso, y se me ocurren perfiles de lectores muy distintos a los que me hubiese encantado recomendarlo en la caseta de Salamandra.

JAN MARTÍ (Blackie Books):

«Malaherba» (Alfaguara), de Manuel Jabois. Es un libro que me hubiera encantado publicar en Blackie, una novela que tiene todo lo que me gusta. Un protagonista inolvidable, el sesgo cognitivo y comunicativo de un niño frente al mundo adulto, que hace que no lo entienda o que lo entienda mejor que nadie, verdad, pureza, emoción. Se nota cuando lo pones todo en un libro.

DIEGO MORENO (Nórdica):

El libro que me hubiese encantado editar (y, de hecho, lo hemos intentado en varias ocasiones) es «El Gatopardo», de Lampedusa, que acaba de publicar, en una nueva edición revisada, Anagrama. Es una de las novelas que más he disfrutado y a la que siempre vuelvo. Tanto por su evocación, nada nostálgica, de un mundo perdido, como por el retrato de los personajes, y, cómo no, por las imágenes de Sicilia, es un libro que me hubiese encantado que formase parte del catálogo de Nórdica.

SANDRA OLLO (Acantilado):

«La hija del comunista», de Aroa Moreno, libro publicado en Caballo de Troya hace ya un par de años y que Lola Larumbe, maravillosa librera de Alberti, me recomendó. Me ha parecido una novela arriesgada, inteligente, poética, sutil y muy bien construida. Todo eso en apenas 190 páginas. Una historia que habla del exilio, del desarraigo, del nacimiento a la vida adulta, del dolor propio y del dolor de los demás, con un tono sosegado, sin estridencias, lleno de silencios. Es sin duda una novela que me hubiera encantado acoger en mi casa.

ELENA RAMÍREZ (Seix Barral y Ficción Internacional Grupo Planeta):

Me hubiera encantado llevar a la feria «El cielo según Google», de Marta Carnicero, editado por Acantilado. Es un libro formidable que partiendo de un sueño logrado, una pareja que consigue adoptar, narra la caída en picado de la pareja; ¡pero no sólo! Las distintas formas que cobra el amor son narradas con sencillez y cordura. Marta es una escritora brillante y sabia, y escribe realmente bien y su debut, uno de esos libros que te hacen seguir a una autora de por vida.

ENRIQUE REDEL (Impedimenta):

«El silencio de las mujeres» (Siruela), de Pat Barker. Se trata de una relectura apasionante de «La Ilíada», contemplada desde un punto de vista inédito, el de una mujer, Briseida, que aguarda en el campamento de los sitiadores de la ciudad, que llevan diez años bajo asedio. Briseida, cuya familia ha sido pasada a cuchillo por Aquiles, es ahora su concubina y su esclava. Es entonces cuando Agamenón la reclama para sí, y entonces los dos «héroes» tienen que pelear por ella. El libro nos confronta con la destrucción y la barbarie, todas características puramente «masculinas», vistas desde la perspectiva y el testimonio de una mujer, una de las muchas víctimas de la guerra. Yo leí el libro en inglés hace unos meses, y me encantó. Es una maravilla que Siruela la haya rescatado.

PILAR REYES (Alfaguara, Taurus, Debate, Lumen y Publicaciones Académicas de Penguin Random House):

Mi recomendación es «Camino al Este» (Tusquets), del escritor argentino Javier Sinay. El relato de un viaje que llevará al protagonista a recorrer, por la ruta más larga, el trayecto entre Buenos Aires y Kioto en busca de su amada. Un libro lleno de vitalidad y de alegría sobre las muchas, y desopilantes, cosas que somos capaces de hacer por amor.

JULIÁN RODRÍGUEZ (Periférica):

«Una historia de la luz» (Errata naturae), Jan Němec. Es un libro que he recomendado mucho estos meses: tiene muchas virtudes, y me sorprendió por su equilibrada combinación entre gran relato clásico y novela centroeuropea del periodo de entreguerras; con una «coda» final más reflexiva y muy singular, ya muy siglo XXI. Trata, además, sobre la vida de un fotógrafo fascinante, František Drtikol, uno de los grandes de la primera mitad del siglo XX.

EMILI ROSALES (Destino):

«El último barco» (Siruela), de Domingo Villar. Domingo ha desplegado una obra narrativa de gran personalidad dentro de la novela negra; la vida en la ría de Vigo aporta un mundo propio indisociable de la trama policiaca. ¡Enhorabuena!

SILVIA SESÉ (Anagrama):

Hay un libro maravilloso que me hubiese gustado mucho llevar a la feria con Anagrama, pero aunque no pudo ser, lo recomiendo encarecidamente y celebro la edición estupenda de Taurus. Se trata de «Tiempo de magos», de Wolfram Eilenberger. Un libro apasionado y apasionante sobre una época explosiva del pensamiento, que lideraron figuras como Heidegger, Cassirer, Benjamin, Wittgenstein. Consigue transmitir con un ritmo narrativo genial la inmediatez y el pulso del momento, enlaza deliciosamente los detalles biográficos de estos filósofos con su concepción de la vida, su lenguaje, y el lector se queda con la emoción de una lectura exuberante y perfecta.

LUIS SOLANO (Libros del Asteroide):

«La edad del desconsuelo» (Sexto Piso), de Jane Smiley. Una novela corta preciosa sobre la vida de una pareja americana que vive en los suburbios y lleva una vida que sobre el papel es casi perfecta, una historia que nos habla sobre cómo lo cotidiano opera sobre la relación amorosa, sobre la fragilidad del amor y sobre lo vulnerables que nos vuelve. Un libro publicado en 1992, pero que sigue apelando al lector con la misma fuerza que hace veinticinco años. Un libro que me hubiera encantado publicar.

JOAN TARRIDA (Galaxia Gutenberg):

«Zorro» (Impedimenta), de Dubravka Ugresic. Una de las autoras más inteligentes y profundas de las que hoy escriben en Europa. Sigo desde hace años sus textos narrativos y sus ensayos, muchos de ellos precisamente sobre la lectura y la agresividad creciente de lo comercial en la cultura, sobre la inundación de libros para usar y tirar, sobre la confusión creada por la tecnología. Me reconozco en sus reflexiones y me estimulan. Y este nuevo libro es un auténtico festín.

DAVID TRÍAS (Plaza & Janés):

Me encantaría llevar a la Feria del Libro a la escritora colombiana Margarita García Robayo, a la que conocí por casualidad en la FIL cuando publicó su novela «Tiempo muerto» (Alfaguara). Acaba de publicar «Primera persona», una valiente miscelánea de textos autobiográficos en los que reflexiona sobre la intimidad, los enamoramientos -de hombres siempre mayores que ella- o su complicada relación con el mar. Destellos de brillantez, mucha ironía y una sobresaliente inteligencia que nos va a dar, con total seguridad, muy buena literatura en los próximos años. Y, eso sí, junto con ella, me traería a la Feria a su aguerrida y combativa editora Sol Salama, responsable de la jovencísima editorial Tránsito.

Autor: Inés Martín Rodrigo

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