Todos los que no sufrimos algún tipo de discapacidad visual, deberíamos probar a pasar un día sin ver bien, o sin ver directamente, para sentir en nuestra piel la sensación de tener que imaginar todo y sufrir la cantidad de obstáculos del día a día.
Por suerte, la naturaleza que es sabia, hace que las personas invidentes desarrollen mucho más el resto de sus sentidos, el del oído, el del olfato y, por supuesto, el del tacto.
Una de las cosas más fantásticas de viajar, a parte de conocer a las gentes y las costumbres de un lugar o el folclore y la gastronomía, es ver sus edificios más emblemáticos. Contemplar catedrales, mezquitas, palacios o monumentos honoríficos, es una experiencia visual que no todos tienen la suerte de poder sentir.
Para ello, en muchas partes del mundo, hay modelos a escala, ubicados estratégicamente cerca de los monumentos que replican, y que ayudan a las personas con discapacidad visual a hacerse una idea del tamaño y las formas de lo que tienen delante.
Estas mini esculturas suelen estar hechas de bronce para soportar las inclemencias climatológicas y el paso del tiempo y, son una fuente de datos en braile para los invidentes que, además, ofrecen información táctil.
Suelen representar un solo edificio o centros históricos de ciudades; uno de los creadores más famosos y prolíficos de estos modelos es el escultor alemán Egbert Broerken queha creado más de 120 centros de ciudades y monumentos individuales en toda Europa.
Broerken tarda de ocho a diez meses en realizar un modelo después de tomar muchas fotografías y pasar por el proceso de fundición. Las esculturas resultantes están perfectamente detalladas y acabadas y abren un mundo para los discapacitados visuales.
El escultor declara, «Cuando las personas ciegas tocan su ciudad por primera vez, es una experiencia completamente nueva para ellos […] el modelo les da la oportunidad de comprender la dimensión de la ciudad en la que viven».
Es fantástico que una persona pueda realizar el recorrido de su ciudad con las manos y que esa información que recibe en las yemas de sus dedos, cree imágenes en su cabeza; es realmente importante la labor que hacen estas esculturas haciendo accesible la arquitectura y su historia a cualquier individuo.
La nueva tecnología, como la impresión 3D, ha hecho que los modelos a escala sean más asequibles y que, por tanto, se hayan vuelto cada vez más comunes; celebramos este hecho enormemente, celebramos que la cultura y el arte esté al alcance de la mano y de los sentidos.