Acechar y asechar; asechanza y acechanza
Acechar es vigilar y esperar con suma cautela para ejecutar o descubrir algo. Este verbo se relaciona con el nombre acechanza, que equivale a persecución sigilosa, vigilancia o espionaje que se hace con una finalidad determinada. Ejemplos: Todos los días la acecha cuando sale de su oficina para comprobar si le es fiel. Por más acechanzas que le ponen, siempre burla la vigilancia policial.
Asechar es engañar o actuar con artificio para perjudicar a alguien. Este infinitivo está vinculado con el sustantivo asechanza, que es sinónimo de engaño, doblez, disimulo, argucia. Ejemplos: Con sus frases melosas y bien calculadas siempre asecha a sus amigos. Sus asechanzas causaron mucho daño en el entorno familiar.
PARA RECORDAR:
Acechar y asechar transmiten diferentes sentidos, aunque se originaron de la misma palabra latina, assectãāri, que implica ‘seguir o perseguir’:
Acechar y acechanza se refieren a vigilar y vigilancia, con persecución incluida, para conseguir un propósito.
Asechar y asechanza se relacionan con insidiar y embuste, que denotan engañar y artimaña. Aquí no hay persecución.
¿Está bien decir «previo a aceptar el nuevo cargo»?
El adjetivo previo o previa se relaciona siempre con un sustantivo para denotar que lo que se menciona en el referido nombre ‘ocurre primero’ o ‘está delante’, ya sea en el tiempo o en el espacio.
No se recomienda que se use «previo a» con las características de un adverbio con el sentido de ‘antes de’, como está en la frase de esta consulta.
Por lo tanto, no es correcto decir «previo a aceptar el nuevo cargo», pues en esta expresión «previo» apunta directamente a un verbo y no a un sustantivo. En este caso hay que cambiar «previo a» por «antes de», así: «antes de aceptar el nuevo cargo». (F)
Autor: Piedad Villavicencio Bellolio
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