El centro espera superar, por primera vez este año, los 100.000 visitantes
El actual Museo del Romanticismo se creó en 1924 como Museo Romántico en el mismo edificio de la madrileña calle San Mateo que hoy ocupa, en Malasaña. Lo fundó el marqués de la Vega Inclán y Flaquer con el fin de contar de forma novedosa cómo vivieron sus antepasados y reivindicar la etapa romántica y, desde entonces, ha crecido en espacios y colecciones: sus salas iniciales se han doblado en número y, de 86 piezas fundacionales, su colección ha pasado a más de 20.000. En un inicio, esos fondos pertenecían a su fundador pero también procedían de donaciones y depósitos, como las dos pinturas de Alenza donadas por el Marqués de Cerralbo o los objetos pertenecientes a literatos como Mariano José de Larra, José Zorrilla o Juan Ramón Jiménez.
Su titularidad es estatal (está adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte) y, con el paso de las décadas, se ha consolidado como centro imprescindible para quienes desean estudiar a fondo el movimiento romántico, atrayendo asimismo a un creciente público general: este año podría superar, por primera vez en su historia, los 100.000 visitantes, frente a los cerca de 89.000 que recibió en 2009.
Ese año, en 2009, el centro reabrió tras permanecer cerrado desde 2001 por obras de reforma; fue entonces cuando cambió su denominación (de Museo Romántico a Museo Nacional del Romanticismo) y cuando sus espacios y la disposición de sus fondos se modificaron hasta ofrecer el aspecto que hoy presentan. En sus estancias se recrean la vida diaria y las costumbres de la burguesía durante el Romanticismo y en sus fondos encontramos retratadas a las grandes figuras de esta corriente en España.
El centro celebra ahora esa década transcurrida desde su reapertura y transformación (años en que su colección siguió enriqueciéndose a partir de compras, donaciones y legados), y nos invita a todos a sumarnos: hasta el próximo 8 de diciembre, la entrada al mismo será gratuita todos los días y se ofrecerán visitas guiadas, igualmente gratuitas e impartidas por voluntarios culturales, los días 3, 4 y 5 a las 12:30 horas. Por otro lado, los días festivos, 6 y 8 de diciembre, el Museo abrirá sus puertas en horario ampliado: de 10:00 a 18:00 horas.
Si vais a acercaros a visitarlo, no dejéis de echar un vistazo (más bien una escucha) a su cuenta en Spotify: incluye una lista de canciones creada específicamente para acompañar el recorrido. Tampoco os perdáis la exposición “Teje el cabello una historia. El peinado en el Romanticismo”, la primera muestra que un museo dedica al peinado en España. Repasa la evolución del aspecto del cabello, en damas y caballeros, durante el siglo XIX y también la importancia de los usos sociales del peinado, el papel de peluqueros y el personal de servicio para realizar los modelos, los productos que utilizaban, etc en esa época.
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