- Cada vez destinamos más tiempo al entretenimiento audiovisual gracias plataformas como Netflix y HBO.
- Los contenidos de estas plataformas influyen, en muchas ocasiones, en nuestro interés por determinadas obras.
Que vivimos en la era digital es algo indiscutible. Nos ha tocado vivir en una época en la que prima la inmediatez por encima de la calidad y en muchas ocasiones del contraste de la información. Un tiempo en el que los dispositivos electrónicos son una herramienta a la orden del día, siendo un elemento casi indispensable en nuestra vida.
Cada vez es más frecuente utilizar dichos artilugios para consultar noticias, leer novelas y ojear artículos, entre un sinfín de funcionalidades que nos ayudan a acortar los tiempos. El hecho de que cada vez más recurramos a los dispositivos digitales supone que dejemos de echar mano de aquellas fuentes que utilizábamos antes, tales como los libros en papel o la prensa impresa, entre otros tantos.
Solo en España, durante el año 2019, se ha incrementado en un 22% el consumo de libros electrónicos respecto al año anterior y ha aumentado todavía más el porcentaje de compra de libros con audioguía, concretamente en un 33%. Perfectos indicadores de algo más que evidente y para lo que no necesitamos recurrir a datos estadísticos. Pues bien, de igual forma que el formato digital ha influido en la venta de ejemplares en papel, también ha afectado a nuestros hábitos de lectura.
Lo que ocurre es que este inmenso e infinito universo, cada vez más global, conocido como Internet, nos proporciona un sinnúmero de herramientas de entretenimiento. En los últimos años han entrado en escena nuevas aplicaciones que han copado nuestros dispositivos cubriendo necesidades que en muchas ocasiones incluso desconocíamos. Hablamos de plataformas como Netflix o HBO, utilizadas por millones de usuarios en todo el mundo.
Dichos portales digitales ofrecen una amplia variedad de contenidos audiovisuales: películas, series, biografías y documentales. Muchos de estos contenidos están inspirados en novelas y ensayos de diversa índole, lo que en muchas ocasiones supone que se relegue la obra original y se opte por la opción que menos tiempo ocupe. Pero no solo eso, estas plataformas han generado nuevos hábitos en los espectadores, colándose en nuestras rutinas y cubriendo una parte de ese tiempo libre que muchas veces es escaso.
La conclusión de todo esto es que, esos ratitos que antes teníamos para devorar un libro, se están destinando cada vez más a este tipo de entretenimiento, cambiando así nuestras costumbres y hábitos de lectura. Sin embargo, el objetivo no es, ni mucho menos, deslegitimar o realizar una crítica negativa a este tipo de aplicaciones. Estas plataformas también resultan muy útiles, y utilizadas con responsabilidad, nos brindan un amplio abanico de posibilidades de ocio.
Si atendemos a casos concretos podemos apreciar la influencia de estos distribuidores de contenidos. Un caso muy cercano lo hallamos en la Saga de Geralt de Rivia, más conocida como The Witcher. La obra pertenece al escritor polaco Andrzej Sapkowski, quien dio a luz a la primera novela de la saga, La espada del destino, en el año 1992. Recientemente, y más concretamente el 20 de diciembre del 2019, The Witcher fue adaptada por Netflix, estrenándose a nivel mundial. Debido al gran éxito de la serie, cada vez son más los usuarios los que se animan a verla, optando antes por la plataforma audiovisual que por la lectura de las novelas.
Esto puede provocar dos efectos: por un lado, aquellos que hayan visualizado ya la serie, podrían descartar la lectura de los libros, o bien porque no les ha resultado interesante el argumento, o bien porque no quieren repetir contenido. Por lo contrario, también puede ocurrir que aquellos a quienes les haya fascinado dicho mundo y quieran descubrirlo a través de la narrativa, acudan a la lectura de sus novelas. Este ejemplo se puede trasladar no solo al mundo de las series, sino también a aquellas películas de éxito basadas en grandes novelas: la saga de Harry Potter de J. K. Rowling, El Señor de los Anillos de J.R. Tolkien, El Doctor Zhivago de Boris Pasternak, o por ejemplo el famoso relato de Moby Dick de Herman Melville, entre muchos otros.
Como se puede apreciar, las plataformas como Netflix o HBO, poseen una gran influencia sobre nuestros hábitos de lectura, ya que dependiendo de su oferta y de nuestro uso personal, pueden influir en la opinión y el interés por ciertas obras. Así que ya sabéis, sea para bien o para mal, el mundo digital está en constante cambio y por consiguiente, nuestra conducta e intereses culturales.
Autor: Elena Martínez
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