Cuando vivía en Chicago, frecuentaba el Art Institute para admirar los cuadros de Edward Hopper, especialmente Nighthawks . Más tarde hacía lo mismo en Nueva York, en el Whitney; ambos museos cuentan con una excelente colección del pintor. Recordé esas visitas cuando, en pleno confinamiento, las redes se llenaron de imágenes de Hopper. Me preguntaba: ¿por qué Hopper nos habla tan de cerca estos días?
Edward Hopper es pintor de la soledad. De la soledad y el aislamiento. En algunos idiomas hay dos palabras que se traducen al castellano como soledad. En inglés hay la pareja solitude-loneliness , significando la segunda una soledad triste, no buscada. La misma pareja lingüística se encuentra en checo: samota-osamelost . Puede haber distintos puntos de vista, pero a mi entender Hopper pinta ambas soledades.