Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor por la artista.

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El Día de Muertos celebra a la pintora Frida Kahlo, entre coloridas flores, comida y calaveras de cartón Y no solo a ella, sino a los grandes artistas que han perdido la vida debido a las pandemia.

El altar ha sido erigido en la antigua Casa Azul, el hogar en la Ciudad de México donde Kahlo vivió con su esposo, el muralista Diego Rivera.

La instalación ha sido creada por Jean Paul Gaultier, inspirándose en uno de los emblemáticos autorretratos que Frida Kahlo se realizó y que lleva el título de la «La Mesa Herida» (1940).

Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor a la artista.

André Breton intentó convencer a Frida Kahlo de que sus pinturas eran «surrealistas». Frida Kahlo decía que esta tendencia no correspondía con su arte ya que ella no pintaba sueños sino su propia vida.   No obstante, ella misma declaró más tarde:

«Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad» Frida Kahlo

Hoy viajamos en el tiempo y nos situamos en 1945, en la casa donde Frida Kahlo vive con su marido, el muralista mexicano Diego Rivera.

Hay mucho trabajo porque comienzan los preparativos para el Día de los muertos. Frida se encarga de cocinar el menú favorito de su madre, Doña Matilde. Por eso, compra en la plaza del mercado todos los ingredientes: frutas para el ponche, chiles, tamales y muchas otras cosas.

En la noche del 30 de octubre, Frida recoge flores. Con sus colores brillantes, repartidas por la mesa, estas flores saludan a los “pequeños ángeles” en su retorno al mundo de los mortales. La celebración se lleva a cabo en dos días: el 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos.

La figura de Frida Kahlo va unida, hoy en día y de forma indiscutible, a la figura de la Catrina mejicana del Día de los Muertos.

Esta unión y relación tan cercana es, porque ambas son dos elementos inseparables de la cultura mexicana. En el México actual, las celebraciones del Día de Los Muertos tienen un elemento indispensable en su desfile: La Catrina de Frida Khalo

Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor a la artista.

Uno de los primeros indicios de esta unión inseparable de Frida con las Catrinas es en el cuadro que pintaría su marido Diego Rivera.

Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor a la artista.

¿De dónde procede La Catrina?

La catrina tal y como la conocemos, hoy en día, procede, sin embargo de su marido, el muralista Diego Rivera. José Guadalupe Posada, amigo de Diego Rivera, hizo famosa La Calavera Garbancera”.

La llamó así porque aludía a los productores de garbanzo de esa época. Aunque tenían sangre indígena se vestían de forma elegante pretendiendo aparentar el estilo de vida europeo. Este personaje era llamado «catrin».

A partir de ese momento, Diego Rivera, coloca en su obras “La Calavera Garbancera”, pero vistiéndola de forma elegante, sin saber que se convertiría en el icono del Día de Muertos en la cultura mexicana.

Frida Kahlo en contexto.

Frida también reflejó su estrecha relación con las Catrinas y las Calaveras Mexicanas en sus obras. A Frida Kahlo le encantaba pintarla y hacia referencia de ella en alguna de sus pinturas. La representación de la muerte es un tema simbólico recurrente en la obra de esta artista.

No era raro que Frida tuviera aprecio a esta representación de la muerte ya que ella misma tuvo durante toda su vida una estrecha y crítica relación con la muerte. También estuvo vinculada a los acontecimientos de su país tanto políticos como culturales.

Es una mujer que se expresó a través del arte.

Pero el arte no solo formó parte de su vida, sino que era SU VIDA y hoy en día, es un icono de la cultura y el arte mejicano en cuanto que dio a conocer mundialmente la esencia cultural de México.

La importancia de la figura de Frida Kahlo en la historia del arte y el echo de que sea un icono, no solo en México, sino también a nivel mundial (el Louvre es uno de los museos más icónicos e importantes del mundo expone en sus salas unas 40 obras de la artista) hay que entenderla en relación al contexto en el que se desarrolló su obra.

Frida Khalo, llamada realmente Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, nació un seis de Julio de 1907 en Coyoacán, México. Una época convulsa en el país que llevó en 1910 a la revolución social que convirtió a los campesinos en los verdaderos protagonistas.

Nací con una revolución. Que se sepa, con ese fuego nací, llevada por el ímpetu de la revuelta hasta el momento de ver el día. El día era ardiente. Me inflamó para el resto de mi vida. Soy de veras hija de una revolución, de eso no hay duda, y de un viejo dios del fuego al que adoraban mis antepasados 
De niña, crepitaba.
De Adulta, fui pura llama.

Frida Khalo.

Hasta ahora el país había visto usurpados sus orígenes y tradiciones por los colonizadores y en cuanto al Arte se seguían los cánones europeos.

Paralelamente, en Europa el arte se rinde a las Vanguardias. Muchos artistas mejicanos se exiliaron a Europa, pero los que quedaron en México, se unen a la revolución y sus ideas de cambio.

El deseo de cambio en los planteamientos estéticos se va asentando, poco a poco, en las nuevas escuelas de Bellas Artes creadas en el nuevo contexto político de libertad. En este contexto surge la nueva propuesta estética del Muralismo, un movimiento creado para «despertar la conciencia de valores patrios entre las masas y los indígenas.» Entre sus figuras famosas se encontrara Diego Rivera.

Poco a poco, el Muralismo se convirtió en una expresión artística que dio voz a los que, hasta ahora, no la tenían: los pueblos nativos. Se pretendía ensalzar los valores nativos pero uniéndolos a la modernidad del arte.

En este contexto, en 1922, Frida Kahlo comienza a estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México que esta bajo la influencia del patriotismo mejicano. En esta escuela conoció a futuros intelectuales y artistas mexicanos y formó parte de un grupo de alumnos conocidos como Los Cachuchas, llamados así por las gorras que usaban.

Frida Kahlo se abre paso en el Arte.

Frida Khalo se dedicó, estrictamente, a la pintura a raíz de su accidente en el autobús cuando regresaba de la escuela. Hasta ese momento había querido dedicarse a la medicina, a raíz de la poliomielitis que tuvo de pequeña y le causo tantos problemas y pesares.

A comienzos de 1925, poco antes de este accidente, había trabajado como aprendiz en el taller de grabado e imprenta de Fernando Fernández Domínguez, un amigo de su padre que le enseño a dibujar copiando grabados de Anders Zorn.

Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor a la artista.
La Columna rota.

Aparte de esta experiencia, Frida no había mostrado, antes de su accidente, ningún interés especial por la pintura. Tras el accidente trataba de moverse lo menos posible para ayudar a su cuerpo a sanar. En esta situación, la pintura cobra un lugar central en su vida.

Y así lo explicaba

Mi padre tenía desde hacía muchos años una caja de colores al óleo, unos pinceles… y una paleta en un rincón de su tallercito de fotografía… yo le tenía echado el ojo a la caja de colores. No sabría explicar el por qué. Al estar tanto tiempo en cama, enferma, aproveché la ocasión y se la pedí a mi padre… Mi mamá mandó hacer con un carpintero un caballete … que podía acoplarse a la cama donde yo estaba, porque el corsé de yeso no me dejaba sentar. Así comencé a pintar mi primer cuadro, el retrato de una amiga mía…

Junto a la cama tenia un espejo donde se veía así misma. Comenzó a descubrirse y experimentar siendo su propio modelo. Este fue el inicio de sus numerosos autorretratos.

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Sin Esperanza

Su primer estilo era juvenil y estaba influido por la pintura retratista mexicana del siglo XIX de inspiración europea. Durante la larga convalecencia comenzó a pintar de forma más constante

En septiembre de 1926 pintó su primer autorretrato al óleo y se lo dedicó a Alejandro Gómez Arias, que era su novio por aquella época. Es su primera obra profesional y mostraba la influencia de pintores como Modigliani.

Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor a la artista.
Primer Autorretrato de Frida. 1926. El mar de fondo simboliza la vida.

En esta primera obra emprendió una camino que continuaría en el resto de su obra: reflejar en sus cuadros los sucesos de su vida y los sentimientos que le producían. El arte para Frida Kahlo fue su máxima para mostrarse tal cual era, con su temores, alegrías y pasiones.

Con la pintura ella expresaba la mayoría de sus sentires y muchas veces las usaba como regalos realmente personales para aquellas personas importantes que se merecieran tal gesto, que ella no tenía con cualquiera.

Hay que reivindicar su lugar y papel en el arte, puesto que a lo largo de la historia se la ha identificado como la mujer de Diego Rivera.

En 1927 su pintura se volvió más compleja. Frida había comenzado a frecuentar ambientes políticos, artísticos e intelectuales y fue cuando entró en contacto con Diego Rivera.

Contraen matrimonio en 1929. Su relación consistió en amor, aventuras mutuas con otras personas, odio, divorcio y un segundo matrimonio. Frida llevo una vida poco convencional.

Frida Kahlo y la muerte.

Su obra pictórica gira, temáticamente, en torno a su biografía y a su propio sufrimiento. Fue autora de unas 200 obras, principalmente autorretratos, en los que proyectó sus dificultades por sobrevivir. No pintaba sueños sino su propia vida.

Uno de los temas recurrentes en la obra de Frida Kahlo fue el tema de la muerte. Mas bien, la dualidad vida-muerte.

Kahlo plasmó su propia experiencia con la muerte buscando sanar, simbólicamente, sus heridas tanto físicas como psicológicas.

En el dibujo Accidente (1926), recrea una escena de dolor y muerte a un año del fatídico del triste suceso.

El Accidente

En 1927 le dedica una obra retrato al poeta Miguel N. Lira, donde la muerte y la fecundidad de la inspiración poética aparecen, respectivamente, en fruto y muerte descarnada.

Retrato al poeta Miguel N. Lira,

Esta dualidad vida – muerte se observa en varios cuadros de la artista, como en El Retrato de Luther Burbank (1931). En esta obra, pinta una cadena alimenticia, en la que el hombre obtiene su sustento para vivir de la tierra.

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El Retrato de Luther Burbank
. La fertilidad que obsequia frutos jugosos es alimentada por un cadáver atrapado por las raíces de un árbol-soporte con la imagen del retratado.

En Mi nacimiento (1932) aparecen sobre una cama dos personajes inanimados (una madre dando a luz y una Frida bebé-adulto), mientras una Dolorosa apuñalada es testigo del drama escenificado.

Mi Nacimiento. 1932. La muerte de su madre coincidió con la realización de este lienzo. Tapó el rostro a su madre con una sábana de la misma manera que se cubre a los difuntos.  El cuadro muestra desolación y muerte

De igual forma, en Henry Ford Hospital (1932) aparece Frida llorando la interrupción de su embarazo, presagio de una maternidad negada.

En abril de 1932 Frida y Diego se trasladan a Detroit. Se queda embarazada pero el 4 de julio sufrió un aborto natural, perdiendo al niño. Estuvo trece días ingresada en el hospital, experiencia que recoge en el óleo Henry Ford Hospital,

En El difuntito Dimas (1937), Kahlo recupera la pintura popular mexicana de los exvotos anónimos de agradecimiento.

Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor a la artista.

 

El difuntito Dimas (1937). Frida, recogiendo las tradiciones de su tierra, retrató al fallecido hijo de Delfina, una mujer indígena de Iztapalapa que había sido modelo de Diego Rivera, quien además era padrino del niño.
Por otra parte, Cuatro habitantes de la Ciudad de México (1937) refleja la admiración que Frida sentía por el arte popular mexicano.

En esta obra aparecen algunos objetos que formaron parte de su colección particular, como el Caballito revolucionario, elaborado con hojas de palma, aquí acompañado de una calavera blanquecina y un judas obrero.

En su obra también plasmó los problemas sentimentales de amor-odio, ocasionados por Rivera. Su obraRecuerdo muestra los ríos de sangre corren a los pies de Frida-barco que desea alejarse del sufrimiento que parte su corazón.

En su obra Unos cuantos piquetitos (1935-1936) la muerte violenta irrumpe con toda la fuerza. En esta obra la artista, comprometida con la causa feminista, ya en el año 1935, decidió denunciar el suceso que había sucedido unos días antes. Había leído en la prensa el brutal asesinato que un hombre había provocado a su mujer.

Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor a la artista.

Tras gran parte de su producción artística dedicada a esta dualidad vida-muerte, Frida encontró sosiego en su alma dolorida, por su cuerpo accidentado y por su maternidad no conseguida. Al fin comprende su amor por la vida, tal y como escribió en su diario el 30 de enero de 1953:

“A pesar de mi larga enfermedad, tengo la alegría inmensa de vivir”. “salí sana (…) Gracias a mí misma y a mi voluntad enorme de vivir entre todos los que me quieren y para todos los que yo quiero”.

Frida Kahlo y La Catrina. México y su amor a la artista.

«La pintura ha llenado mi vida. He perdido tres hijos y otra serie de cosas que hubiesen podido llenar mi horrible vida. La pintura lo ha sustituido todo. Creo que no hay nada mejor que el trabajo».

Tanto los críticos de la obra de Frida Kahlo, como sus biógrafos, coinciden en señalar que cualquier intento de separar la vida personal de su obra resulta casi imposible al analizar la temática, la simbología y hasta la técnica de la obra de la artista. Se trata de trabajos de sesgo muy personal y autobiográficos: Frida es sujeto y objeto de su pintura.

Difícil de clasificar en una escuela, su obra se caracteriza por una síntesis de elementos expresionistas y surrealistas con una temática popular.

Símbolo del feminismo

En la sociedad de su tiempo, la supremacía de lo masculino constituía lo normal. La mujer jugaba un papel que la supeditaba al varón.

Frida, aunque casada, se mostró autosuficiente y fuerte. Se representó en su obra de manera ambigua, con características sexuales andróginas, con algunos rasgos considerados como masculinos, exagerando sus cejas y su incipiente bigote.

Fue de las primeras pintoras que expresó en su obra la identidad femenina desde su propia óptica, rechazando la visión de lo femenino desde el punto de vista masculino.

lla fue una de las que contribuyeron en la formación de un nuevo tipo de identidad para la mujer y es reconocida, hoy, por muchos, como un símbolo.

Frida Kahlo murió en Coyoacán el 13 de julio de 1954. Tenía 47 años. Días antes había celebrado su cumpleaños en La Casa Azul, por todo lo alto, intuyendo su final. Las últimas palabras en su diario fueron:

«Espero alegre la salida y espero no volver jamás».

Frida Khalo.

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