Montaje de la exposición Vanguardia Dibujada [1910-1945]. Colecciones Fundación Mapfre en el Museo Thyssen Málaga.
Una expresión que, aparte de su importancia histórica en la enseñanza artística, alcanzó como género independiente en las primeras décadas del pasado siglo un inusitado protagonismo y contribuyó, subvirtiendo los hasta entonces imperantes códigos interpretativos de base realista, al desarrollo de los lenguajes de la modernidad.
De este modo, en Vanguardia dibujada [1910-1945]. Colecciones Fundación Mapfre el Museo Carmen Thyssen Málaga se presenta en la muestra magníficos ejemplos que expresan una dualidad intencional. Por una parte, la dimensión privada del dibujo , como medio experimental en el ámbito creativo –compositivo, estructural, cromático o estilístico– o como ejercicio previo para la elaboración de una obra mayor. Por otra, su dimensión pública , como obras autónomas que manifiestan el resultado final del proceso artístico.
En cuanto a los dibujos procedentes del entorno íntimo de los artistas, éstos proponen una sugerente identificación con sus autores, permitiéndonos ver a través de sus ojos y comprender mejor un proceso plástico que constituye la base de la pintura y de la escultura . A pesar de presentar imprecisiones o descuidos, son la expresión del auténtico pensamiento visual y de la subjetividad del artista, traduciendo y proyectando sus ideas.
Sala de la exposición Vanguardia Dibujada en el Museo Thyssen Málaga.
Sin embargo, los dibujos “terminados” nos muestran el valor explícito y emancipado de la creación artística , el concepto plástico asociado a unas corrientes determinadas y convenientemente preparado para su difusión. Es el dibujo como género que, mediante determinados signos gráficos, compite en pie de igualdad con la pintura y la escultura.
Al margen de disquisiciones sobre la génesis de estas obras, la exposición permite confrontar visualmente las diferentes tendencias que configuraron el arte de las vanguardias internacionales y de España. Así, encontramos las soluciones deconstructivas del cubismo ortodoxo de Pablo Picasso, Juan Gris o Albert Gleizes ; las ideas en torno al clasicismo moderno en la obra de André Lhote ; la experimentación con el color y la abstracción del simultaneísmo de Sonia Delaunay ; las transposiciones abstractas dadaístas de Francis Picabia ; la indagación sobre las formas y los volúmenes de la escultura experimental de Alexander Archipenko o Julio González .
Nueva York , Albert Gleizes, 1916, Colecciones Fundación MAPFRE.
Sin título , Julio González, 1940, Colecciones Fundación MAPFRE.
Collage No 2 , Alexander Archipenko, 1913, Colecciones Fundación MAPFRE.
También las originales soluciones de los maestros de la Bauhaus , como László Moholy-Nagy y Lyonel Feininger ; la acentuación grotesca y satírica del expresionismo de George Grosz ; la línea ondulante y la voluptuosidad del mejor Henri Matisse ; o las propuestas de los dos principales artistas uruguayos del siglo XX, de Rafael Barradas su personal síntesis de las vanguardias a través del vibracionismo, y de Joaquín Torres-García su proposición de un arte constructivo mediante un repertorio geométrico y simbólico.
Zíngaras , por Rafael Barradas, 1917. Gouache sobre cartón, 47,3 × 49,7 cm. Colecciones Fundación Mapfre.
Del arte producido por los artistas españoles, es especialmente representativa la serie de piezas vinculadas al surrealismo , desde los característicos ideogramas de Joan Miró o los recursos plásticos del inconsciente liberado de Salvador Dalí, hasta las propuestas personales de Maruja Mallo, Remedios Varo, José Caballero, Luis Fernández y Óscar Domínguez. Y por parte de los representantes del arte nuevo agrupados en la llamada Escuela de París, la interpretación del cubismo a cargo de Ismael González de la Serna, la original figuración lírica de Francisco Bores o las creaciones surrealizantes de Manuel Ángeles Ortiz y Benjamín Palencia.
Por todo ello, este magnífico elenco de obras sobre papel es un festín para los sentidos. La muestra ofrece la oportunidad de cotejar los movimientos fundacionales de la modernidad artística y descubrir, además de la honestidad que subyace siempre en el dibujo, que es posible un arte mayúsculo en pequeño formato.