Pier Paolo Pasolini llegó a Roma casi como un paria, una suerte de apestado al que no se tenía en cuenta. El Partido Comunista le había expulsado. En el colegio donde enseñaba literatura en Ramuscello (Friuli), corrió la misma suerte. El motivo de todos sus desahucios no fue otro que su homosexualidad y unos presuntos tocamientos clandestinos con otros adolescentes en una fiesta, acusación de la que fue absuelto posteriormente. Tras una corta estancia en el gueto judío, en el centro de la Roma, se instaló con su madre en la más áspera periferia, muy cerca de la cárcel de Rebibbia. Al poeta le tocaba remontar el vuelo en un territorio aparentemente hostil, muy lejano, en teoría, de sus vocaciones intelectuales y donde, como reconoció luego, se sentía «como un condenado a muerte».
Pasolini fue un escritor, poeta y director de cine italiano. Es uno de los artistas más reconocidos de su generación, así como uno de los realizadores más venerados de la filmografía de su país. También se distinguió como actor, periodista, filósofo, novelista, dramaturgo, pintor y figura política.
Nació en Bolonia, ciudad de tradición política izquierdista, un áspero 5 de marzo de 1922, pero de niño le llevaron por numerosas ciudades. Hijo de Carlo Alberto Pasolini, un teniente del ejército italiano y de Susanna Colussi, una maestra de educación elemental. Su familia se mudó a la región del Véneto, a Conegliano, en 1923 y dos años después a Belluno, donde nació su hermano Guidalberto.
Según dijo, él era hijo de una familia representativa de la unidad italiana: “Mi padre desciende de una antigua familia noble de la Romaña; mi madre, por el contrario, procede de una familia de campesinos friulanos que alcanzaron la condición pequeño-burguesa. La madre de mi madre era piamontesa, pero con vínculos con Sicilia y la región de Roma”. Su padre fue un soldado que se hizo famoso por salvar la vida de Benito Mussolini cuando el joven Anteo Zamboni atentó contra su vida.
En 1926, el padre de Pasolini fue arrestado por deudas de juego. Su madre se mudó con los hijos a la casa de su familia en Casarsa della Delizia en la región Friuli. Ese mismo año, su padre Carlo Alberto, fue el primero en detener e identificar a Anteo Zamboni, quien acababa de intentar asesinar a Benito Mussolini.
Pasolini empezó a escribir poemas a los siete años de edad inspirado por la belleza natural de Casarsa. Una de sus primeras influencias fue el trabajo de Arthur Rimbaud. En 1931 su padre fue transferido a Idria . En 1933 se mudaron a Cremona en Lombardía y más tarde a Scandiano y Reggio Emilia.
Pasolini tuvo una difícil adaptación a todos estos cambios, utilizando su tiempo libre en engrandecer sus lecturas de poesías y de literatura, (leyendo a Dostoyevsky, Tolstoy, Shakespeare, Coleridge, Novalis), alejándose de su fervor religioso de sus primeros años. En la escuela de Reggio Emilia, conoció a su primer verdadero amigo, Luciano Serra. Los dos estuvieron otra vez en Bolonia, donde Pasolini estuvo siete años mientras terminaba la educación secundaria. Aquí cultivó nuevas pasiones incluyendo el fútbol. Con otros amigos incluidos Ermes Parini, Franco Farolfi, Elio Meli, formaron un grupo dedicado a discusiones literarias. Publicó por primera vez a los 19 años, mientras se encontraba estudiando en la Universidad de Bolonia.
En 1939, Pasolini se graduó y entró al Colegio de Literatura de la Universidad de Bolonia, descubriendo nuevos temas como filología y las figuras estéticas de las artes. Tomó parte en el gobierno fascista en competencias deportivas y de cultura.
Colabora con el periódico ‘Il Setaccio’, donde escribe en friulano y en italiano los poemas de su primer volumen, Poesie a Casarsa, comenzando sus poemas con esta frase: «Aprendo esto como un acto místico de amor, lo mejor del felibrismo, parecido a los poetas Provenzales». También escribe para la revista ‘Stroligut‘ y junto a otros amigos, (Ermes Parini, Franco Farolfi, Elio Meli), crea la ‘Academiuta di lenga furlana‘, en la que el uso del dialecto friulano es una oposición al poder fascista.
Su poesía se caracteriza por un erotismo de honda raíz clásica y una preocupación humana por el destino de los desprotegidos. Luchó en la Segunda Guerra Mundial y fue detenido por los alemanes. En 1945 se gradúa con una tesis titulada Antología de la lírica pascoliniana (Introducción y comentarios) y fija su residencia en el Friuli, donde encuentra empleo de profesor en un bachillerato inferior de Valvassone, en la provincia de Udine.
En 1947 se acerca al Partido Comunista Italiano, y emprende una colaboración con ‘Lotta e lavoro’, el semanario del partido. En el año 1950 se radica en Roma, donde escribió poemas, ensayos e historias con influencias del pensamiento marxista.
Sus primeras películas, Accatone (1961) y Mamma Roma (1962), son ejercicios de neorrealismo, exponiendo la vida de personajes marginales. Sus trabajos posteriores muestran una inclinación a la crítica social y a la utilización de elementos de la tradición religiosa. RuedaEl Evangelio según San Mateo (1964). Dedicó parte de su filmografía a la adaptación de clásicos de la literatura. Durante los años ’70 realiza El Decamerón (1971); Los cuentos de Canterbury (1972) y Las mil y una noches (1974). En 1975 estrena Salò o los 120 días de Sodoma, en la que adapta al Marqués de Sade, un film que escandalizó y que hace que Pasolini sea objeto de amenazas de muerte y presiones de muy diversa índole.
En 1970 Pasolini compra las ruinas de un castillo medieval en las cercanías de Viterbo, y lo restaura. Allí comienza la redacción de su obra inacabada Petrolio. En 1973 comienza su colaboración con el ‘Corriere della sera’ con artículos críticos sobre la situación del país.
Pier Paolo Pasolini fue asesinado el 2 de noviembre de 1975 en la playa de Ostia (Roma) en un encuentro con jóvenes de la periferia. Su cuerpo apareció violentamente desfigurado. Se habla de asesinato debido a un complot, pero nunca se consiguió probar. El rumor se debió, seguramente, a que Pasolini fue un personaje muy controvertido: homosexual, marxista, artista de enorme talento comprometido siempre con los avatares políticos y sociales de su tiempo.
Hasta la fecha, Giuseppe (Pino) Pelosi, es el único condenado por el asesinato, de Paolo Pasolini. Pero además con él ha desaparecido el único testigo probado de aquella tragedia, ya que murió de cáncer hace ya unos años.
Cuando todo ocurrió, Pelosi tenía dieciséis años, era un ragazzo di vita conocido en los bajos fondos romanos como Pino la Rana y dedicaba sus días a cometer pequeños hurtos y a vender su cuerpo apostado, a la antigua usanza, contra las murallas aurelianas, no muy lejos de la Stazione Termini. Fue allí donde, según su relato, la noche del 1 de noviembre de 1975 lo encontró Pasolini, que conducía un imponente Alfa Romeo plateado.
Siempre según Pelosi, ambos acordaron rápidamente un precio de 20.000 liras (unos 10 euros al cambio de hoy) a cambio de mantener relaciones sexuales; el joven subió al vehículo, que enfiló, después de cenar, en dirección al puerto de Ostia. Junto a un grupo de otros muchachos, en la madrugada del 2 de noviembre le reventaron (literalmente) en el hidropuerto de la playa de Ostia. La imagen de su cuerpo tirado en la tierra provoca escalofríos: tras golpearle brutalmente le pasaron por encima con su propio Alfa Romeo deportivo.
Más tarde en una entrevista Pelosi dijo, que se trataba de darle una lección “Eso sí, no sé si por gay o por comunista”. Cabe pensar que todas sus declaraciones contienen muchas lagunas, y que nunca dijo todo lo que sabía sobre lo ocurrido aquella noche en el Idroscalo de Ostia. Por desgracia son pocas las probabilidades de que llegue a saberse mucho más en el futuro, ya que no se dispone de ningún otro testimonio que aporte una versión más completa. Es un capítulo más de la historia de Italia sin esclarecer, sumido en infinitas especulaciones cruzadas, adscrito a lo que ellos llaman la dietrologia.