París, arte en la torre modular

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Visita al nuevo contenedor cultural Lafayette Anticipations de Rem Koolhaas en el barrio de Le Marais

En una estrecha calle del barrio parisiense de Le Marais —a cinco minutos andando del Centre Pompidou de Renzo Piano y Richard Rogers— ha nacido un camaleónico e innovador espacio creativo. Tras la elegante y recién renovada fachada de un edificio industrial del siglo XIX se esconde Lafayette Anticipations, el laboratorio de producción artística de la Fondation d’Entreprise Galeries Lafayette firmado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas.

El nuevo centro se ubica en el número 9 de la Rue du Platre, en un barrio en evolución, a la vez viejo y moderno, comercial y cultural, turístico y cosmopolita, repleto de tiendas de moda, galerías de arte, bares y cafés. Los promotores realizaron un riguroso trabajo de investigación previo para la conceptualización del proyecto, en el que estuvieron implicadas personalidades del mundo del arte pero también urbanistas, arquitectos y filósofos. La decisión fue unánime: no crear un contenedor de arte al uso para coleccionistas, sino una herramienta, un lugar donde producir ideas. Un espacio en constante reinvención.

París, arte en la torre modular

A partir de un proceso de intercambio con OMA, la firma fundada por Koolhaas, y su laboratorio de ideas AMO, desde 2012 y hasta el final de la construcción en otoño de 2017 se han podido seguir los pasos del proceso de creación del edificio. Koolhaas ideó para el patio central una torre de exposiciones de acero y cristal independiente con cuatro plataformas móviles que permiten componer más de 40 configuraciones diferentes. Un espacio flexible que se adapta a las necesidades de los diferentes programas. Además de metros cuadrados para exposiciones, Lafayette Anticipations cuenta con talleres y un área de prácticas artísticas, café-restaurante, tienda y oficinas administrativas.

El edificio, con planta en forma de U, tiene accesos desde dos calles: la entrada principal, en el número 9 de Rue de Platre, y una secundaria por el patio y zaguán que da a la Rue Sainte Croix de la Bretonnerie. Aquí se accede también a la alargada tienda en la que perderse entre camisetas de diseño, bolígrafos vintage, ceniceros, cuadernos y libros expuestos en estanterías realizados en material reciclado y compactado.

La entrada principal, por el contrario, es un espacio abierto con suelo de tacos de madera. En el patio, la torre de cristal presenta forjados móviles y cremalleras metálicas vistas, permitiendo la transparencia de los pisos superiores, algo que se aprecia sentado en los bancos de malla metálica que lo rodean. A la izquierda se sitúa el bar-restaurante, que gira en torno a un mueble compacto de resina color rosa y lleva la firma de Wild & The Moon, empresa de comida y zumos biológicos.

Lafayette Anticipations evoca inevitablemente otras obras del arquitecto holandés: la Casa de Burdeos, donde ya ensayó con forjados móviles, y la Fundación Prada de Milán, también un edificio industrial convertido en contenedor de arte por Koolhaas.

Y del continente, al contenido. Con tres o cuatro exposiciones al año, performances y workshops, el programa de la fundación pretende fomentar debates en torno a los cambios sociales. La instalación de Lutz Bacher The Silence of the Sea (El silencio del mar), que inauguró la fundación en marzo, arrancaba desde la planta superior con un suelo cargado de confeti que se arrastraba en el calzado de los visitantes por todo el edificio (la muestra cerró a finales de abril). El 20 de junio abrirá la siguiente exposición temporal, la primera colectiva: Le centre ne peut tenir (El centro no aguanta), con 11 artistas y la colaboración de Andrés Jaque y su Office for Political Innovation.

Ver más en: El País

 

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