Las grandes mecenas de hoy: pocas, muy bien relacionadas y con nombre de mujer

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Alicia Koplowitz tiene una vocación frustrada, el dibujo, y una de las colecciones más relevantes de España. También Esther, que presta sus obras habitualmente para exposiciones (sin publicidad)

Hay una cosa que reconocer a la labor de Esther Koplowitz como coleccionista. Con la adquisición de sus obras de arte, ha contribuido a hacer crecer también el patrimonio artístico del país, algo de lo que puede sentirse orgullosa. La vicepresidenta de FCC presta habitualmente sus piezas, que han estado expuestas en Washington, Boston, París y otras muestras internacionales. Dos de sus tres Sorollas han visitado recientemente Lisboa, después dos de ellos se marcharán a Irlanda y el tercero, un retrato de la mujer y la hija del pintor, se podrá ver próximamente en la National Gallery en Londres. También, cuando ha tenido oportunidad, ha prestado sus obras al Museo del Prado.

Koplowitz posee piezas de un importante valor artístico. En su haber cuenta con cuadros de Chagall, Goya, Pissarro, Juan Gris, entre otros, además de piezas de la Antigüedad. El 8 de agosto de 2001 su colección salió del anonimato al ser víctima de un robo de película del que, con el tiempo, se recuperaron todas las piezas. Desde entonces, ha llevado su faceta como coleccionista de una forma más discreta aún, si cabe, aunque para ella siempre ha sido prioritaria la obra social hacia los más desfavorecidos y la investigación biomédica. Lo que no significa que no haya seguido mimando y acrecentando con el tiempo la colección.

Esther Koplowitz, en una imagen de archivo.
Esther Koplowitz, en una imagen de archivo.

El amor por el arte les fue inculcado a ella y a su hermana Alicia desde que eran unas niñas. A lo largo de las últimas décadas, de hecho, la colección Alicia Koplowitz – Grupo Omega Capital se ha convertido en una de las colecciones artísticas europeas más relevantes aunque su dimensión, sin embargo, ha permanecido inédita hasta hace un par de años, cuando las obras ‘salieron del armario’ artísticamente hablando. Primero en una exposición de medio centenar de piezas en el Musée Jacquemart-André de París, antigua residencia de otra destacada coleccionista: Nélie Jacquemart. Luego en una gran muestra con 90 pinturas y dibujos en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (dirigido por un amigo de Alicia, Miguel Zugaza).

La pequeña de las hermanas, de hecho, tiene vocación real por el dibujo. Su sueño hubiera sido haber completado sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, algo que no consiguió, aunque hoy es miembro del Patronato del Museo del Prado (en 2018 donó a la pinacoteca un precioso retrato femenino de Federico de Madrazo) y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Koplowitz ha acumulado una colección que refleja sus gustos personales, reuniendo numerosas obras maestras de algunos de los mejores artistas del mundo: Zurbarán, Tiepolo, Canaletto, Guardi, Goya,Toulouse-Lautrec, Gauguin, Van Gogh, Picasso, Modigliani, Schiele, De Staël, Freud, Rothko, Barceló, así como esculturas de Giacometti, Bourgeois y Richier.

Alicia Koplowitz, en una imagen de archivo.
Alicia Koplowitz, en una imagen de archivo.

A pesar de su labor, ni Alicia ni Esther aparecen ya en la prestigiosísima lista de los 200 coleccionistas más relevantes del mundo que cada año publica ‘Art News’. Los coleccionistas entran y salen de la lista citada según el volumen de piezas con que cuentan y las adquisiciones que hacen. A lo largo del tiempo, sí aparecieron nombres como los de Juan Abelló, Alicia Koplowitz, el desaparecido José Luis Álvarez Fisa o Plácido Arango. Pero hoy solo mantiene el pabellón español alto la familia Botín. «El coleccionismo de arte ha pasado a manos de unos pocos coleccionistas adinerados y corporaciones españolas», explica un artículo del mismo medio.

Tampoco aparece en la lista internacional Helga de Alvear, la alemana más madrileña. La galerista comenzó a comprar importantes artistas españoles desde que pisó territorio nacional y hoy posee más de 2.500 piezas de artistas españoles e internacionales, principalmente obras de vanguardia de figuras alemanas, italianas, estadounidenses e inglesas que se presentan en ferias internacionales de arte. Su colección también incluye obras de los españoles Campano, Daniel Canogar, Joan Fontcuberta, Ferran García Sevilla, Eva Lootz, Solano y Darío Urzay, entre muchos otros.

No nació en España, pero reside buena parte del tiempo en Madrid. Ella Fontanals-Cisneros es una de las grandes coleccionistas de arte de nuestro tiempo. Fontanals-Cisneros empezó a coleccionar arte a principios de la década de 1970 y hoy es un ambicioso proyecto de vida.

La baronesa Thyssen, en una rueda de prensa improvisada. (EFE)
La baronesa Thyssen, en una rueda de prensa improvisada. (EFE)

Venezolana de origen cubano y nacionalidad española, Ella Fontanals-Cisneroslleva años tratando de convertirse en la nueva Tita Thyssen. Su intención es hacer una importante donación al Estado español de unas 400 obras tanto de su colección personal como de la Cisneros Fontanals Art Foundation, que ella preside, para crear un museo latinoamericano en el edificio Tabacalera de Madrid. «Desgraciadamente», como explicaba en una entrevista reciente en ‘ABC’, «creo que el momento ha sido muy malo política y económicamente y se han ido retrasando las cosas». La última prórroga acaba el 31 de marzo.

Patricia Phelps de Cisneros. (EFE)
Patricia Phelps de Cisneros. (EFE)

También reside parte del año en Madrid la otra gran dama del arte de la familia, Patricia Phelps-Cisneros, casada con Gustavo Cisneros (primo del exmarido de Ella). Patricia y Gustavo han coleccionado arte desde 1970. La pareja se ha concentrado en el arte latinoamericano del siglo XX, exhibiéndolo junto con obras europeas de la misma época, y se ha involucrado activamente en la publicación digital. La primera adquisición de arte que realizaron fue una obra geométricamente abstracta hecha de malla de alambre entrelazada por el artista español Manuel Rivera, titulada ‘Tiritaña’. En 2017, la pareja anunció que donaría 102 obras al Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.

Elena Foster Ochoa. (Getty)
Elena Foster Ochoa. (Getty)

La citada baronesa Thyssen es otra de las grandes mecenas españolas. Su colección, que ronda las 400 piezas, se ha centrado en la pintura europea de los siglos XIX y XX y se expone en diversos museos en régimen de préstamo. Como Ella Fontanals-Cisneros, también se encuentra en una negociación eterna con el Estado.

Dentro del coleccionismo con nombre de mujer destaca también la labor de Helena Cambó de Guardans, la única hija del histórico mecenas catalán Francesc Gambó. O la de Elena Foster Ochoa. Editora, comisaria y fundadora de Ivorypress, Foster es una de las coleccionistas más activas en el mercado internacional. Premio Iberoamericano de Mecenazgo en Arte 2016, junto a su marido, el arquitecto Norman Foster, realiza un importante trabajo a favor de la promoción de los artistas españoles en foros internacionales. Y cómo olvidar a la odontóloga Pilar Citoler, una de las coleccionistas más respetadas. Citoler logró con el paso de los años una importante colección de arte contemporáneo, Circa XX, donada hoy al Gobierno de Aragón. Aunque las ‘malas’ lenguas dicen que sigue comprando…

Ver más en: https://www.vanitatis.elconfidencial.com/famosos/2019-02-27/esther-alicia-koplowitz-ana-botin-ella-cisneros_1849026/

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