El Museo Picasso Málaga muestra una de las muchas obras que el artista dedica a la figura de la mujer. Este retrato, inspirado en la fisionomía de Dora Maar, fue realizado tan solo dos meses después de la llegada a Royan. Picasso no pinta ningún rasgo físico de su modelo, solo mantiene el pelo corto y se centra en la fuerza de su personalidad utilizando los brazos cruzados tras la cabeza que en lugar de mostrar descanso reflejan su estado de alteración.
El inminente inicio de la Segunda Guerra Mundial llevó a Pablo Picasso a abandonar París y trasladarse a Royan. Junto a su amante, Dora Maar, Jaume Sabartés y la esposa de este, se instaló en esta pequeña localidad de la costa atlántica francesa a principios de septiembre de 1939, poco antes del inicio de la guerra. Los retratos de Dora Maar constituyen uno de los momentos álgidos de la carrera artística del artista.
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