Cuando los escritores eneseñan a escribir

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De Margaret Atwood a Rosa Montero, los autores enseñan los misterios de la ficción

Hay una eterna pregunta: ¿se puede aprender a escribir? Como en toda pregunta interesante, las respuestas son múltiples e incluso contradictorias. Hay autores que sostienen que la única escuela de escritura es la lectura, algunos incluso que consideran el proceso volcánico de escribir como una pulsión opuesta a toda posibilidad de sistematización o procedimiento. Pero otros escritores consideran que hay ciertas herramientas básicas que se pueden aprender, de la misma manera que no se puede enseñar a nadie a ser Monet pero se le puede explicar a alguien la diferencia entre la textura del óleo y la acuarela o qué pasa si usas disolvente en la mezcla de colores.

Si el escritor nace o se hace, es un debate tan eterno como la propia literatura. Lo que sí es un hecho constatable que cada vez hay más escritores sumándose a la docencia en cursos de escritura creativa. Sería difícil indagar si ha aumentado el número de creyentes en la transmisión del conocimiento sagrado de la literatura o es que la vida del escritor es muy dura y han encontrado en estas escuelas y talleres una forma de remuneración más estable que la que proviene de publicar, sometida a la intermitencia, los porcentajes bajos adjudicados al autor y la precariedad de que solo se ingresa dinero si se venden libros (muchos). La revista Forbes, que de dinero algo saben, decía hace unos pocos años en portada que “la docencia es el negocio del millón de dólares”.

Por eso las posibilidades de estudiar escritura creativa con escritores de primer nivel han crecido de manera exponencial. En el sitio de internet Masterclass.com puedes tener como profesores (en realidad son unos cuantos vídeos grabados tipo máster class) a gente que te parecería asombroso que te estén dando clase: Neil Gaiman, David Mamet, Malcolm Gladwell Joyce Carol Oates o Dan Brown, por ejemplo. El padre de El Código Da Vinci explica en su curso Escritura de Thrillers que “la escritura de una novela es un proceso, no se trata de fiarlo todo a la inspiración, y esta clase te proporciona las herramientas prácticas para convertir tu idea en una historia”. Quién sabe, por 15 euros al mes quizás te hagas rico como él, aunque nunca conozcas lo que es la inspiración.

La magistral Margaret Atwood, en un vídeo para promover su curso de escritura creativa, que resulta ciertamente seductor, lanza ya a modo de aperitivo algunos jugosos consejos : “la papelera es tu mejor amigo, Dios la inventó para ti” le dice al aprendiz de brujo. Y considera que “hay muchas teorías sobre la novela pero para mí hay una norma fundamental: ¡capta mi atención!”. Y añade que “uno se convierte en escritor escribiendo, no hay otro camino”

En España son numerosas las escuelas de escritura que cuentan en su nómina con escritores. La escuela de escritura más grande de Europa, por cierto, está en Barcelona: la Escuela de Escritura del Ateneo Barcelonés, que supera los 2.000 alumnos y cuenta en su claustro a firmas como Mercedes Abad, Ricard Ruiz o Andreu Martín. Un caso singular es el de una escuela de escritura creativa que surge del seno de una editorial. La Escuela Cursiva ha emergido desde la propia editorial Penguin Random House y, de esa manera, tiene a disposición de la escuela toda la escudería de un grupo puntero. De ahí que en Cursiva podamos encontrar entre su profesorado a escritores que van de Rosa Montero a Javier Cercas y, al ser docencia fundamentalmente on line, cuente con alumnos en 35 países.

Nos ponemos al habla con José Rafoso, director de la escuela Cursiva, para saber algo más de este proyecto que da un paso más allá de matrimoniar escritores y escuelas de escritura, y lo convierte en un trío con la intervención del tercer gran actor del mundo del libro: la editorial.

¿Por qué un grupo editorial decide abrir un frente en la docencia?

Penguin Random House Grupo Editorial lleva años potenciando su espíritu innovador, su inconformismo y su pasión por conectar a autores y lectores de todas las maneras posibles. Se trata de promover el conocimiento y el talento de sus autores a través de Cursiva, un lugar donde intercambiar ideas, transmitir contenidos, propiciar debates y compartir experiencias. A través de cientos de cursos, nuestros autores han podido llegar a decenas de miles de lectores con los que han compartido todo su conocimiento.

Ustedes se empeñaron en la docencia digital, y ahora los tiempos parecen darles la razón…

Desde su nacimiento, Cursiva ha hecho mucho hincapié en eliminar fronteras y en potenciar la libertad de sus alumnos por aprender cuándo quieran y desde el lugar que quieran. Y es ahora, en el contexto actual, donde cobra más importancia que nunca el mundo digital y la formación, dos elementos claves para el desarrollo del proyecto. Cursiva cuenta con alumnos de más de 35 países distintos, que se forman a diario a distancia con el objetivo de alcanzar sus objetivos personales y profesionales. Es un lugar de encuentro entre personas con inquietudes parecidas que encuentran su propia comunidad alrededor de sus autores favoritos.

La pregunta del millón: ¿Se puede aprender a ser escritor?

¡Sin lugar a dudas! Por supuesto, hay que partir de algo muy importante: leer. Si alguien quiere escribir, tiene que leer, puesto que es uno de los mejores aprendizajes. Saber lo que hacen otros y cómo lo hacen ofrece herramientas para encontrar tu propia voz. Por este motivo, aprender a escribir no se trata de escuchar a alguien que te diga lo que tienes o no tienes que hacer. Lo importante es saber cómo trabajan otras personas, es activar tu creatividad con las herramientas que tienes a tu disposición. Por esta razón, nosotros ofrecemos unos cursos que se basan en la experiencia que nuestros autores y colaboradores tienen en el mundo literario. Ofrecen todo lo que han ido aprendiendo en toda su carrera y ofrecen los consejos que hubieran querido saber al empezar sus carreras. Cada alumno recoge todo ese conocimiento para aplicarlo a su personalidad, a su obra y a su marca como escritor. Como dice Rosa Montero: “a escribir se aprende escribiendo, y leyendo”.

¿Pero ser buen escritor garantiza ser buen profesor?

Ser buen escritor no te convierte en buen profesor. Por este motivo, Cursiva hace un gran trabajo de selección de contenidos y de autores, fruto de un trabajo en equipo con los editores y los propios autores. Siempre tratamos de buscar el formato adecuado para cada uno de los autores que forman parte de Cursiva. Nuestros alumnos pueden aprender con cursos tutorizados y personalizados, con seguimiento directo de los autores, tenemos cursos en vídeo, con una inmersión máxima, tenemos cursos presenciales y en streaming. No todos los alumnos se sienten cómodos con una determinada manera de aprender, por lo que intentamos ofrecer a todos una experiencia perfecta.

Autor: Sabina Frieldjudssen

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