Feos, muy feos, con proporciones descompensadas y, sobre todo, cabezas muy grandes, representados como hombrecillos diminutos, y algunos hasta tenían alopecia, un cuadro, vamos.
Probablemente se debiese al hecho de que el concepto de infancia es una tendencia relativamente reciente en la historia del arte, a tenor de algunas obras pictóricas y escultóricas realizadas entre los siglos XV y XVI, podría parecer que los artistas no hubiesen visto un bebé en su vida.
La cuenta de Tumblr ‘Ugly Renaissance Babies’ se ocupa exactamente de lo que su nombre sugiere: recopilando obras con los bebés más feos de la época mencionada, demostrando loq ue ya hemos comentado, que algunos pintores no tenían ni idea de lo cómo son los bebés.
Desde pectorales herculeos y marcados abdominales de culturista hasta rostros duros, estos bebés parecen estar alcanzando la pubertad a la velocidad del rayo.
Ugly Renaissance Babies: Tumblr